Fuente: https://prensarural.org/spip/spip.php?article29824
Santiago Montag 23/02/24
El fotógrafo Tsafrir Abayov capturó un momento particular en Gaza, un grupo de mujeres soldados que se tomaban una selfie polémica con una ciudad destruida en el fondo.
La masacre en Gaza la estamos viendo en tiempo real a través de las redes sociales, con videos, periodistas y fotógrafos en el terreno. Incluso muchos de los videos son captados por civiles palestinos que están documentando la matanza de su propio pueblo. Las familias huyendo de sus casas, niños asesinados bajo los escombros, los edificios derrumbándose, miles corriendo hambrientos hacia los camiones de ayuda humanitaria. Probablemente la más desgarradora fue la de una niña colgada de una pared tras una explosión con el brazo de su madre enganchado de su ropa. También se documentan muchos de los momentos de felicidad en medio de tanta aniquilación.
Podríamos seguir.
Paralelamente existe otra documentación, donde soldados israelíes se autorretratan utilizando objetos de los hogares palestinos de forma burlona; tocando música; bailando; mostrando ropa interior de mujeres; maltratando prisioneros apuntándolos con armas obligándolos a hablar en hebreo entre muchas barbaridades; asesinando ganado mientras la población muere de hambre. En resumen, humillando a los palestinos.
Entre la cobertura profesional del lado israelí que muestra el avance de las tropas, los bombardeos, etc, hace algunas horas el el jefe de Fotografía de la agencia de noticias Associated Press, Emilio Morenatti, destacó una imágen. Se trata de la captura del fotógrafo Tsafrir Abayov de un momento particular. Un grupo de mujeres soldados se tomaban un selfie con Gaza destruida en el fondo.
La composición de esa foto es hermosamente desagradable. Muestra una perspectiva distinta de exhibir lo que sucede en Gaza. Podríamos pensar en los grabados de Naram Sim durante las batallas del Imperio Acadio, donde se ve a los ejércitos ganar sobre sus enemigos, en la felicidad del guerrero victorioso sobre las ruinas de una ciudad tomada tras una ardua batalla. Pero no es el caso. Es el lado inhumano, que rebaja una situación de destrucción masiva a un motivo de diversión, un viaje de amigos que salen a pasear y sacarse fotos. La selfie del genocidio destroza las fronteras de la locura. Se logra captar la perversión que transmitió el Ejército de Israel a una juventud inocente. Un mensaje que se reproduce en todos los niveles del gobierno de Netanyahu, expresando en declaraciones.
Entre algunas de ellas podemos citar cuando Yoav Gallant, ministro de Defensa, dijo que “estamos luchando contra animales”. En otra ocasión, Moshe Feiglin, fundador del partido derechista Zehut de Israel y ex representante del Likud en el parlamento había dicho: “Existe una y única solución, que es destruir completamente Gaza antes de invadirla. Me refiero a destrucción como la que ocurrió en Dresde e Hiroshima, sin armas nucleares”, dijo.
En una imagen se concentra una narrativa que busca “recuperar” o «reconquistar» en nombre de la comunidad judía los lugares santos, pero al mismo tiempo busca “defender” la nación de una enemigo «barbárico». Esto motiva, moviliza a una gran parte de la juventud israelí a unirse al ejército para ir a la guerra. Habla del nivel de cohesión de esa sociedad, pero sobre todo de la irracional idea supremacista que tristemente los vincula.
Tsafrir Abayov tomó la foto este 19 de febrero, a cuatro meses después del ataque de Hamás que desató la ofensiva de Israel. En las últimas horas, el Ejército de Israel ha matado a «decenas» de supuestos militantes en Khan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza. La Corte Internacional de Justicia está presionando a Israel para que frene el genocidio, exigió muestras de que dejaría de atacar civiles. Pero hubo oídos sordos. Las bombas no dejan de caer en Rafah, la única ciudad que queda relativamente en pie, donde más de un millón de palestinos desplazados intentan sobrevivir. La ONU presentó denuncias de violaciones de derechos humanos contra mujeres y niñas palestinas que han sido ejecutadas arbitrariamente.
Con el aval de Estados Unidos, y del presidente argentino Javier Milei, van más de 29.000 asesinados palestinos y más de 69.000 heridos por los ataques israelíes contra la Franja de Gaza desde el pasado 7 de octubre. Una matanza que inunda las redes sociales, que te interpela, que rompe la tercera pared, que te abraza y te habla a vos.
Publicado en Izquierda diario