Luego de que la semana pasada se vuelva viral el video cuando la joven diputada Hana-Rawhiti Maipi-Clarke, del Partido Maorí, tomó al Parlamento por sorpresa haciendo un haka en protesta contra el proyecto de ley, se desarrollaron masivas movilizaciones en el país. Más de 40.000 personas protestaron este martes frente al Parlamento de Nueva Zelanda contra ese proyecto de ley que busca reinterpretar el documento fundacional de ese país pactado entre los colonizadores británicos y el pueblo maorí. Pero lejos de quedarse en un reclamo específico, aparece en Nueva Zelanda una juventud que lucha no solo por su soberanía maorí sino en apoyo a todos los pueblos originarios del mundo. Por ANRed.
El video se viralizó la semana pasada. Una joven diputada con rasgos maoríes rompió un proyecto e inició un haka en el parlamento neozelandés. El proyecto de ley del Tratado de Principios indica que Nueva Zelanda debería reinterpretar y definir legalmente los principios del Tratado de Waitangi de 1840, un documento que se considera fundamental en las relaciones raciales del país. Dicha «actualización», supondría una fuerte quita de derechos y atacaría la identidad del pueblo maorí.
Tras dicho episodio desde diferentes puntos del país empezaron a marchar hacía la capital Wellington. El pasado martes llegaron al parlamento en una movilización que juntó a mas de 42.000 personas, algo que consideran récord en ese país. Pero en paralelo también hubo manifestaciones en otras localidades.
“Esta no es simplemente una hīkoi normal, es una hīkoi para todos”, destacó una anciana referente maorí llamada Rose Raharuri Spicer, explicando que han convocado a los no maoríes, los isleños del Pacífico y otras poblaciones de Nueva Zelanda para que dieran su apoyo.
Pero es la juventud quien empuja y radicaliza la política del «país de la gran nube» (Aotearoa, como llaman los maoríes a su territorio significa «tierra de la gran nube blanca»). De esa juventud maorí radicalizada proviene Hana-Rawhiti Maipi-Clarke, quien con solo 22 años es una de las parlamentarias mas jóvenes del planeta y en su asunción a los 21 años, se convirtió en la segunda miembro más joven del Parlamento de Nueva Zelanda, y la más joven en 170 años. Durante su primer discurso en diciembre de 2023, criticó al gobierno de coalición liderado por el Partido Nacional, afirmando que había «atacado todo mi mundo desde todos los rincones». Identificó la salud, el medio ambiente, el agua, la tierra, los recursos naturales y las niñeces como áreas clave de desacuerdo con el gobierno.
Maipi-Clarke representa al Partido Maorí, una escisión radicalizada del laborismo. Fundado en el año 2004, tuvo resultados dispares en las elecciones. Tras haber perdido las pocas bancas que tenía y quedar sin representación en el año 2017, regresó al parlamento en 2020. Desde entonces su crecimiento no se detuvo: actualmente tiene 6 bancas, siendo el momento de mayor representación desde la fundación del partido.
Pero mas allá de la cantidad de votos de un partido o su representación parlamentaria hay un despertar en su población joven. Distintos referentes culturales se pronuncian en redes digitales, explicando lo que sucede con un discurso radicalizado. Aparecen en el relato pronunciamientos explícitos contra el colonialismo y el capitalismo, con un relato por un lado de defensa de su territorio pero también con un enfoque global saludando a todos los pueblos originarios del mundo.
Allí también aparece la inspiración y hermandad con el pueblo Palestino, ya que está juventud se sumó a numerosas manifestaciones de apoyo uniendo a la bandera palestina con la Tino Rangatiratanga, la bandera de la soberanía maorí (de colores rojo negro y blanco).
La movilización enterró las intenciones de reinterpretar el Tratado de Waitangi. Así lo tuvo que admitir el primer ministro Christopher Luxon en posteriores declaraciones. “Nuestra postura como Partido Nacional es inalterable. No apoyaremos el proyecto de ley más allá de su segunda lectura, así que no se volverá ley”, declaró Luxon, según el diario New Zealand Herald. “No pensamos que de un solo plumazo se puedan reescribir 184 años de debate y discusión”, agregó.
La juventud de un país prospero pero que ve en peligro su bienestar se despierta y desde un territorio remoto para occidente, alza un grito en el cielo. Mientras los gobiernos de los países centrales no encuentran respuesta dentro del capitalismo y llevan al planeta a la guerra y el desastre ambiental, una juventud se pronuncia en defense de su soberanía pero también alza la voz en nombre de todos los pueblos del mundo, buscando ser la inspiración para luchar por un mundo distinto.