Fuente: Portal Libertario OACA 25 Aug 2021 06:20 PM PDT
En el contexto de reducción de la energía y materiales disponibles, quiebra del capitalismo global y conflictos en alza por el control de los recursos que hemos descrito, el Estado no podrá permanecer sin fuertes cambios. Creemos que el modelo de Estado-nación que surgió en la etapa fosilista del capitalismo, al menos en las regiones centrales, desaparecerá. Esto no implica la desaparición del Estado, aunque en algunos lugares del planeta sí podrá ocurrir.
La principal debilidad del Estado fosilista es que es demasiado complejo para sostenerse en un entorno de energía disponible declinante. Como hemos visto, las organizaciones sociopolíticas dominadoras complejas (que son grandes consumidoras de energía y recursos) terminan encontrando crecientes problemas simplemente para conservar el statu quo, y mayores inversiones en mantener la complejidad de-rivan en costes crecientes e inmanejables. Es la ley de rendimientos decrecientes aplicada a las estructuras institucionales.
El Estado se fortaleció mediante cinco mecanismos fundamentales: i) burocratización; ii) estabilización e incremento de los ingresos; iii) monopolización de la fuerza; iv) creación de legitimidades; y v) homogeneización cultural de la población. Todos ellos retrocederán como consecuencia de la menor disponibilidad de energía y la consiguiente simplificación social (por ejemplo, la burocracia tendrá menos recursos disponibles). Así, el Estado estará ausente o menos presente en muchas zonas del territorio. No habrá un único detonante de la crisis estatal, sino múltiples que desgastarán las estructuras hasta hacerlas insostenibles.
Los Gobiernos contarán con presupuestos cada vez más precarios. Se reducirán los ingresos (menos cotizaciones sociales por aumento del paro y disminución de los sueldos, mayor dificultad para cobrar a las empresas, auge de la economía su-mergida), aumentarán los gastos (rescates de empresas y bancos, prestaciones por desempleo, incremento de la factura energética, guerras por los recursos, gestión de desastres climáticos351 y de migraciones), habrá importantes partidas difícilmente recortables (mantenimiento de infraestructuras, pago de la deuda) y la capacidad de financiación disminuirá, al menos paralos Estados “menos fiables”. Esto en un contexto en el que muchos países se encuentran ya en posiciones muy vulnerables con unos niveles de deuda muy altos. Y ya analizamos cómo las herramientas a su alcance (creación de dinero, bajada de tipos) tienen unas capacidades limitadas.
Como hemos dicho, las “clases medias” han sido un elemento clave del desarrollo del Estado capitalista (y a su vez han sido creadas por él): al practicar el consumo de forma masiva, han sostenido el crecimiento; y al votar a partidos de “centro”, han garantizado la estabilidad política. Pero están destinadas a menguar mucho. Las características principales de las “clases medias” son un grado razonable de seguridad financiera (sin ser rentista), y deseguridad física y psicológica. Estos elementos se quebrarán por su merma de poder adquisitivo (bajada de sueldos, paro, menor acceso a bienes básicos, aumento impositivo); por el hecho de que el empleo estable ha dejado paso al precario, en el que además no está claro cómo medrar; y por la reducción de los servicios sociales. Así,el “estado de excepción” que ha sufrido siempre la población empobrecida se extenderá por el cuerpo social. Este proceso se agudizará conforme se vaya jubilando la población que todavía goza de unas condiciones laborables comparativamente buenas y que es básica en el sostén, a través de las familias, del resto.
(…)