La policía de Bangladesh dispara con fuego real a los manifestantes

mpr21

 

Esta semana las movilizaciones de Bangladesh han dejado al menos 115 muertos. La policía ha reaccionado brutalmente, empezando esta mañana a disparar con munición real en la capital, Dacca.

Las protestas fueron en gran medida pacíficas hasta el lunes, cuando los estudiantes, especialmente los de la Universidad de Dacca fueron brutalmente atacados por una milicia de matones del partido gobernante armados con barras de hierro, ladrillos y palos. El jueves y viernes han sido los días más mortíferos.

Ayer miles de manifestantes irrumpieron en una prisión en Narsingdi, en el centro de Bangladesh, liberaron a cientos de reclusos y le prendieron fuego a la cárcel. Por la noche sitiaron una comisaría de policía en Rangpur y tres de ellos murieron. Los hospitales y la policía informaron esta mañana de 10 muertes adicionales tras los enfrentamientos del día anterior y de otras 105 muertes desde el martes.

Cientos de miles de personas se enfrentaron ayer con la policía en Dacca. “Al menos 150 policías han sido ingresados ​​en el hospital. Otros 150 recibieron primeros auxilios”, dijo el portavoz de la policía, añadiendo que a dos de ellos los mataron a golpes. “Los manifestantes han prendido fuego a numerosas comisarías de policía” y “muchas oficinas gubernamentales fueron incendiadas y destrozadas”.

“Abajo el dictador”, corearon los manifestantes esta semana durante varios desfiles en Dakar, una extensa ciudad de 20 millones de habitantes donde el jueves la multitud enfurecidaa prendió fuego a varios edificios gubernamentales. Al menos una persona resultó herida entre los miles de manifestantes reunidos esta mañana en el distrito de Rampura para protestar contra el toque de queda impuesto la víspera. Este último entró en vigor esta noche y permanecerá vigente al menos hasta la mañana del domingo.

La oficina de la primera ministra pidió al ejército que desplegara tropas después de que la policía nuevamente no lograra controlar los disturbios. «El ejército ha sido desplegado en todo el país para controlar los disturbios del orden público”, afirmó el portavoz de las fuerzas armadas, Shahdat Hossain.

El levantamiento no tiene precedentes en la historia reciente de Bangladesh. Durante una década, todos los movimientos de protesta se han paralizado rápidamente con el primer despliegue de los antidisturbios. Esta vez, después de los primeros ataques a las universidades el lunes, los estudiantes regresaron a las calles en cantidades aún mayores. Quieren un sistema abierto de acceso a los empleos gubernamentales, codiciados en un país donde el desempleo juvenil es muy alto. A partir de ahora ya no se trata sólo de cuotas. Los manifestantes se oponen al uso brutal de la fuerza por parte de la policía. Los estudiantes han anunciado que no van a permitir que sus compañeros mueran por nada.

Un portavoz de Estudiantes contra la Discriminación, el principal grupo que organiza las protestas, dijo que dos de sus dirigentes habían sido detenidos ayer. Un dirigente del Partido Nacionalista de Bangladesh, el principal partido de la oposición, también ha sido detenido esta mañana.

Los tiroteos policiales son la causa de más de la mitad de las muertes registradas desde principios de esta semana, según fuentes hospitalarias. El gobierno ha cortado la conexión a internet, una medida que sigue vigente, lo que dificulta gravemente las comunicaciones dentro y fuera de Bangladesh. Los sitios web públicos siguen siendo inaccesibles y los principales periódicos, incluidos el Dhaka Tribune y el Daily Star, no han podido actualizar sus perfiles en las redes sociales desde el jueves. Bangladesh Television, la emisora púbica, también permanece desconectada después de que los manifestantes quemaran su sede en Dacca el mismo día.

Desde principios de julio, las manifestaciones han sido casi diarias. Su objetivo es conseguir el fin de las cuotas de contratación en la función pública. Las cuotas reservan más de la mitad de los puestos para grupos privilegiados. La discriminación beneficia a los niños de los grupos progubernamentales que apoyan a la primera ministra, Sheikh Hasina, que ganó sus cuartas elecciones consecutivas en enero, tras una votación sin oposición real.

Desde las primeras muertes del martes, los manifestantes han comenzado a exigir la dimisión de la primera ministra Sheikh Hasina, que permanece en el poder desde hace 15 años. Su gobierno está acusado de asesinar sumariamente a los militantes de la oposición.

Ha cancelado sus viajes al extranjero. Hasina debía abandonar el país mañana para realizar una gira diplomática, pero se echó atrás después de la última semana de movilizaciones. Canceló sus visitas a España y Brasil debido a la situación insurreccional.

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