Fuente: https://www.grupotortuga.com/La-otra-guerra-que-tambien-32543 Grup Antimilitarista Tortuga. Domingo.24 de diciembre de 2023
Con motivo de las convocatorias mensuales por la Paz en Ucrania.
Este día 24 de diciembre se cumple un año y diez meses del inicio de la guerra de Ucrania, luctuoso hecho que nos convoca en esta plaza cada día 24 de mes para pedir el final de las acciones bélicas e instar a las partes enfrentadas a resolver sus diferencias mediante el diálogo.
No obstante, como bien sabemos, la de Ucrania (o la de Palestina) no es la única guerra que asola a la humanidad. Queremos aprovechar estas convocatorias para, además de pedir la paz para Ucrania y Palestina, recordar otros escenarios igualmente destructores de la vida y dignidad humana y la naturaleza.
Hoy vamos a hablar brevemente sobre la guerra de Nigeria.
Nigeria es la principal potencia económica, así como el país más poblado del continente africano con 186 millones de habitantes. Sin embargo, sus importantes desigualdades sociales e injusticias económicas han constituido tradicionalmente un foco de conflictos, violencia y guerra civil, manteniendo el país en permanente inestabilidad.
En dicho contexto se da un conflicto de hondas raíces entre los sucesivos gobiernos del estado central, a menudo en manos de dictaduras respaldadas por el ejército, y movimientos de islamismo radical que buscan la implantación de una república coránica. Desde principios del siglo XXI se agudiza este problema con la irrupción de la organización conocida como Boko Haram. La consolidación de este movimiento en las zonas orientales y nororientales del país y su apuesta por la vía armada le otorga un amplio poder territorial en dichas zonas y provoca que el conflicto se extienda a los países vecinos.
Desde entonces en toda la zona es constante la violencia, la acción terrorista, el secuestro de menores y la respuesta militar del gobierno nigeriano, que suele ser indiscriminada. Hace solo unas semanas conocimos la noticia del fallecimiento de 120 civiles por un bombardeo sobre una ceremonia religiosa. Es algo que el ejército de Nigeria repite a menudo sin que nadie sea juzgado por ello. Por si fuera poco, hace algunos años Boko Haram se escindió en varias facciones que también luchan entre ellas por el poder territorial, manteniendo la región entera en un clima constante de violencia extrema.
Las consecuencias de este largo conflicto son incalculables. Hay decenas de miles de muertos y millones de personas desplazadas en los países vecinos. La economía de toda la zona ha quedado devastada dándose un aumento exponencial de la pobreza y las pandemias.
En Nigeria, como en Ucrania y Palestina, es urgente el diálogo que pueda conducir a una paz justa y perdurable. Una paz que contemple los derechos históricos y las necesidades de las diversas comunidades que pueblan aquellas tierras, así como sus sensibilidades culturales y religiosas, y que permita la desmilitarización de todos los agentes, incluido el propio ejército nacional. También es necesario un cambio de modelo económico que garantice un acceso igualitario de la población a los ricos recursos del país, así como el abandono de las multinacionales extranjeras que saquean su principal bien: el petróleo.
Por un mundo sin guerras, con tolerancia, entendimiento, empatía y cooperación entre personas, pueblos, étnias, religiones y culturas; por un mundo en Paz.
Ver también:
La otra guerra que también recordamos (y denunciamos) este mes: Armenia y Azerbaiyán
La otra guerra que también recordamos (y denunciamos) este mes: Libia
La otra guerra que también recordamos (y denunciamos) este mes: La frontera Sur
La otra guerra que también recordamos (y denunciamos) este mes: Palestina
La otra guerra que también recordamos (y denunciamos) este mes: Myanmar (Birmania)
La otra guerra que también recordamos (y denunciamos) este mes: Sudán
La otra guerra que también recordamos (y denunciamos) este mes: Malí.
La otra guerra que también recordamos (y denunciamos) este mes: Haití
La otra guerra que también recordamos (y denunciamos) este mes: Congo
La otra guerra que también recordamos (y denunciamos) este mes: Yemen