
Naciones Unidas y grupos de ayuda se han pronunciado después de que tres palestinos murieran por fuego israelí y decenas resultaran heridos en un punto de distribución de ayuda establecido por una iniciativa respaldada por Israel y Estados Unidos .
El martes se produjeron escenas caóticas en Rafah , en el sur de Gaza, mientras palestinos hambrientos se apresuraban a entrar en una instalación que albergaba ayuda, debido a las largas demoras en los controles de seguridad de los destinatarios.
El ejército israelí abrió fuego contra la multitud que irrumpía, matando al menos a tres palestinos.
Al menos otras 47 personas resultaron heridas y siete están desaparecidas, según las autoridades palestinas en Gaza y la ONU.
La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) negó tales informes, mientras que el ejército israelí dijo que disparó “tiros de advertencia” y luego restableció el control de la instalación.
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Según los medios israelíes, los estadounidenses afiliados a la GHF tuvieron que ser rescatados una vez que perdieron el control de las instalaciones.
El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, calificó las escenas de “desgarradoras, por decir lo menos”.
“Nosotros y nuestros socios tenemos un plan detallado, basado en principios y operativamente sólido, apoyado por los estados miembros, para llevar ayuda a una población desesperada”, dijo Dujarric a los periodistas.
Seguimos insistiendo en que es esencial ampliar significativamente las operaciones humanitarias para evitar la hambruna y satisfacer las necesidades de todos los civiles, dondequiera que se encuentren.
Dujarric añadió que la ayuda debe distribuirse de manera independiente e imparcial.
“Vimos el plan que [el GHF] publicó y que nos presentaron, y no se ajusta a los parámetros que consideramos que coinciden con nuestros principios, que aplicamos en todos los ámbitos, desde Gaza hasta Sudán y Myanmar, y en cualquier lugar del que se desee hablar”.
‘Caótico, indigno e inseguro’
Philippe Lazzarini, director de UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, dijo que el modelo de Israel para proporcionar ayuda era un desperdicio y una “distracción de las atrocidades”.
“El modelo de distribución de ayuda propuesto por Israel no se alinea con los principios humanitarios fundamentales”, dijo Lazzarini el miércoles.
Ayer vimos imágenes impactantes de personas hambrientas empujando las vallas, desesperadas por comida. Fue caótico, indigno e inseguro.
Ahmed Bayram, del Consejo Noruego para Refugiados, pidió a Israel y a Estados Unidos que abandonen la iniciativa.
Dijo: “Así no se brinda la ayuda; así no es como se debe distribuir la ayuda, y menos aún cuando lo hace un ocupante, un país que ha destruido y arrasado Rafah, que ha pedido a la gente que regrese a Rafah, que ha desplazado a la gente de Rafah y ahora les dice que regresen y reciban todo lo que puedan conseguir”.
La GHF dijo en un comunicado que había distribuido 8.000 cajas de alimentos, lo que según dijo equivalía a unas 462.000 comidas.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, minimizó las escenas caóticas.
Hubo una pérdida de control momentánea. Afortunadamente, lo recuperamos, dijo.
También continuó afirmando falsamente que no había pruebas de desnutrición en Gaza, declarando: “No se ve ni una sola persona demacrada desde el comienzo de la guerra hasta el presente”.
Fundación Humanitaria de Gaza
La GHF es una organización respaldada por Israel, creada a principios de 2025 para gestionar un nuevo modelo de distribución de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza.
Se constituyó en Suiza en febrero de 2025 y también se registró una contraparte con sede en EE. UU.
La organización se presentó como un organismo independiente y neutral, cuyo objetivo era entregar ayuda directamente a los civiles palestinos a través de una red de cuatro sitios de distribución seguros en el sur y el centro de Gaza.
Según el GHF, los sitios de distribución de ayuda están administrados por empresas privadas de seguridad y logística estadounidenses, incluidas UG Solutions y Safe Reach Solutions (SRS), que son responsables de proteger los centros de distribución y supervisar los puntos de control de vehículos.
Tanto SRS como UG Solutions han sido objeto de escrutinio por su legitimidad y transparencia. Críticos, incluido el líder de la oposición israelí Yair Lapid, han sugerido que estas entidades podrían ser «empresas fantasma» diseñadas para ocultar la participación y la financiación del gobierno israelí en el proceso de ayuda.
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