Fuente: https://rebelion.org/la-masacre-de-gaza-se-inserta-en-la-guerra-total-promovida-por-las-potencias-imperialistas/ 29/04/2024
Fuentes: Rebelión [Imagen: BDS País Valencià]
“Más de 40 muertos y 60 heridos en los ataques israelíes de las últimas 24 horas en Gaza”, tituló la agencia Efe el pasado 25 de abril, con datos del Ministerio de Sanidad gazatí; el reporte detallaba cinco masacres contra familias en la Franja; entre los ejemplos de víctimas mortales ese día, figura el periodista Mohamed Bassam al Yamal, de la agencia Falestin Alan: falleció a causa de las bombas contra su vivienda en la ciudad de Rafah (Gaza).
También el 25 de abril, las agencias France-Presse y Efe daban cuenta de cómo familiares de gazatís desaparecidos trataban de encontrar a las víctimas en las fosas comunes; en este caso, la del Hospital Naser en la ciudad de Jan Yunis, al sur de la Franja.
El pasado 23 de abril Naciones Unidas informó sobre el descubrimiento en Gaza de fosas comunes con centenares de restos de ciudadanos palestinos; los enterramientos se hallaron en las cercanías de los hospitales Nasser y Al-Shifa; ACNUD mencionaba la posibilidad de que algunos de las personas estuvieran atadas de manos y sin ropa.
Pero el genocidio no surge del vacío. Activistas, investigadores, organizaciones palestinas y de derechos humanos llevan décadas denunciando las carnicerías sionistas en Gaza (como las de 2008, 2014 o la última en 2023-2024); el profesor de Sociología y Antropología Social en la Universitat Jaume I (UJI) de Castellón, Andrés Piqueras, escribió en 2006:
“Los últimos 59 años los palestinos están viviendo en el campo de concentración en que han convertido a su tierra, en condiciones de insospechada barbarie (…); campos de refugiados hechos con chabolas prefabricadas de hormigón, o poblados con tiendas medio caídas y sucias, sin agua potable ni luz”; y a menudo en condiciones de hacinamiento (“hasta dos familias de 10 personas en 60 metros cuadrados”).
En el artículo Palestina: el lugar de todas las luchas, publicado en julio de 2006 en el periódico Rebelion.org, Piqueras añadía: “Los asesinatos, las muertes por palizas a detenidos, las torturas en prisión o en campos de concentración son el pan nuestro de cada día para los palestinos (fuentes externas estiman que más del 45% de los detenidos son torturados)”.
Además de investigador en el Observatorio Internacional de la Crisis (OIC), Andrés Piqueras es autor, entre otras obras, de Las sociedades de las personas sin valor (El Viejo Topo, 2018); De la decadencia de la política en el capitalismo terminal (El Viejo Topo, 2022) o Capitalismo mutante (Icaria, 2015).
El investigador ha pronunciado una conferencia sobre Palestina en la geopolítica mundial, dentro de la I Escola de Primavera Reflexió i acció, des de València amb Palestina, organizada por La Fènix Universitat Popular y el BDS-País Valencià; la jornada tuvo lugar el 20 de abril en el Centre cultural Octubre de Valencia.
Algunas de las tesis defendidas por el profesor de la UJI pueden leerse en el artículo Objetivo a corto plazo del Imperio Occidental y su guerra total: acabar con el pueblo palestino. “Ningún gobierno del Imperio Occidental moverá un dedo por frenar los objetivos de exterminio contra la población palestina”, afirma.
Para explicar la masacre actual en Gaza, Piqueras se apoya en las reflexiones del profesor y economista estadounidense, Michel Hudson; “hace referencia a los objetivos del Eje Anglosajón y el Poder Sionista Mundial -con su conjunto de adláteres del Imperio Occidental- en y para Palestina“; subraya asimismo cómo el ejército israelí está utilizando las máquinas y sistemas de inteligencia artificial (IA) en los ataques (“Lavender”: la máquina de IA que dirige los bombardeos de Israel en Gaza, del periodista y documentalista Yuval Abraham).
“El sionismo es hoy la expresión más degradada de la barbarie humana”, valoró el docente en su blog, el 24 de octubre de 2023; ese día las bombas del ejército israelí causaron más de 700 muertes, según el Ministerio de Sanidad de Gaza (desde el 7 de octubre, cuando empezó la masacre, sumaban 5.791 fallecidos, de los que 2.360 eran niños y niñas).
Se da la circunstancia de que el 24 de octubre, el presidente de Francia, Emmanuel Macrón, manifestó su “solidaridad” con el Estado de Israel en una visita oficial a Tel Aviv.
En otro texto reciente (Israel y Estados Unidos están fuera de la ley), Andrés Piqueras comparaba a Israel con un “tumor maligno” y de enorme potencial militar, implantado por el Eje Anglosajón y la Red Sionista Mundial en Asia Occidental.
Lo hicieron, entre otras razones, para el abastecimiento de gas y petróleo; el investigador y activista caracteriza en el artículo, del siguiente modo, a la ideología sionista: “extremadamente supremacista; racista; clasista; imperialista y de creencias extremistas, es decir, una suerte de nazismo religioso”.
Una de las claves subrayadas es el poder mediático; a grandes rasgos, explica Andrés Piqueras, “la Red Sionista Mundial dispone del control de la absoluta mayoría de los medios de difusión del mundo (que llaman ‘guerra’ a lo que es un genocidio, por ejemplo), además del de los grandes conglomerados informáticos y de formación-educación, amén de muchos otros resortes del poder económico-financiero y político mundial, incluyendo buena parte del ‘estado profundo’ de los Estados Unidos”.
El 14 de marzo en Nueva York, cerca de un centenar de activistas a favor del pueblo palestino fueron arrestados tras la ocupación de la sede del diario The New York Times; se movilizaron por la cobertura que este medio realiza sobre los crímenes en Gaza; en noviembre de 2023 se produjeron protestas similares; el actual editor y presidente del New York Times es A.G. Sulzberger.
El sociólogo detalla, asimismo, las resoluciones de Naciones Unidas incumplidas por el Estado de Israel desde su fundación, en mayo de 1948 (en diciembre de ese año la Asamblea General de la ONU aprobó la resolución 194, que establece en el punto 11 que debe permitirse el retorno a sus hogares a los refugiados que así lo deseen)
La ponencia en el Centre Octubre concluye con una explicación sobre la estrategia del Estado de Israel como “tumor cancerígeno”; se trataría, finalmente, de realizar una “limpieza” en Líbano, Siria, Irak y Yemen, como precedente de los ataques a Irán; lo que, a su vez, permitiría centrarse en China.
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