Hoy empieza la cuenta atrás y los protagonistas del Sahel mueven sus fichas muy rápidamente. Ante la amenaza de invasión de la Cedeao, los militares nigerinos en el poder han solicitado la ayuda de Wagner.

La solicitud se hizo durante una visita del general Salifu Mody, a la vecina Malí, donde se puso en contacto con un representante de Wagner.

Después de su visita a Malí, el general Mody advirtió contra la intervención militar y prometió que Níger haría lo que fuera necesario para no convertirse en “una nueva Libia”, informó el viernes la televisión pública de Níger.

El 30 de julio los cabecillas de la Cedeao se tropezaron con la alfombra en Abuja, dando un ultimátum de sólo siete días a la junta militar para dar marcha atrás y liberar al presidente destituido Mohamed Bazum, detenido en su domicilio cuatro días antes.

La Cedeao no tiene escapatoria: intervenir militarmente o perder su credibilidad definitivamente. De momento la organización ya se ha roto, de manera que difícilmente los países agresores podrán invocar el nombre de la Cedeao. No podrán contar con Malí, Burkina Faso, Guinea y, naturalmente, tampoco con Níger.

Los jefes militares de los países miembros de la Cedeao finalizaron el viernes en Abuja un plan de intervención y pidieron a los ejércitos que preparen recursos. A través de su ministra de Asuntos Exteriores, Aissatu Tall Sall, Senegal ha dicho que están preparados para intervenir militarmente en Níger.

Por el contrario, el Senado de Nigeria ha rechazado la solicitud del presidente, Bola Tinubu, para desplegar tropas en Níger en nombre de la Cedeao y ha invitado al gobierno a favorecer la vía diplomática.

Los senadores elogiaron los esfuerzos de la Cedeao para poner fin a la crisis y rechazaron “categóricamente” la opción de un despliegue de tropas, dijo el presidente del Senado, Godswill Akpabio.

“Se debe hacer hincapié en los medios políticos y diplomáticos […] Nos oponemos al uso de la fuerza militar hasta que se agoten los medios mencionados, ya que esto provocará bajas entre ciudadanos inocentes que se dedican a sus actividades diarias”, insistió Abdulrahman Kawu Sumaila, portavoz. para los senadores del norte.

Por su parte, ayer la ministra de Asuntos Exteriores de Francia, Catherine Colonna, dijo que la amenaza regional de usar la fuerza era creíble y advirtió a los dirigentes del golpe que la tomaran en serio. Francia apoya la decisión de Cedeao, añadió.

Níger es uno de los últimos países lacayos del imperialismo en la región del Sahel. Francia tiene 1.500 soldados en Níger, aunque el ejército de Níger ha roto los acuerdos de seguridad con París, y Estados Unidos tiene allí 1.100 soldados.

Un ejemplo perfecto de necolonialismo y sumisión

Es el ejemplo perfecto de necolonialismo y sumisión. Níger es una gran mina de uranio, explotada por la multinacional francesa Orano (Areva) y los presidentes del país han sido los mejores capataces.

Cuando en 2011 los imperialistas destruyeron Libia, todo empezó a cambiar muy rápidamente. La población comenzó a manifestarse contra Francia y los yihadistas empeoraron la situación. Francia echó más leña al fuego e inició la ocupación militar con las operaciones Serval y Barjan.

Diez años después, Bazum reconoció en la televisión pública las “irregularidades” cometidas por las tropas francesas y pidió a París que abriera una investigación. Barjan había sido un “un fracaso relativo”, djo en otra entrevista. Tras una cumbre virtual del G5 Sahel fue un poco más allá: “los soldados franceses no tenían vocación de venir a morir al Sahel”, una región en la que no le corresponde luchar a los franceses.

Bazum reaccionó demasiado tarde y demaiado tímidamente.