La intersexfobia y el racismo de la policía de los cuerpos en el deporte

Creadora del perfil, podcast y Twitch Munda Deportiva y autora del libro «Chandaleras»

¿A cuántas más deportistas “sospechosas” hay que señalar y forzar en algunos casos a finalizar su vida profesional para cuestionar esos estándares? ¿Cuándo se va a revisar el eurocentrismo sobre los cuerpos de las deportistas racializadas?, cuestiona la autora.

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Los Juegos Olímpicos de París pasarán a la historia por una nueva polémica que recae una vez más sobre las deportistas con diferencias en el desarrollo sexual o intersexuales. Si ya en el Campeonato Mundial de Atletismo en Berlín en el 2009 fue Caster Semenya la que tuvo que soportar titulares y comentarios en los que se cuestionaba su identidad de mujer, se criticaba su aspecto físico por ser demasiado musculado y se debatía sobre su rendimiento, para estos juegos es la boxeadora argelina Imane Khelif la que está copando muchos titulares en los que una vez más la identidad de las mujeres que se salen de la norma está bajo sospecha.

Cuando una mujer destaca en su rendimiento deportivo y además no cumple con los cánones de belleza de la feminidad hegemónica occidental la sospecha inevitablemente cae sobre ella, a esto le añadimos su procedencia a un país no occidental

Khelif lleva años compitiendo, en el año 2018 compitió en el mundial de boxeo y no pasó de la primera ronda, en el año 2019 obtuvo similares resultados, llegó a clasificarse para competir en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 llegando a cuartos de final. Los ojos se pusieron sobre ella cuando comenzó a destacar a partir del 2022 cuando llegó a la final del Mundial de boxeo. Es aquí cuando los rumores prendieron la mecha, cuando una mujer destaca en su rendimiento deportivo y además no cumple con los cánones de belleza de la feminidad hegemónica occidental la sospecha inevitablemente cae sobre ella, a esto le añadimos su procedencia a un país no occidental y el mecanismo de vigilancia se pone en marcha: tiene que demostrar que es una verdadera mujer. Son sobre todo las mujeres racializadas que incluso a nivel estético no se ajustan a los estándares occidentales de feminidad, las que acaban en el punto de mira de los medios de comunicación, las federaciones y sus contrincantes demostrando una relación clara entre misoginia y racismo.

 

La Asociación Internacional de Boxeo (IBA) la descalificó el año pasado del Campeonato del Mundo celebrado en India después de realizar unas pruebas cuyos resultados no cumplieron con sus criterios de elegibilidad. Ni los resultados ni las pruebas salieron a la luz pero el COI declaró que la boxeadora posee altos niveles de testosterona.

Con estos antecedentes Imane estaba en el punto de mira y su victoria frente a la italiana Angela Carini que abandonó el combate a los 46 segundos no hizo más que ponerla en el foco.

Si tan peligroso e injusto es tenerla en grandes cantidades ¿por qué no se protege a los deportistas de la categoría masculina? ¿por qué no se regula en hombres?

Hiperandrogenismo, testosterona y rendimiento

Imane Khelif es una deportista que nació con hiperandrogenismo que es una condición en la que se producen niveles elevados de testosterona de forma natural. Cuando aparece la testosterona siempre se habla de ella con un doble rasero, si tan peligroso e injusto es tenerla en grandes cantidades ¿por qué no se protege a los deportistas de la categoría masculina? ¿por qué no se regula en hombres? ¿No hay hombres que se pueden encontrar en desventaja? A día de hoy los controles hormonales solo se realizan a mujeres y a día de hoy esos marcajes en la testosterona afectan sobre todo a atletas africanas. La norma corporal limita y perjudica las carreras deportivas de muchas atletas por eso en Tokio 2020 no pudimos ver en la pista ni a Caster Semenya ni a Christine Mboma ni a Beatrice Masilingi.

Si tener altos niveles de testosterona marcara por si solo la excelencia deportiva Dutee Chand, otra velocista señalada porque sus niveles de testosterona están fuera de la norma, hubiera tenido resultados relevantes y nunca fue así, en los Mundiales de Doha del 2019 quedó eliminada en la primera ronda de los 100 metros.

La cuestión aquí es que no existen pruebas suficientes para respaldar la afirmación de que, la testosterona que producen naturalmente estas deportistas es tan importante para el desarrollo de su capacidad atlética y es lo único que les permite tener niveles más altos de lo esperado para una mujer. Las deportistas no logran grandes resultados solo por sus altos niveles de testosterona sino por una suma de diferentes factores fisiológicos y sociales, los niveles altos de testosterona por si solos no producen la excelencia.

El 17 de agosto de 2021 los autores de uno de los estudios en los que se basó la World Athletics para excluir a las atletas con altos niveles de testosterona de ciertas competiciones, realizaron una corrección del mismo. Una corrección que sucedió después de los JJOO de Tokio, los autores reconocieron que no han encontrado un vínculo causal entre los altos niveles de testosterona y el rendimiento: “Para ser explícitos, no hay evidencia que confirme la causalidad en las relaciones observadas y luego informadas. Debe reconocerse que nuestro estudio fue exploratorio. Teniendo en cuenta este aspecto, debemos reconocer que las declaraciones reportadas en el documento podrían haber sido engañosas sugiriendo una inferencia causal” Si se hubieran admitido los efectos del estudio antes de las Olimpiadas tanto Semenya como Masilingi y MBoma hubieran podido participar.

¿A cuántas más deportistas “sospechosas” hay que señalar y forzar en algunos casos a finalizar su vida profesional para cuestionar esos estándares? ¿Por qué estas mujeres no pueden tener el control de su propio cuerpo? ¿Por qué las deportistas intersexuales tienen que soportar estos juicios mediáticos que atentan contra su dignidad y privacidad? ¿Cuándo se va a revisar el eurocentrismo sobre los cuerpos de las deportistas racializadas? Estas realidades cuestionan lo que el deporte lleva siglos intentando ocultar que las corporalidades son diversas y complejas.

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