Fuente: https://literafrica.wordpress.com/2020/09/20/la-escritura-comprometida-con-las-mujeres-de-la-camerunesa-djaili-amadou-amal/ sfqu 20 septiembre, 2020
La escritura comprometida con las mujeres de la camerunesa Djaili Amadou Amal
Esta misma semana salía la lista de nominados al Goncourt 2020. De entre los nombres uno brillaba con especial intensidad; el de Djaili Amadou Amal. Sin embargo, la trayectoria de esta escritora camerunesa no es la primera vez que es reconocida.
Casi con seguridad su nominación al premio francés la aproxime al mundo occidental, pero tanto en su país como en el ámbito literario africano francófono, e incluso más allá, su trayectoria literaria lleva tiempo siendo reconocida entre los nombres más prestigiosos. No en vano, ella ha optado por publicar en su país de origen Camerún, donde desde su primera obra ha cosechado un gran éxito e incluso reimpresiones en países como Senegal o Costa de Marfil.
Frente a aquellos escritores que deciden publicar fuera del continente africano, ella que nació en el norte del país (Maroua) y vive en Douala, considera “fundamental que mis escritos estén al alcance de mis primeros lectores, los cameruneses”. Así, sus tres primeras novelas han sido editadas en su país. Desde allí ella sabe que se puede llegar al mundo entero ya que lo importante es la calidad del trabajo, nada más (así ha sido traducida al árabe y al inglés).
Los medios la describen como fulani, musulmana y feminista. A los fulani también se les conoce “como fula (principalmente en los países que fueron colonias inglesas), peul (en las ex colonias francesas) o fulbe (como les llaman los pueblos mandingos)”, son musulmanes y habitan en el norte del país.
De padre fulani y de madre egipcia, sus primeras letras las juntó en su adolescencia en Maroua dentro de un diario en el que comenzó a dar forma a aquello que sentía la necesidad de transmitir. La vida de la futura escritora pasó por un matrimonio concertado a los 16 años, la poligamia, el repudio y la violencia conyugal, hasta sus estudios y su lucha para continuarlos y la literatura. Así, escribió su primera novela, más cercana al testimonio, con puntos en común con su vida pero sin llegar a ser autobiográfica, a la edad de 20 años, con nulas esperanzas de poder verla publicada. Se trataba de Walaandé, l’art de partager un mari (Walaande, o el arte de compartir un marido) que finalmente vio la luz en 2010 de la mano de la editorial Ifrikiya (Yaoundé), gracias fundamentalmente al apoyo de su comunidad fulani, y que gira en torno a la poligamia, uno de los temas recurrentes en su obra. Waalande significa “unidad conyugal” y transmite la vida de 4 mujeres reducidas a su papel de esposas. Una obra que invitaba a las mujeres a creer que ellas también podían hacerlo, romper esas cadenas y encontrar su camino.
A Amadou la inspira el Sahel y sus escritores, entre ellos Amadou Hampâté Ba, Seydou Badian y Mariama Ba, sobre todo. Sin dejar de lado, las voces más contemporáneas camerunesas como Calixthe Beyala, Leonora Miano, Hemley Boum, Eugène Ebodé o Badiadji Horretowdo. Todo ello para hablar de su cultura y para denunciar el silencio de una sociedad que calla ante la situación que atraviesan la mayoría de las mujeres.
Los medios también la describen como escritora comprometida. La propia prensa camerunesa la apodó la “voz de las sin voz” por haber hecho de la discriminación de la mujer su caballo de batalla. Aquí y allí la escritora denuncia que “La Constitución de Camerún prohíbe el matrimonio de niñas menores de 16 años, pero esta ley no se respeta ” y además de militar con la escritura, después de la publicación de su primera novela, creó en 2012 la Association Femmes du Sahel para fomentar la educación de las niñas, mediante el apadrinamiento y para fomentar su importancia en las familias y en la sociedad.
Su segunda novela apareció también con Ifrikiya en 2015, Mistiirijo, la mangeuse d’âme. Detrás de la misma ha habido un intenso trabajo de investigación para recopilar el material necesario para recrear el pasado precolonial de Camerún. En ella, según sus propias palabras, “denuncio la acusación que se hace a las mujeres de ser portadoras de malos hechizos”.
Dos años después salió Munyal, les larmes de la patience (Las lágrimas de la paciencia) publicada por Proximité. Novela con la que alcanzaría el Prix Orange du livre en Afrique. Munyal- que significa paciencia en fulani- es una novela que inscribe a sus personajes en las inevitables redes sociales, tradicionales y religiosas. Pero “en cada una de estas mujeres se adivina un camino hecho del rechazo, la resistencia, la impaciencia como última rebelión para oponerse a la resignación”. Con esta obra se consolida como uno de los grandes referentes de la áfrica francófona. Este libro ganará en 2018 la selección de la Alianza Internacional de editoriales independientes, siendo la primera vez en la historia que un escritor que ha publicado en África gana esta selección, la cual siempre ha acabado en manos de uno de los grandes nombres de las editoriales francesas
Finalmente, para el Goncourt ha sido nominada con Les impatientes publicada en Francia por Collas. Se trata de una reedición de su anterior novela publicada en Camerún, Munyal. Como hemos señalado, con ella denunciaba la dominación masculina.
La obra ha sido muy bien recibida también en Francia, causando gran expectación y buenas críticas. Mientras, ella sigue proclamando que escribir le salvó la vida y que le permite ser la voz de la mayoría de las mujeres de su país.