Fuente: https://www.sinpermiso.info/textos/la-eleccion-en-el-bid-se-inclina-a-favor-del-candidato-de-trump Leonardo Cardozo
Si algo quedaba de intriga sobre la elección del presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), las declaraciones de esta semana del canciller argentino Felipe Solá en la radio El Destape parecen haber zanjado el tema. Pero si el desbocado Mauricio Claver-Carone finalmente asume la presidencia en la elección virtual de este sábado 12, la incertidumbre se trasladará a la naturaleza de su gestión. A sus manifiestas intenciones de utilizar el principal organismo financiero del continente para enfrentar a China, Cuba y Venezuela (lista que podría ampliarse) puede sumársele un frente interno en noviembre, si es que Donald Trump pierde las elecciones y Joe Biden mantiene como presidente las discrepancias sobre el asunto que mostró en campaña. De todas maneras, según Solá «el candidato estadounidense aparentemente tiene el cuórum y los números para ganar».
Luego de que la expresidenta de Costa Rica Laura Chinchilla retirara su candidatura el jueves 3 de setiembre (en protesta por la actitud estadounidense), el candidato argentino Gustavo Béliz es el único que enfrentará, ya sin chances, la contienda. Béliz tendrá, seguramente, el voto de México. El gobierno de ese país era uno de los aliados en la estrategia argentina para no dar cuórum en la elección de este sábado, pero finalmente su gobierno dirá presente y, aunque no vote al candidato de Washington, evitará así enfrentarse a Trump, con quien mantiene buenas migas en los últimos meses.
«Hubo una definición de Europa que se anticipó y que no llegó», dijo además Solá sobre la estrategia de no dar cuórum. El representante de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, se había manifestado a favor de la postergación defendida por Argentina, pero los países europeos que integran el BID como «no prestatarios» (véase «No tan rápido», Brecha, 14-VIII-20) votan a título individual. «En cuanto salió el candidato [estadounidense] en junio, rápidamente Uruguay, Brasil y Paraguay salieron a apoyarlo, y eso es una muestra de la desarticulación que tenemos en este momento frente a las cuestiones externas al Mercosur», lamentó también Solá.
Aunque la lista no es definitiva, apoyarían a Claver-Carone, al menos, Bahamas, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Panamá, Paraguay, República Dominicana, Surinam, Uruguay y también Venezuela, donde vota un representante de Guaidó (véase «Sincerar relaciones», Brecha,10-VII-20).
Este hemisferio es mío
En los últimos meses han convivido varias lecturas sobre la candidatura de Claver-Carone y el quiebre del acuerdo no escrito del BID de que la presidencia la ocupe un latinoamericano (acuerdo que es generador de jurisprudencia según el derecho anglosajón y en opinión de varios diplomáticos y políticos, como el excanciller argentino Jorge Taiana o la propia Chinchilla).
Uno de los factores que se manejan es la elección presidencial en Estados Unidos. Según el portal de ese país Politico (3-IX-20), Claver-Carone, activo militante del embargo a Cuba y enemigo de los intentos de Barack Obama por acercar posiciones con la isla, fue nombrado en 2018 director del Consejo de Seguridad Nacional para Asuntos Hemisféricos a impulsos de su amigo Marco Rubio, senador republicano por Florida. Rubio es también un «línea dura» anti-Cuba y Venezuela, y tiene gran influencia en las decisiones de la administración Trump para América, aunque dentro de las propias filas republicanas le critican ocuparse sólo de sus dos países enemigos. Florida es uno de los swing states o estados pendulares, donde a veces triunfan los demócratas y otras, los republicanos, y tiene un peso significativo en la elección. Las últimas encuestas igualan en el entorno del 48 por ciento a Biden y Trump en ese estado. Trump, que tardó en expresarse a favor de la candidatura de Claver-Carone al BID, pero luego la respaldó, pretende tener contento a Rubio para no perder votos en ese estado.
La candidatura fue sin embargo repudiada desde el comando de campaña de Biden, aunque el senador demócrata por Nueva Jersey Robert Menéndez, miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, le manifestó su apoyo. Por su parte, el vicepresidente del Comité de Asignaciones de la Cámara Alta, el demócrata Patrick Leahy, señaló que la candidatura estadounidense «no augura nada bueno en materia de apoyo de Estados Unidos al banco en los años por venir» (The New York Times, 25-VIII-20). Justamente, el Comité de Asignaciones es el encargado de aprobar el financiamiento estadounidense para el banco, lo que podría ser un palo en la rueda para los planes de Claver-Carone.
Por otro lado, el candidato de Trump cuenta, por supuesto, con el apoyo del secretario general de la OEA, Luis Almagro, que en agosto salió al cruce de Josep Borrell en Twitter por este tema. Claver-Carone jugó, según The New York Times, un papel importante consiguiendo apoyos para la reelección del uruguayo al frente de la OEA.
Su postulación debe leerse también en el marco del enfrentamiento global con China. Así lo ha declarado el propio Claver-Carone en distintas entrevistas. China no sólo es el principal socio comercial de muchos países de la región (véase «El retador», Brecha, 4-XI-20), sino que es también el mayor prestamista a nivel continental, superando al BID y al CAF-Banco de Desarrollo de América Latina sumados. Venezuela, con la menor cantidad de proyectos financiados por el BID en los últimos años, encabeza la lista de receptores de financiamiento chino con 67.000 millones de dólares, seguida por Brasil con 29.000 millones, Ecuador con 18.000 millones y Argentina con 17.000 millones, según un reciente estudio de los economistas Oscar Ugarteche y Carlos de León. A la extensión del Banco Asiático de Inversión e Infraestructura se suman la presencia, en distintos países, del Banco de Desarrollo de China, Bank of China, Exim Bank o Haitong Bank (Página 12, 26-VI-20).
En tanto, para la politóloga uruguaya María José Romero,(1) especialista en instituciones financieras, «la decisión de Estados Unidos, aunque representa una clara y significativa ruptura con la tradición, no sorprende, en particular dados los recortes de financiamiento de la administración Trump a organismos internacionales, la salida del Acuerdo de París sobre Cambio Climático y la disputa y posterior salida de la Organización Mundial de la Salud en el medio de la pandemia del covid-19. Para Trump, la presencia de su país en los organismos internacionales implica que estos deban adaptarse a los intereses de Estados Unidos y todo indica que no hay un fuerte compromiso con el multilateralismo».
Los acuerdos tácitos sobre el origen de las presidencias de los organismos financieros multilaterales ya venían siendo cuestionados en los últimos años, explicó Romero a Brecha. Así como el presidente del BID suele venir de Latinoamérica, el del Banco Mundial suele venir de Estados Unidos y el del FMI, de Europa. «La elección de 2012 del Banco Mundial contó con dos candidaturas alternativas de peso: la entonces ministra de Finanzas de Nigeria, Ngozi Okonjo-Iweala, y el exministro de Finanzas de Colombia José Antonio Ocampo. Sin embargo, se siguió con la tradición y se eligió un candidato propuesto por Estados Unidos, pese a las fuertes y crecientes críticas a lo obsoleto y poco democrático del proceso. En 2019, cuando fue elegido el actual presidente del Banco Mundial [David Malpass], las voces contrarias a la nominación de un presidente estadounidense volvieron a cobrar fuerza».(2)
Además, es importante distinguir los distintos estamentos de la gobernanza del BID, que son complejos. La asamblea de gobernadores, habitualmente integrada por los ministros de Economía de cada país miembro, se reúne una vez por año y es, según Romero, la que tiene mayor vínculo con los países. Pero la politóloga explicó que «quien lleva a cabo las operaciones en el día a día es el Directorio Ejecutivo», que está integrado por 14 miembros que representan a los 48 países miembros. «El BID funciona, como el Banco Mundial, con representantes a tiempo completo en ese directorio, que residen en Washington. Lo que sucede es que muchas veces esos directores representan a varios países al mismo tiempo, pero no están en todo momento negociando o recibiendo directrices desde sus respectivas capitales. Como el trabajo del banco es muy específico y técnico, con los años los directores ejecutivos se transforman en parte de una maquinaria internacional y se vuelven funcionarios más cercanos a la institución que a los países», apreció Romero.
¿Qué es de tu BID?
Desde junio para acá han proliferado los comunicados y pronunciamientos contrarios a la pisada estadounidense. Expresidentes, excancilleres, partidos políticos e intelectuales se manifestaron en pos de mantener una presidencia latinoamericana o caribeña en el banco(véase «No tan rápido», Brecha,14-VIII-20). Pero los cuestionamientos van más allá. Desde hace años, distintas organizaciones sociales del continente trabajan por un banco responsable a nivel social y ambiental, y cuestionan el modelo de desarrollo impulsado por sus proyectos. En agosto, 55 organizaciones indígenas, campesinas, de afectados por represas, entre otras, firmaron un comunicado (3) en el que rechazan la candidatura estadounidense y recuerdan que «en reiteradas oportunidades hemos cuestionado el modelo de desarrollo planteado por el banco, resaltando que su accionar ha generado graves impactos adversos en materia ambiental y social, ha afectado a diferentes comunidades y poblaciones locales a partir del desarrollo de políticas y proyectos extractivos».
Al menos desde 2009, la actuación del BID ha despertado importantes movilizaciones que han traído cambios en su institucionalidad. En 2008 el ejercicio anual del banco tuvo una pérdida de 1.900 millones de dólares como resultado de inversiones en «activos tóxicos» y títulos respaldados por hipotecas «basura» (Cientochenta, 26-III-09). En la asamblea de gobernadores de 2009 en Medellín, el presidente Luis Alberto Moreno y la gerencia del BID presentaron la mayor propuesta de aumento de capital en la historia del banco, por 180.000 millones de dólares, cuatro veces mayor a las solicitudes anteriores. El banco se financia con fondos públicos aportados por los países miembros y con este dinero sale luego a la búsqueda de más fondos en los mercados de capitales. En la ocasión se montó una asamblea paralela de 42 organizaciones sociales que constituyeron el Frente BID 50 (pues se celebraban los 50 años de la institución). Sus presiones dieron lugar a que el directorio abriera un amplio proceso de consulta social sobre su mecanismo de rendición de cuentas, lo que dio lugar a la creación del Mecanismo Independiente de Consulta e Investigación (veáse recuadro).
En la declaración de Cancún de 2010, los gobernadores del BID «establecieron una serie de reformas para hacer del banco una entidad más eficiente, lo cual incluye haber fijado como prioridad institucional clave el desarrollo por medio del sector privado», según señala un documento del banco. Una de las medidas propuestas implicaba «la potenciación de la efectividad en el desarrollo de las operaciones sin garantía soberana [garantía de los Estados] y la ampliación gradual de los límites prudenciales de tales operaciones, lo que incluyó también un préstamo subordinado de 500 millones de dólares del BID a la CII [Corporación Interamericana de Inversiones, institución del BID abocada a financiar el sector privado]».
La administración del Grupo BID «recomendó proceder con la alternativa de la fusión hacia afuera [de todas las actividades del banco en el sector privado], transfiriendo parte del capital necesario del BID a la CII, al reconocer que, aunque ello entrañaría costos sustanciales para los accionistas, se creía que dichos costos se verían compensados por los beneficios que se obtendrán en términos del aporte al desarrollo, la calidad de los proyectos y los socios, y el aumento de la movilización de recursos», de acuerdo al mismo documento. En octubre de 2013 la mayoría de los gobernadores apoyó la propuesta, aunque algunos «se manifestaron preocupados […] debido a su elevada necesidad de capital, a la posibilidad de que se dificultara más la coordinación y al aumento de los costos administrativos». En marzo de 2015 los gobernadores del grupo autorizaron «capital adicional por un monto de 2.030 millones de dólares para la CII, procedente en parte de nuevas contribuciones por un total de 1.300 millones de dólares y en parte de transferencias del BID por valor de 725 millones de dólares entre 2018 y 2023, sujeto a determinadas condiciones».
Este proceso se cristalizó en la creación del BID Invest, institución que forma parte del grupo, pero tiene una operatividad y gerencia propias, análogas al rol de la Corporación Financiera Internacional en el Grupo Banco Mundial. Estos cambios implicaron una profunda reestructura del banco, orientada hacia la financiación del sector privado y sus inversiones, principalmente en infraestructura. Esa reestructura fue decidida en la asamblea de gobernadores realizada en Bahía en marzo de 2014. Fue la primera vez desde 2006 que no se dio participación a las organizaciones sociales en la asamblea.
El cumpleaños número 60 del BID también fue complicado. El año pasado, fue suspendida la asamblea que estaba prevista realizar en China, seis días antes de su inicio y por impulso de Estados Unidos.
Notas
1. Coordinadora del Área de Financiamiento al Desarrollo de la Red Europea sobre Deuda y Desarrollo (Eurodad). Magíster en Ciencia Política (Udelar) y doctoranda en Economía del Desarrollo (SOAS, Universidad de Londres).
2. Véase carta en: worldbankpresident.org
3. Disponible en: fundeps.org
PD: La otra elección
Entre los objetivos del Mecanismo Independiente de Consulta e Investigación (MICI) se encuentra «servir de mecanismo y proceso independiente con respecto a la administración para investigar denuncias de reclamantes en las que se alegue un daño producido por un proyecto financiado por alguna de las instituciones del Grupo y en el que se presuma que las políticas operativas que las rigen no han sido cumplidas».
Aunque persisten críticas sobre la independencia del mecanismo, su puesta en funcionamiento es considerada un significativo avance en materia de rendición de cuentas del BID. Ante este mecanismo ha recurrido, por ejemplo, el Movimiento Ríos Vivos de Colombia, que nuclea a las comunidades que se han visto afectadas por la temeraria represa Hidroituango, en el valle del río Cauca (véase «Esperando lo peor», Brecha, 8-VI-18). En ese caso el MICI desestimó investigar el papel del BID, aduciendo que ya está investigando el reclamo presentado ante BID Invest. El grupo financió estudios previos del proyecto y canalizó hacia allí fondos de otros bancos. El plazo marcado en la web del MICI para presentar los resultados de esa investigación (que son enviados al directorio del banco, el que aprueba o no sus recomendaciones) es el 18 noviembre de 2020.
Vencido el mandato de la directora del MICI, Victoria Márquez-Mees, el directorio del banco nombró interinamente (por la pandemia) el 1 de julio a Arantxa Villanueva Hermida, abogada especializada en derechos humanos que trabaja en el MICI desde 2013. Está previsto que la nueva dirección efectiva sea nombrada antes de fin de año, en un proceso en el que las distintas organizaciones que le llevan el apunte al banco pretenden que sea participativo y transparente.
También al MICI piensa acudir la organización de vecinos uruguaya No al Tren de UPM, según contó a Brecha el ambientalista Víctor Bacchetta. En agosto los vecinos afectados presentaron una carta ante el representante del BID en Uruguay, Matías Bendersky. BID Invest otorgó 461 millones de dólares para la construcción del denominado Ferrocarril Central.
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