Fuente: https://elsudamericano.wordpress.com/2022/07/29/la-cuarta-guerra-mundial/
LA CUARTA GUERRA MUNDIAL
Quizás el momento más relevante de la actividad política sea precisamente aquel en que la praxis nos demanda teorizar sobre los límites de nuestra propia actividad.
Se ha dicho, –y bien dicho–, que una cosa es “pensar” la totalidad en automovimiento y otra al cabo muy diferente es la creación de una nueva realidad orgánica. Y que Poiesis es también Cultura [Kultur], Estética, Estilo, ‘tradición’, rememoración/conmemoración/re-creación [re-creare]. Sin embargo el aspecto enajenado de la política burguesa obtura cualquier forma de creación social antagónica con un sinnúmero de amenazas y condicionamientos.
“El pasado oprime la cabeza de los vivos”, estas más o menos y puestas al lenguaje de la época, son las palabras de un filósofo en todo el sentido humano de la palabra.
Así como la muerte es la negación absoluta de vida, de esa misma manera el trabajo enajenado es la negación de la libertad. Cuando en la política cotidiana la clase burguesa se arroga el derecho de matar de guerra, de enfermedad o de hambre en defensa de sus intereses, niega con esa misma lógica maquinista y alienante, su propia razón de existir. La necesidad inmediata, urgente y (también) –por los mismos medios–, de su desaparición histórico-concreta.
El capitalismo cambia de rostro y lo que emerge es la mueca del viejo vampiro que atesora en su decrepitud, las astucias de la eterna juventud.
¿Que significa todo esto en términos políticos y qué tiene que ver con la crisis del gobierno de Argentina? ¿Que tiene que ver el autogolpe palaciego de la CIA en Argentina con la quema de millones de hectáreas de trigo en Ucrania por parte del régimen criminal de los fascistas de Kiev? ¿Que tienen qué ver el precio del pan con la deuda externa?
El capitalismo en todas sus dimensiones, atraviesa una crisis económica estructural que anuncia urgencias que son –en todos los análisis– imposibles de resolver en los actuales marcos del sistema.
La respuesta es la guerra. Pero esta vez… ésta guerra es sin límites. Es, como indica siempre la dialéctica histórica implícita en el desarrollo de las determinaciones, la suma y el total de todas las guerras de toda la historia de la industria humana conocida.
No es casual que Karl Marx utilice como sinónimos “guerra colonial” y “Industria humana de la matanza” o “industria humana del crimen”.
Industria es, incluso antes que el mercado capitalista, una dimensión específicamente humana en tanto relación absoluta y determinada con la Naturaleza. Es concreta y sensorial-espacial, es decir en grandes rasgos, que la psicológica humana, –y hablamos de psicología de masas–, construyó para soportar las consecuencias de la explotación asalariada una dimensión real de existencia subjetiva que le permita cohabitar un mundo con sus opresores. Es el aspecto esquizoide de la obediencia condicionada. Sufrir la vida. Vivir la muerte. En esto, Ni Más Ni Menos, consiste la ofensiva desesperada de los mercenarios corporativos de la política burguesa, en defensa del derecho a ejercer autoritaroriamente el poder político contra las mayorías trabajadoras del mundo: es la declaración de guerra del Capital.
Osea: todos los capitalistas del mundo y los asteroides aledaños, contra la condición humana.
Si.
Lo que queríamos decir es lo que estamos diciendo… Es la declaración de la cuarta Guerra Mundial.
El nivel de compromiso de sujetos como Elon Musk en la guerra fascista del régimen de Kiev contra el Dombass o en los acontecimientos golpistas en Bolivia, nos brinda una ventana por la cual observar el mundo futuro que imaginan.
Aparecen decimos nosotros, dos proyectos. Uno el de las élites de Wall Street y el Pentágono: de un futuro imperial militarista que intenta reinstalar condiciones de trabajo serviles y métodos de obediencia política premodernos. Es decir arrebatar, prohibir y deshistorizar, –negándolas en la práctica y falazmente en términos ideológicos, todas y cada una de las conquistas proletarias. En esto las burguesías locales cumplen un rol protagónico en el control del terror represivo, la propaganda anticomunista y la administración de la renta criminal de los territorios colonizados.
Dos siglos y medio de racionalidad política radicalmente humanizante están siendo puestos en tela de juicio por la amenaza de una guerra de consecuencias apocalípticas. El otro futuro es aún porvenir.
El capitalismo planificado no es solo una imposibilidad técnico-científica sino un horizonte políticamente totalitario y anticomunista. El orden capitalista no puede, no sabe y como es lógico, no quiere planificar su derrumbe y caída.
Hoy, son muchos los hombres y mujeres, que solo consiguen asomarse al futuro desde el fatalismo burgués, –aquel del que hablara George Lukács–, que construyen bunkers, mientras otros construyen palacios medievales recreando el trabajo servil y añorando un pasado de ignorancia y brutalidad. Nosotros, los hijos de los guerrilleros, los revolucionarios que somos, junto a nuestro pueblo, construimos Identidad. Racionalidad antisistema. Cultura de la resistencia.
No es posible luchar contra el Fascismo sin combatir contra el capitalismo. Ambos son los rostros de la inmensa sombra de la muerte.
Nuestro amor y nuestra lucha está con las milicias populares del Dombass. Nuestra solidaridad con las tropas antifascistas es incondicional y no será sometida a ninguna revisión. Nuestro orgullo es servir a la causa de los pueblos.
Rusia, su pueblo y su ejército, y por tanto su gobierno de coalición, representan hoy en todos los campos de batalla, el único aliado posible, confiable y aceptable para la clase obrera.
Esa es nuestra palabra. Si es digna y justa será entonces oportuna.
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