La correspondencia Baran-Marcuse

El Sudamericano

Monthly Review

Traducción al español: AQUÍ

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Paul A. Baran y Herbert Marcuse fueron amigos íntimos de toda la vida. Ambos habían trabajado en el Instituto de Investigación Social de Frankfurt, en la Alemania prehitleriana, y posteriormente emigraron a Estados Unidos: Marcuse para convertirse en profesor de filosofía en la Universidad Brandeis y Baran para convertirse en profesor de economía en Stanford. Mantuvieron correspondencia frecuente y se reunieron siempre que fue posible hasta el fallecimiento de Baran en marzo de 1964. (Para más información sobre su relación, véase el número de marzo de 2014 de Monthly Review).

Como parte del homenaje conmemorativo de la Fundación Monthly Review a Baran en el 50.º aniversario de su muerte, publicamos en el sitio web de MR lo que hemos titulado «La correspondencia Baran-Marcuse». Esta correspondencia no pretende ser completa y es muy posible que existan otras cartas entre estos dos pensadores en otros lugares. Sin embargo, las cartas aquí incluidas constituyen un todo, ya que consisten en el contenido de un archivo denominado “Marcuse” que se encuentra en los Documentos de Baran, conservados por Nicholas Baran y la Fundación Monthly Review.

Si bien la «Correspondencia Baran-Marcuse» tiene una considerable importancia histórica y teórica, dudamos en publicarla, ya que incluía duras críticas a importantes figuras intelectuales, como Max Horkheimer, Theodor Adorno, Erich Fromm y otros. Sin embargo, partiendo del principio de que medio siglo es tiempo suficiente para publicar documentos delicados, y reconociendo que las críticas eran de naturaleza intelectual, hemos decidido publicarlas en este momento.

Los diversos intercambios entre Baran y Marcuse fueron un esfuerzo –como observa Baran, citando a Marx– por desarrollar la autocomprensión. Como se ha señalado, estas cartas contienen fuertes críticas a otras figuras intelectuales importantes con las que tuvieron contacto. Además, Baran y Marcuse no dudaron en debatir abiertamente, algo que fue posible gracias a su mutua comprensión. Estas disputas, como dijo Marcuse, permanecieron como un asunto interno, sin afectar sus fuertes puntos en común con respecto al mundo exterior. Esto les permitió abordar crítica y dialécticamente temas cruciales, como la Guerra Fría, la Unión Soviética, Stalin, el capitalismo monopolista, el imperialismo, el arte, Freud y, sobre todo, cuestiones de la clase obrera y la conciencia revolucionaria. Sin embargo, cabe recordar que estas cartas no fueron escritas con la intención de publicarlas. En ese sentido, su rico contenido, sin censura, cobra aún mayor valor como guía para comprender las incertidumbres, aspiraciones y el fervor revolucionario con el que ambos abordaron el mundo.

Para facilitar su presentación, las cartas se han dividido en dos categorías: (1) las escritas en inglés (en su mayoría cartas anteriores), y (2) las escritas en alemán y traducidas por Joseph Fracchia. Las cartas originales en alemán también se publican en un documento aparte.

John Bellamy Foster

 

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