Mientras las instituciones europeas comienzan otro período de cinco años en Bruselas, vale la pena destacar hasta qué punto la UE es cómplice del genocidio.
Apoyo político
Tras los atentados del 7 de octubre, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, publicó una imagen de la sede de la CE en Bruselas iluminada con la bandera israelí en la que se declaraba: «Israel tiene derecho a defenderse, hoy y en los próximos días. La Unión Europea está con Israel» . Esto supuso la aprobación de la UE para que Israel inicie su campaña militar en Gaza. En las primeras 24 horas murieron 400 palestinos.
El 11 de octubre, Ursula von der Leyen se unió a la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel , y a Haim Regev, embajador de Israel en Bruselas, en un «momento solemne» celebrado en la explanada del Parlamento Europeo para conmemorar únicamente a las víctimas israelíes, aunque para entonces ya habían muerto 1.100 palestinos.
Dos días después, el 13 de octubre, von der Leyen y Metsola aterrizaron en Israel para una sesión de fotos con los líderes israelíes y les dijeron que Israel tiene «el derecho y el deber de responder al acto de guerra de Hamás».
Durante semanas, los líderes europeos discutieron sobre cuestiones semánticas antes de finalmente pedir «corredores humanitarios y pausas» sugiriendo que el genocidio está bien siempre que Israel se tome un descanso de vez en cuando. El bloque tardó hasta el 21 de marzo en pedir un alto el fuego, una medida que, según afirmó el presidente Charles Michel, convertía a la UE en «un actor creíble». Para entonces, más de 31.000 palestinos habían sido asesinados, Gaza había quedado reducida a escombros y la hambruna se había apoderado de la Franja, afectando a sus 2,3 millones de habitantes. El Parlamento Europeo fue ligeramente más rápido al pedir un alto el fuego el 28 de febrero, pero un día después rechazó abrumadoramente una resolución que pedía un embargo de armas.
Tras las elecciones europeas de junio, los líderes de la UE devolvieron a Von der Leyen y Metsola a sus puestos en la Comisión y el Parlamento, mientras que Charles Michel sigue ostentando la presidencia del Consejo Europeo. El 13 de agosto mantuvo una conversación telefónica con el primer ministro israelí Netanyahu.
Soporte material
La guerra genocida de Israel contra Gaza es posible únicamente gracias a las armas suministradas por los Estados occidentales. Si bien se presta mucha atención a Estados Unidos como principal proveedor de armas a Israel, los Estados miembros de la UE ocupan el segundo lugar. Alemania suministró el 30% de las armas de Israel entre 2019 y 2023 y sus exportaciones a Israel en 2023 ascendieron a 326,5 millones de euros, lo que se multiplicó por diez respecto al año anterior, y la gran mayoría de las licencias se aprobaron después del 7 de octubre. Además, gran parte del armamento suministrado por Estados Unidos está equipado con componentes fabricados en Europa. Además, los Estados miembros de la UE facilitan el tránsito de los envíos de armas estadounidenses a través de su territorio de camino a Israel.
Durante años, las entidades israelíes han tenido vía libre para acceder a la financiación de la UE para la investigación, a pesar de que quienes reciben ese dinero suelen estar directamente relacionados con el Estado de apartheid y el aparato militar de Israel. Esto ha continuado desde el 7 de octubre, con al menos dos proyectos de investigación que financian directamente a Israel Aerospace Industries (IAI), una de las mayores empresas armamentísticas de Israel. Además de financiar directamente a las empresas armamentísticas israelíes mediante subvenciones para la investigación o mediante la compra de equipos militares como drones, al menos 426 millones de euros de dinero público europeo se destinan a empresas armamentísticas europeas que arman a Israel.
La complicidad de la UE en el genocidio parece que va a continuar
Aunque las relaciones entre la UE e Israel se basan en el Acuerdo de Asociación, que contiene una cláusula de derechos humanos, la UE no la ha invocado y ha preferido adoptar una actitud de «no hacer nada» con respecto a Israel, que comete un genocidio. Al hacerlo, la Unión ha abandonado la fachada de su preocupación por los derechos humanos y el Estado de derecho y ha dejado al descubierto su núcleo racista e imperialista.
En cada oportunidad, la UE ha demostrado que no está dispuesta a imponer sanciones, un embargo de armas o prohibir el flujo de armas estadounidenses a través de Europa con destino a Oriente Medio. Teniendo en cuenta que los mismos genocidas belicistas han vuelto a sus puestos en Bruselas, es poco probable que el apoyo institucional de la UE al genocidio cambie en un futuro próximo.
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Imagen destacada: El presidente israelí, Isaac Herzog (centro), se reúne con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen (derecha), y la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola (izquierda), en Tel Aviv, Israel, el 13 de octubre de 2023. [Unidad de Portavoces de las FDI – Agencia Anadolu]
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