Eugenio Fernández
La Liga para la Protección de los Presos Saharauis en las Prisiones Marroquíes (LPPS) ha presentado su informe anual sobre 2023, revelando la alarmante situación de los presos políticos saharauis. Este documento es fruto del seguimiento diario y la comunicación constante con los familiares de los presos, recogiendo datos exhaustivos sobre violaciones de derechos humanos.
Detenciones políticas y juicios farsa
El informe destaca que la detención política sigue siendo una práctica sistemática utilizada por las autoridades marroquíes para silenciar a los saharauis que luchan por la independencia del Sáhara Occidental. Estas detenciones, acompañadas de juicios farsa, se basan en informes falsificados y declaraciones obtenidas bajo tortura. Durante 2023, se documentaron numerosos casos de detenciones arbitrarias y procesos judiciales injustos.
Entre los ejemplos más significativos está el caso de Abdetaouab Tarqzi, detenido en abril de 2023 por exigir el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui. También se documentaron casos como el del periodista Yahdih Sabi, quien, tras dos años en prisión, fue liberado después de sufrir múltiples huelgas de hambre en protesta por la privación de sus derechos.
Los presos políticos saharauis enfrentan serias violaciones a su derecho a recibir atención médica adecuada. El informe cita 18 casos de negación de tratamiento médico y condiciones de detención deplorables. Por ejemplo, Sidi Abdallahi Abbahah sufrió deterioro de su salud sin recibir atención médica adecuada, y Brahim Ismaili se vio obligado a boicotear las comidas debido a la falta de alimentos compatibles con sus necesidades médicas.
Derecho de visita y malos tratos
El derecho de los presos a recibir visitas de sus familiares es frecuentemente violado. Casos como el de Naama Asfari, cuyo derecho a recibir visitas de su esposa fue negado desde 2016, ilustran esta situación. Además, se documentaron numerosos incidentes de malos tratos y uso excesivo de la fuerza por parte del personal penitenciario, como la agresión física a Mohamed Bani por parte de un funcionario de la prisión.
Condiciones inhumanas
Los presos saharauis a menudo son sometidos a condiciones de aislamiento extremo, que pueden durar años. Esta práctica, considerada como tortura por las Naciones Unidas, es común en las cárceles marroquíes. El informe detalla casos de presos como Abdallahi Abbahah y Mohamed Lamine Hadi, quienes han estado en aislamiento por más de seis años.
El informe también denuncia la confiscación del derecho a la educación y a la comunicación con el mundo exterior. Presos como Abdallahi Lakhfaouni han sido privados de su derecho a estudiar, mientras que otros, como El Bachir Khadda, enfrentan obstáculos para completar sus estudios superiores. Las administraciones penitenciarias marroquíes frecuentemente impiden que los presos se comuniquen con sus familias y abogados.
El informe concluye que la política de detención y maltrato de activistas saharauis es una estrategia sistemática del Estado marroquí para reprimir la lucha por la autodeterminación del Sáhara Occidental. La LPPS hace un llamado urgente a la comunidad internacional para que intervenga y presione a Marruecos para poner fin a estas violaciones de derechos humanos.
Entre las recomendaciones se destaca la necesidad de liberar a todos los presos políticos saharauis, establecer un mecanismo internacional independiente para garantizar juicios justos, y asegurar que los presos reciban un trato humano conforme a las normas internacionales.
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