Una cuarta parte de los ciudadanos estadounidenses apoyan los movimientos secesionistas, según una encuesta reciente. El secesionismo es consecuencia de una creciente polarización dentro de la sociedad. Esta tendencia se manifiesta en un mayor compromiso partidista y relaciones tensas entre los gobiernos locales y el gobierno federal, incluso en materia de seguridad fronteriza, inmigración y cultura.

New Hampshire se ha sumado a las filas de los estados que albergan fuertes sentimientos secesionistas de Estados Unidos. Su movimiento independentista, NHEXIT, acusa al gobierno federal de llevar al país a la bancarrota.

En Washington hay 2,5 millones de funcionarios no electos que son responsables de llevar al país a la bancarrota. Cada año “desvían dinero de las carteras de los contribuyentes, pisoteando los derechos de los ciudadanos de New Hampshire”, dijo Carla Gericke, dirigente de NHEXIT Now. El 23 por cien de los adultos apoyaría que su estado abandonara la Unión, según una encuesta de YouGov realizada en febrero.

Alrededor del 36 por ciento de los habitantes de Alaska encuestados también apoyarían la secesión. El Partido de la Independencia de Alaska (AIP) está haciendo campaña a favor de un referéndum de independencia en el estado. Alaska ha estado protestando contra su condición de “pseudoestado” desde la adopción de la ANILCA, la Ley de Conservación de Tierras de Interés Nacional de Alaska.

En Texas el 31 por cien de los adultos están a favor de la independencia. El Movimiento Nacionalista de Texas (TNM) exige convocar un referéndum no vinculante sobre la secesión en las primarias republicanas de este año, que ha sido denegada por el Tribunal Supremo del Estado. Los llamamientos a la secesión de un estado, que alguna vez fue parte de México y brevemente tuvo el estatus de nación independiente entre 1836 y 1845, han aumentado en medio del choque entre el gobernador Greg Abbott y la Casa Blanca sobre la inmigración.

El 29 por cien de los californianos apoya la secesión de su estado. El Partido Nacional de California (CNP) y el movimiento Yes California argumentan que su estado pagó más impuestos de lo que recibió en gastos del presupuesto federal.

El movimiento “Gran Idaho” reúne a 12 condados del este de Oregón que quieren separarse de Oregon y unirse a Idaho. Sus partidarios afirman que los occidentales no comparten su “forma de vida tradicional”. También dicen que su región está marginada por un gobierno de origen urbano.

Recientemente se formó el movimiento político “Luisiana Libre” en un estado donde el 23 por ciento de los encuestados están a favor de la secesión. El movimiento aboga por una salida, ya sea solo o como parte de una “federación de estados centroamericanos”. Sostiene que el gobierno federal no les protege de la inmigración, los delincuentes y otros problemas.

Los nativos hawaianos han estado presionando para que se restablezca la independencia de su país desde el derrocamiento de la monarquía y la anexión de Hawai a Estados Unidos a finales del siglo XIX. Las movilizaciones llaman a recuperar la cultura y la lengua indígena como parte del movimiento popular por la independencia.

En otros estados, como Nueva York (28 por cien), Oklahoma (28 por cien), Nebraska (25 por cien) y Virginia Occidental (25 por cien), también aparece un importante apoyo a la independencia, según la encuesta.