Fuente: https://mpr21.info/kennedy-otra-vez-un-proscrito-para-la-casa-blanca/ mpr21
Desde que Robert Kennedy anunció que se postulaba como candidato a la elecciones presidenciales por el partido demócrata, es decir, contra Biden, el New York Times no se cansa de publicar artículos en su contra. Aunque la mayor parte de ellos se incluyen entre las noticias, no son otra cosa que editoriales y artículos de opinión, sesgados y manipulados.
El 11 de julio el columnista Farhad Manjoo titulaba uno de ellos “Por qué me arrepiento de haber debatido con Robert F. Kennedy Jr”. Se refería a una polémica de 2006 sobre la legitimidad de la victoria electoral de Bush sobre Kerry dos años antes (1).
La moraleja del plumífero no dejaba lugar a dudas: Kennedy se muestra crítico hacia todo y pone en duda hasta los resultados de las elecciones. “Discutir las elecciones simplemente no es bueno para la democracia”, dice Manjoo.
Por definición, en una democracia no hay pucherazos y todos deben aceptar los resultados electorales, por más que los fraudes se multipliquen, una convocatoria detrás de otra.
En 2020 les tocó el turno a los republicanos, que protestaron por el pucherazo de los demócratas, llegando al extremo de simular un intento de golpe de Estado del que acusaron a Trump.
Manjoo escribe sin frenos y llama conspiranoico a Kennedy porque, por definición, en una democracia no caben dudas ni vacilaciones. Por eso los pucherazos se reparten entre los dos partidos. En unas elecciones les toca a los demócratas y las siguientes a los republicanos.
Con la ciencia pasa lo mismo que con la democracia. Es algo de lo que nadie debe discutir, sobre todo si no tiene títulos académicos. Por definición, a Kennedy lo tienen etiquetado como antivacunas y no sirve de nada que él lo desmienta cada vez que tiene una oportunidad.
Las personas que opinan así son proscritos, por definición, y nadie debería debatir con ellos. La consigna es “las vacunas salvan vidas” y la democracia no está para hablar, sino todo lo contrario: para tapar la boca a los disidentes.
El pretexto de la desinformación es una variante y un pretexto para la censura y, según el New York Times, el candidato Kennedy es un propagador de falsedades, por lo que debe ser silenciado (2). Siempre que tiene oportunidad, Kennedy afirma que la CIA mató a su tío en 1963. Es otra teoría de la conspiración a la que nadie debería prestar atención.
En fin, nada de lo dice Kennedy es cierto, ni está demostrado, ni tiene pruebas. “Es un excéntrico. Sus puntos de vista son una mezcolanza de fantasías de derecha mezcladas con restos del progresista que una vez fue”, asegura Paul Krugman en el mismo periódico (3). Quien se mantiene siempre fiel al progresismo es, sin duda, el New York Times, de cuyas opiniones no cabe dudar.
Además es un perdedor porque las opiniones favorables a las vacunas van ganando, dice otro artículo (4). Como en cualquier deporte, lo importante es el resultado. Quizá el otro equipo jugó mejor y mereció ganar, pero perdió. No hay que darle más vueltas. “No se preocupe por los escépticos”, dice la firmante. No discuta con ellos, no polemice, no trate de convencerles. No merece la pena porque ¡vamos ganando adeptos a las vacunas!
A estas alturas, la manipulación del New York Times es evidente porque hoy el foco de atención se ha trasladado de las vacunas a la Guerra de Urania, donde las posiciones de Kennedy tampoco gustan nada a los carniceros y los traficantes de armas.
Quizá el New York Times tenga suerte y el partido demócrata no designe a un proscrito como Kennedy. Se va a librar de tener que debatir. Cuando se trata de repetir el mismo mensaje una y otra vez, todo es mucho más sencillo. No hay que ponerse a pensar. Les basta con un candidato senil como Biden. Es mucho más fácil de manejar.
(1) https://www.nytimes.com/2023/07/11/opinion/conspiracy-theory-debate-rfk.html
(2) https://www.nytimes.com/2023/07/06/us/politics/rfk-conspiracy-theories-fact-check.html https://archive.is/NFgLW
(3) https://www.nytimes.com/2023/07/06/opinion/robert-kennedy-jr-silicon-valley.html
(4) https://www.nytimes.com/2023/07/05/opinion/kennedy-vaccines.html