Nicolás Mwangi / Peoples Dispacht

La reciente visita de Estado de cinco días del Presidente William Ruto a China marcó una profundización significativa de las relaciones entre Kenia y China, que culminó con la firma de más de 20 acuerdos bilaterales.

El presidente keniano, William Ruto, concluyó la semana pasada una visita de Estado de cinco días a China, su tercera desde que asumió el cargo, en un momento en que el país enfrenta graves desafíos económicos internos. La visita propició la profundización de los lazos de Kenia con Pekín y dio como resultado la firma de más de 20 acuerdos bilaterales en materia de infraestructura, comercio, salud, educación y tecnología digital. Kenia se enfrenta actualmente a graves desafíos económicos, como la creciente deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, así como la imposición de nuevos aranceles y la suspensión de la ayuda por parte de la administración Trump en Estados Unidos.

“La asociación estratégica entre Kenia y China es permanente, se centra en las personas y continúa generando situaciones prácticas, tangibles, impactantes y sostenibles de beneficio mutuo”, afirmó el presidente Ruto durante la visita.

Resucitando grandes proyectos de infraestructura

Un objetivo clave de la visita fue revitalizar las iniciativas de infraestructura a gran escala, en particular el estancado Ferrocarril de Ancho Estándar (SGR). Iniciado inicialmente durante el gobierno del expresidente Uhuru Kenyatta, el SGR sufrió reveses debido al aumento de la deuda y la escasez de financiación. China se ha comprometido ahora a apoyar su ampliación desde Naivasha hasta Malaba, una ruta vital para el comercio y la integración regional.

Según una declaración conjunta de la Oficina del Portavoz de la Casa Estatal, Hussein Mohamed , los dos gobiernos acordaron la implementación de “proyectos de desarrollo de conectividad estratégica”, incluida la extensión del SGR, la duplicación de la autopista Nairobi-Nakuru-Mau Summit-Malaba, el Kiambu-Northern Bypass, el Eldoret Bypass y la construcción del Puente Nithi.

Una alianza estratégica para una “nueva era”

La visita también condujo a la elevación de las relaciones entre Kenia y China a la categoría de Asociación Estratégica Integral en la Nueva Era, lo que marca una mejora simbólica y estratégica. Los acuerdos firmados reflejan esta relación fortalecida, abarcando sectores como infraestructura, cooperación comercial y cultural, e intercambios interpersonales.

“En el Gran Salón del Pueblo en Pekín, el presidente Xi Jinping y yo presenciamos la firma de 20 acuerdos comerciales y memorandos de entendimiento para promover diversos sectores de nuestra economía, en línea con nuestra cooperación en la Iniciativa del Cinturón y la Ruta”, escribió Ruto en X el 23 de abril.

La retórica del beneficio mutuo y la solidaridad en el Sur Global enmarcó muchos de los compromisos. Uno de los acuerdos, el Proyecto TVET III, busca combatir el desempleo juvenil impulsando la formación profesional y la educación técnica.

Entre los acuerdos también se encontraba el Proyecto de Mejora del Sistema de Transporte Inteligente y los Cruces de Nairobi, diseñado para modernizar la gestión del tráfico y reducir la corrupción relacionada con la recaudación manual de multas. China también prometió subvenciones para mejorar la infraestructura hospitalaria y expresó su interés en la fabricación de productos farmacéuticos, en consonancia con los objetivos de Cobertura Sanitaria Universal (CSU) de Kenia.

“Nuestros socios chinos invertirán importantes recursos para mejorar nuestra infraestructura vial, educación, salud, agricultura, economía azul, energía verde y sectores de TIC”, afirmó Ruto en una publicación .

Otro punto destacado fue la firma de un Acuerdo Marco de Asociación Económica para el Desarrollo Compartido, cuyo objetivo es ampliar el acceso al mercado para las exportaciones kenianas, como el té, el café, el aguacate y la macadamia. Históricamente, estas exportaciones han tenido dificultades para penetrar en los mercados asiáticos a pesar de la creciente demanda.

“También nos comprometemos a concluir rápidamente un acuerdo de libre comercio entre nuestros dos países”, dijo Ruto después de su reunión con el primer ministro chino, Li Qiang, una medida que, de concretarse, diversificará la cartera de exportaciones de Kenia y reducirá la dependencia de los mercados occidentales.

Equilibrio entre los poderes globales

El presidente Ruto también aprovechó la visita para articular la postura de Kenia sobre cuestiones geopolíticas clave. Durante sus compromisos en Pekín, reafirmó su apoyo a la política de una sola China, la solución de dos Estados para Israel y Palestina, y el diálogo diplomático en el conflicto entre Rusia y Ucrania.

Sin embargo, el enfoque general de política exterior de Ruto a menudo ha resultado inconsistente, con alianzas cambiantes y ambigüedad estratégica. El momento del viaje a China es notable, apenas meses después de su visita de Estado a Washington en mayo de 2024, que incluyó una bienvenida de alfombra roja por parte de la administración Biden y conversaciones sobre la designación de Kenia como aliado no perteneciente a la OTAN.

Es posible que se estén gestando tensiones con Washington. El 8 de abril, el presidente estadounidense Donald Trump impuso un arancel del 10 % a las importaciones kenianas. Por lo tanto, los compromisos de Ruto con Pekín podrían interpretarse como parte de una estrategia de cobertura ante la dinámica cambiante en Occidente.

Los analistas argumentan que esta diplomacia de doble vía refleja la ambición de Ruto de posicionar a Kenia como una potencia no alineada pero comprometida globalmente, capaz de obtener beneficios tangibles para el desarrollo, a la vez que se resiste a la dependencia de un solo bloque. Si bien el presidente Ruto ha insistido repetidamente en que Kenia “no mira ni al Este ni al Oeste, sino al futuro”, la estrecha relación del país con las potencias occidentales es innegable. Y podría estar aprovechando las alianzas occidentales y orientales, al tiempo que proyecta una narrativa de desarrollo pragmático y no alineado.

Ruto y el presidente Xi Jinping también reafirmaron su compromiso con un orden global más equitativo. «Seguiremos impulsando el fortalecimiento y la reforma de las Naciones Unidas, en particular del Consejo de Seguridad, para que sea más representativo y responda mejor a las realidades actuales», señaló Ruto .

Apuestas nacionales: 2027 a la vista

De vuelta en Kenia, la visita a China se interpreta tanto como una necesidad de política exterior en un mundo cambiante como una medida política calculada de cara a las elecciones generales de 2027. Ante la creciente presión interna sobre el coste de la vida, el estancamiento de la infraestructura y el desempleo juvenil, la capacidad de Ruto para cerrar acuerdos de desarrollo externos podría ser políticamente ventajosa para su régimen, generando un desarrollo tangible.

Sin embargo, la controversia no tardó en llegar. El secretario del primer gabinete, Musalia Mudavadi, condenó la visita planeada a Taiwán por parte de un grupo de parlamentarios kenianos mientras Ruto aún se encontraba en Pekín, afirmando que habría sido una “acción provocadora” y diplomáticamente irresponsable.

En los próximos meses y años previos a las próximas elecciones, los kenianos estarán atentos no solo a las nuevas carreteras y líneas ferroviarias, sino también a las señales de una verdadera transformación económica: creación de empleos, expansión de los mercados y mejoras en la calidad de vida. Por ahora, el presidente Ruto regresa a casa con nuevos acuerdos y titulares esperanzadores. Queda por ver si estos se traducen en beneficios a largo plazo.