En Kanaky, el Frente Kanak y Socialista de Liberación Nacional (FLNKS) hace sonar la alarma y pide al Estado colonial francés que no eche más leña al fuego en la tribu Saint-Louis. Este domingo 29 de septiembre, mientras la comunidad llora la muerte de dos jóvenes asesinados a tiros por la policía el 19 de septiembre, el FLNKS se opone firmemente a una nueva intervención represiva de los gendarmes en este bastión independentista.

Los funerales de las dos jóvenes víctimas tuvieron lugar este domingo y la gendarmería había acordado «suspender las operaciones durante el período de duelo». Pero a este respiro temporal, que finaliza el lunes, podría ir seguido de una nueva ola de violencia, mientras las fuerzas coloniales pretenden perseguir a jóvenes activistas canacos acusados ​​de abusos.

Desde el 13 de mayo, cuando comenzaron los disturbios vinculados a un proyecto de reforma constitucional, el pueblo canaco vive bajo la constante amenaza de la represión armada. Un proyecto que no es más que una maniobra para reforzar el control colonial sobre el archipiélago. Los jóvenes de Saint-Louis, que resisten a esta represión, son hoy el objetivo directo de la policía francesa, pero los líderes tradicionales han iniciado una mediación para evitar una escalada del conflicto.

El FLNKS, en conversación con el Alto Comisionado Louis Le Franc, denuncia el ultimátum planteado por el Estado colonial. Este último planea una intervención armada a partir del lunes 30 de septiembre, amenazando así con comprometer todos los esfuerzos de distensión y provocar un mayor derramamiento de sangre. El FLNKS advierte de las consecuencias de una acción tan violenta, que sólo reavivaría la lucha legítima del pueblo canaco por su autodeterminación.

Mientras las autoridades francesas se preparan para volver a atacar, los separatistas canacos siguen exigiendo paz y respeto a su soberanía. Ésta es su tierra, su lucha, y ninguna represión puede sofocar su aspiración de libertad.