El líder supremo iraní, Ali Jamenei, advirtió a Estados Unidos el 21 de marzo que recibirá “una dura bofetada” si lleva a cabo cualquier ataque contra la República Islámica.

“Los estadounidenses deben saber que recibirán una severa bofetada si cometen cualquier acto malvado contra el pueblo iraní”, dijo el Líder Supremo. 

Al enfrentarse a Irán, nunca se puede llegar a una conclusión mediante amenazas. Ustedes y los demás deben saber que recibirán un golpe severo y devastador si cometen cualquier acto insensato contra el pueblo iraní, añadió. 

Continuó diciendo que “los enemigos están librando una guerra psicológica… pero sin éxito”. 

“El pueblo yemení tiene sus propias motivaciones, y los grupos de resistencia en la región también tienen sus propios objetivos. Irán no necesita intermediarios”, afirmó Jamenei, en respuesta a las recientes amenazas de Estados Unidos a Irán sobre sus vínculos con las Fuerzas Armadas de Yemen (YAF) y el movimiento de resistencia Ansarallah. 

El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, dijo un día antes que Teherán responderá a una carta reciente enviada por el presidente estadounidense Donald Trump en los próximos días, y que la respuesta considerará todos los aspectos de la carta, incluidas sus “amenazas u oportunidades”. 

También reiteró que Irán no negociará con Estados Unidos sobre la cuestión nuclear en las circunstancias actuales. 

“Nuestra política se basa en la salvaguarda de nuestros intereses nacionales, y la política de máxima presión no es nueva para nosotros”, afirmó. 

Trump declaró a principios de marzo que envió una carta a los líderes iraníes amenazándolos con negociar o arriesgarse a un ataque a su programa nuclear. «Les escribí una carta diciéndoles que espero que negocien porque si tenemos que intervenir militarmente, será terrible para ellos. Hay dos maneras de controlar a Irán: militarmente o llegar a un acuerdo», declaró el presidente el 7 de marzo.

Teherán ha criticado repetidamente a Washington por instar a las negociaciones nucleares y, al mismo tiempo, reanudar una guerra económica en toda regla contra el país como parte de la política de sanciones de Trump. 

Varios funcionarios, incluido  el presidente de Irán,  han prometido repetidamente no negociar bajo sanciones y amenazas. 

Teherán insiste en que su programa nuclear es completamente pacífico, de acuerdo con una fatwa religiosa contra las armas de destrucción masiva, así como con el hecho de que es signatario del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP). 

Sin embargo, enfrenta constantes amenazas de ataque por parte de Israel. Informes del mes pasado, citados por la inteligencia estadounidense, indican que Israel está considerando seriamente atacar instalaciones nucleares iraníes, lo cual podría ocurrir este año.

“Advierto a todos los enemigos que cualquier amenaza que se lleve a cabo (contra Irán) provocará una reacción dura, decisiva y devastadora”, prometió el 16 de marzo el comandante del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI), el mayor general Hossein Salami.