Fuente: La Jornada/Reuters Lunes 7 de septiembre de 2020, p. 32
Tengo grapas en la espalda y en el maldito estómago… hasta respirar duele, dice Jacob Blake
Washington. Jacob Blake, quien recibió siete disparos en la espalda de un policía blanco en el condado de Kenosha, Wisconsin, habló por primera vez desde su cama de hospital, en momentos en que las manifestaciones contra el racismo sacuden varias ciudades estadunidenses.
En un video que fue compartido en Twitter, Blake dijo sentir un constante dolor después de quedar paralizado de la cintura para abajo.
Tengo grapas en la espalda y en el maldito estómago
, aseguró en el video que dio a conocer su abogado, Ben Crump, el sábado por la noche. Duele respirar, duele dormir, duele moverse de un lado a otro, duele comer
, dice Blake.
El arresto de Blake, de 29 años, que derivó en los siete disparos que recibió delante de sus tres hijos pequeños, reavivó las protestas contra el racismo y la brutalidad policial que han azotado a Estados Unidos desde mayo, cuando otro hombre negro, George Floyd, murió después de que un agente de Minneapolis le puso una rodilla sobre su cuello durante casi nueve minutos.
Las protestas también han pasado a ser un foco de atención en la campaña del presidente Donald Trump, quien busca la relección.
Al comenzar un fin de semana largo por el Día del Trabajo –que en Estados Unidos se celebra este lunes–, la policía de Rochester, Nueva York, utilizó gas lacrimógeno para dispersar a unos 2 mil manifestantes en la cuarta noche de disturbios por la muerte de Daniel Prude, joven negro que murió tras una acción policial en marzo pasado.
Nueve personas fueron arrestadas y tres policías fueron tratados en hospitales locales por lesiones sufridas durante los enfrentamientos, informó ayer el Departamento de Policía de Rochester.
En Louisville, Kentucky, partidarios de la policía armados se enfrentaron antier a manifestantes del movimiento Black Lives Matter antes de la famosa carrera de caballos del Derby de Kentucky.
Louisville se ha convertido en un punto álgido debido a la indignación por la muerte de Breonna Taylor, negra de 26 años que falleció en marzo a manos de la policía.