Un oficial de ambulancias de la ciudad dijo a las fuerzas israelíes de Medio Oriente Eye que asaltaron una estación de ambulancias en el campo de refugiados de Far’a y retuvo brevemente a paramédicos afuera.

Adnan Ghoneimi dijo que soldados israelíes obligaron a los equipos médicos a abandonar la estación y los alinearon contra un muro mientras registraban las instalaciones.

Los paramédicos de la ciudad habían sido impedidos de llegar al campamento desde que comenzó el allanado a medianoche, agregó.

Se ha impuesto un asedio a las tres ciudades – Jenin, Tulkarm y Tubas – en el norte de Cisjordania, aislándolas del resto del territorio palestino.

Shatha Sabagh, residente del campamento de Jenin, describió la redada como la más grande que ha visto en años.

«El número de vehículos militares que irrrumban en Jenin es muy grande», dijo al MEE.

«Los tres hospitales principales están asediados y todas las calles que conducen a la ciudad están cerradas con barreras de tierra. No hemos sido testigos de una incursión tan extensa durante mucho tiempo, y parece que continuará durante varios días».

‘La situación en el campo [al-Far’a] es catastrófica y la incursión es la más grande que haya visto nunca’

– Khaled Sobh, residente de Tubas

Soldados israelíes tomaron posición en varios edificios de la ciudad y desplegaron francotiradores en los tejados, disparando contra cualquiera que se moviera frente a ellos, agregó.

Mientras tanto, la ciudad ha quedado paralizado, con trabajadores y estudiantes obligados a permanecer en el interior. Los residentes tampoco han podido enterrar a los fallecidos en la redada hasta ahora en medio del aseo impuesto por los militares, según Sabagh.

Khaled Sobh, del campamento de Far’a, describió una escena similar allí.

«La situación en el campo es catastrófica y la incursión es la más grande que ha visto», dijo al MEE.

«Las embalses tienen prohibido moverse. Los heridos fueron trasladados de contrabando a los hospitales debido a todos estos cierres».

Según Sobh, las fuerzas israelíes estaban asaltando «brutalmente» a casa y utilizando a los residentes como escudos humanos. Dijo que al menos una familia fue utilizada como tapa funda para los soldados cuando se mudaron a la azotea de su casa para establecerse allí.

Ghoneimi confirmó que un dron israelí bombardeó el campamento al amanecer, matando a cuatro personas.

Los equipos de ambulancia lograron llegar a la zona horas después y quedaron impactados por el impacto de la huelga.

En el campamento de Nur Shams, cerca de Tulkarm, el testigo Bayan Mansour dijo que los soldados comenzaron a aterrorizar a los residentes y asediar los dos principales hospitales tan pronto como llegaron después de la medianoche.

«La incursión y el movimiento de vehículos y soldados demuestran que se están preparando para quedarse por mucho tiempo», dijo Mansour al MEE.

«Los enfrentamientos no han disminuido y escuchamos los sonidos de los artefactos explosivos que explotan de vez en cuando», agregó.

Se informó de un gran número de topadoras militares en las tres ciudades, arrasando carreteras y destruyendo la infraestructura crítica de electricidad y agua.

La mayor redada desde Segunda Intifada

El ejército israelí dijo que estaba llevando a cabo una gran operación «contrateror» en Jenin y Tulkarm sin dar más detalles.

Fuentes militares dijeron al Times of Israel que se esperaba que el ataque durase varios días. El Canal 12 de Israel dijo que cuatro batallones están involucrados en la ofensiva, incluyendo tropas terrestres y la fuerza aérea.

Mientras tanto, la emisora pública Kan News informó que el asalto es el mayor llevado a cabo por el ejército israelí desde el ataque de 2002 «Escudo Defensivo», en el apogeo de la Segunda Intifada.

Poco después de que comenzara la redada, el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Israel Katz, pidió la «evacuación temporal» de los palestinos de partes de Cisjordania ocupada.

Katz dijo que los militares estaban trabajando «intensamente» en campos de refugiados en Jenin y Tulkarm para «emociones terroristas islámica-iraní» que dice existir allí.

«Debemos lidiar con la amenaza al igual que hacemos frente a la infraestructura terrorista en Gaza, incluida la evacuación temporal de los residentes palestinos», agregó Katz.

«Esta es una guerra por todo y debemos ganarla».

Mientras tanto, grupos armados palestinos en las ciudades azotandas, incluyendo los capítulos locales de Hamas, Yihad Islámica y Fatah, dijeron que sus miembros se enfrentaban al ejército israelí, incluyendo detonar artefactos explosivos contra las tropas.

El medio de noticias Israel Hayom describió los combates en los campos entre soldados y palestinos como «pesados y difíciles».

La rama Tulkarm de la Yihad Islámica asumió la responsabilidad de un ataque contra una excavadora militar israelí que utilizaba una bomba al lado de la carretera.

Las fuentes locales mostraban a las fuerzas israelíes evacuando una topadora dañada de la ciudad.

La Yihad Islámica también afirmó haber golpeado a francotiradores en Tulkarm durante un intercambio de disparos y dijo que sus combatientes derribaron un dron israelí.

No hubo informes inmediatos de víctimas israelíes.

Hospitales asediados

El Hospital Gubernamental de Jenin, también conocido como el Hospital Khalil Suleiman, permanece bajo asedio israelí casi 12 horas después de que la ciudad de Cisjordania fuera allanada, dijo el director del hospital al MEE.

El doctor Wissam Abu Bakr dijo que los vehículos militares israelíes rodean el hospital, impidiendo la entrada y salida de personas libremente.

Las embalsadas que transportaban varias víctimas de la ciudad fueron sometidas a una cuidadosa inspección cuando intentaban entrar en el hospital, mientras los soldados registraban los documentos de identidad de algunos de los atrapados en el hospital antes de permitirles salir después de varias horas.

Uno de los mártires estaba sin un cráneo, hombros o cerebro como si se hubiera derretido durante el bombardeo.

– Adnan Ghoneimi, oficial de ambulancias

Las unidades de francotiradores también están desplegadas en edificios adyacentes al hospital y con vistas al hospital, agregó, restringiendo la circulación de los residentes.

En el campamento de Far’a, Ghoneimi dijo que debido al cierre de las carreteras que conducen al campamento, los paramédicos se habían visto obligados a tomar una carretera accidentada para transportar a los muertos y heridos.

Algunos residentes se vieron obligados a cortar árboles cerca de sus casas para permitir que las ambulancias condujieran por los callejones estrechos.

Cada vez que los equipos médicos trataban de llegar a las entradas del campamento, eran amenazados por los soldados les disparaban, dijo Ghoneimi.

Si recibimos alguna llamada con respecto a los casos de emergencia dentro del campamento, los paramédicos tratan de tratarlos sobre el terreno, y si requieren transporte al hospital, la ambulancia trata de llegar a él a través de carreteras de tierra escarguntas que tardan más en pasar.

Ghoneimi le dijo a MEE que el bombardeo del campamento era el «bomba aéreo más violento» que había experimentado.

Uno de los mártires estaba sin cráneo, hombros o cerebro como si se hubiera derretido durante el bombardeo», dijo.