La investigación publicada ayer por el periódico hebreo Haaretz revela testimonios impactantes dados por oficiales y soldados que participaron en la agresión a la Franja de Gaza durante los últimos meses.

El periódico, citando a los propietarios de estos testimonios, afirma que los asesinatos sistemáticos y arbitrarios de palestinos en los alrededores del eje Netzarim han sido documentados detalladamente y apuntan a violaciones muy graves.

El periódico amplía su investigación para revelar violaciones sin precedentes en la historia de la humanidad, ya que la zona al norte del eje Netzarim fue llamada la “línea de cadáveres”, y algunos oficiales y soldados dieron órdenes de disparar a cualquiera que cruzara la línea de la muerte, según la descripción israelí, ya fuera un niño, un hombre, una mujer o incluso alguien que anduviera en bicicleta o en un carruaje tirado por caballos. En otras palabras, el asesinato deliberado aquí tiene como objetivo a civiles, y no hay activistas ni combatientes de la resistencia.

El horror de la escena llega al nivel de serias confesiones de algunos soldados y oficiales, quienes se jactan de dejar los cuerpos de los mártires en el suelo durante largos periodos de tiempo hasta que los perros los devoran y se los comen, en una zona llamada la zona de la muerte.

La investigación, que es escandalosa, demuestra que en esta zona los palestinos son asesinados de forma indiscriminada y que, al final, se les clasifica como terroristas. Un oficial israelí admite que los oficiales tienen órdenes de enviar fotografías de los cadáveres y los cuerpos, y que se enviaron 200 fotografías de ellos, de las que resultó que sólo diez eran de Hamás. Esta admisión confirma la realidad de la matanza deliberada y sistemática de civiles de forma indiscriminada y aleatoria que Israel practica sobre el terreno a través de las horribles y sangrientas masacres que comete a diario.

En una de las situaciones más desagradables, según revela la investigación, hay una carrera entre los soldados de ocupación para lograr el mayor número de muertes palestinas, y la admisión de un oficial de que hay desafíos y apuestas entre los soldados, para ver quién puede matar al mayor número de palestinos, para poder jactarse de ello.

En otro paso muy peligroso, uno de los oficiales dijo que el personal del ejército estaba matando y ejecutando a civiles desarmados cerca de Netzarim, describiéndolos como armados para justificar sus acciones ante el liderazgo del ejército de ocupación.

Estas graves violaciones y actos inhumanos confirman que se cometen violaciones muy graves del derecho internacional, incluidas las más graves que pueden clasificarse como violaciones de los derechos humanos en la Franja. Por ello, la comunidad internacional debe asumir sus responsabilidades y actuar con urgencia para denunciar las prácticas de la ocupación. El liderazgo palestino debe tomar medidas urgentes y urgentes para transferir estos testimonios, documentaciones y confesiones a los organismos internacionales pertinentes y competentes, ya que expresan casos de violaciones muy graves del derecho internacional humanitario, y avanzar para imponer sanciones a los líderes de los niveles militar y político en Israel, y exigir cuentas a quienes emitieron tales órdenes criminales y a quienes las ejecutaron o participaron en ellas, e implementar las decisiones de la Corte Penal Internacional de arrestar a Netanyahu y a su ex Ministro de Defensa Yoav Galant, y a todos los oficiales y líderes que tienen una relación y responsabilidad en la comisión de crímenes de guerra contra ciudadanos inocentes, y hacerlos responsables de sus acciones fascistas, y enfatizar que aquellos que se jactan de matar civiles, incluidos niños y mujeres, sin culpa y sin ninguna justificación, su verdadero lugar está con los criminales, asesinos y terroristas, que representan una amenaza para la humanidad en su conjunto.