Fuente: https://www.resumenlatinoamericano.org/2023/03/26/iran-mujeres-francesas-en-calvario-donde-estan-ministras-feministas/
Irán censura el silencio de las ministras “feministas” occidentales ante la violencia ejercida por policía gala contra los manifestantes, especialmente las mujeres.
“Las escenas de violencia en Francia plantean interrogantes entre la opinión pública y las mujeres francesas sobre dónde están las ministras feministas de Europa, Canadá y Australia”, ha lamentado este sábado el portavoz de la Cancillería iraní, Naser Kanani en su cuenta en Twitter.
El alto funcionario iraní continúa, cuestionando: ¿Por qué no hay un concierto colectivo para apoyar los derechos de las mujeres manifestantes francesas?
De este modo, ha repudiado el doble rasero occidental a la hora de valorar los derechos de las mujeres en sus respectivos países y en la República Islámica.
Teherán ha criticado en reiteradas ocasiones la mirada de Occidente hacia el tema de derechos humanos, pues este último siempre reprocha a Irán por la situación humanitaria, principalmente sobre las mujeres, mientras cierra los ojos ante la violencia de género en su territorio.
¿Qué pasa en Francia?
Desde hace semanas Francia se ha visto asolada por multitudinarias protestas y una serie de huelgas en contra de la controvertida reforma de pensiones del Gobierno de Emmanuel Macron que tiene como objetivo elevar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030.
El jueves, en la novena jornada de manifestaciones, unos 3,5 millones de personas en diferentes partes del país europeo participaron en las movilizaciones, huelgas y paros.
En las redes sociales circulan los vídeos que muestran el uso excesivo de la fuerza por las fuerzas policiales francesas contra los manifestantes.
El silencio morboso de EE.UU. y sus aliados occidentales ante lo sucedido en Francia llama la atención, mientras muchas veces han instrumentalizado el tema de los derechos humanos y de las mujeres para imponer sanciones ilegales contra Teherán.
El caso más reciente fue después de la muerte de la joven iraní Mahsa Amini en septiembre pasado, hecho que fue utilizado como pretexto, desde Occidente, para instigar disturbios en Irán, y luego usar el arma favorito, las sanciones contra la República Islámica.