Fuente: https://www.resumenlatinoamericano.org/2023/07/20/iran-fuentes-seguras-teheran-en-shanghai/ Gabriel Fernández, 20 julio, 2023/
Irán ¿violento o pacifista? Los ejes de la reunión de la OCS. Seguridad y Economía. La ampliación del BRICS. Cumbre de la OTAN: sigue la guerra y el ajuste europeo
La frase que sigue describe una acción política que resultará determinante para el rumbo internacional en los años venideros: la República Islámica de Irán se convirtió en miembro pleno de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS). Así lo indica la declaración final de la cumbre de Jefes de Estado efectuada el pasado 4 de julio en Nueva Delhi, bajo la presidencia del primer ministro indio Narendra Modi.
“Los países miembros destacaron la importancia histórica de la admisión de la República Islámica de Irán en la OCS como Estado miembro de pleno derecho”, realza el documento final. La adhesión contribuirá al fortalecimiento de la seguridad y la soberanía, así como al desarrollo económico sostenible de Irán, declaró el presidente iraní, Ebrahim Raisi al alzar su voz en la reunión. “Creemos que la membresía plena en esta importante organización proporcionará a Irán las condiciones para la seguridad colectiva, las oportunidades para el desarrollo económico sostenible, así como para garantizar la soberanía en mayor medida que antes”.
DE MEMORIA. La decisión atrajo a la mente de este periodista una situación sencilla pero significativa ocurrida en la redacción del diario Sur a comienzos de junio del año 1989. El día 3 el tableteo de las máquinas receptoras de cables se intensificó y la piba que distribuía a cada sección, cuando los depositó sobre el escritorio -al costado de la Olivetti-, apuntó: “Murió Khomeini”. Al importante volumen de textos fechados en Teherán se sumó, varios minutos después, un sólido bloque de fotos que retrataban el dolor del pueblo persa en las calles al conocer la noticia.
La decisión fue sencilla, pero traería cola. Quien ahora redacta estas Fuentes destinó una falsa doble para dar cuenta, con palabras e imágenes, la dimensión del ayatollah, los ejes de la Revolución Islámica, su importancia para esa región. Fueron escasas las informaciones del área que merecieron tal despliegue; en general se insertaban tres o cuatro por página y si era por dar cuenta de muertes –conflicto libanés a pleno- el diario estimaba la síntesis como una virtud. Aquí no la hubo.
En las primeras consultas, los colegas cercanos indagaron si estábamos brindando más espacio del pertinente, y la respuesta fue millones en el mundo están llorando y saben por qué. La novedad y el decurso histórico fueron publicados adecuadamente en la doble apuntada y la edición del 4 reflejó bien la magnitud del líder fallecido y del movimiento que impulsó. Ese día después la sección Internacionales se sintió conmovida por el hecho y a la vez satisfecha por haberle otorgado la extensión y el tratamiento justos. En la comparación con el resto de los medios, vociferantes y condenatorios, también se percibió un éxito.
(Quién sabe si estas líneas son absorbidas en su tono preciso por las generaciones de colegas que no conocieron la brega continua por los espacios que se desataba otrora en los medios gráficos: la posibilidad abierta por la web de insertar un “leer más” y proporcionar la extensión que se desee a un material, anula por estas horas toda batalla al respecto). Volvamos.
Rápidamente se pudo palpar el rebote. A comienzos de la tarde del 4 de junio de aquél 89 –con tantos recuerdos cruzados para los argentinos, claro- este narrador ingresó al archivo y observó como una compañera, sensible periodista de izquierda, lloraba al observar el número en cuestión. Pero no lo hacía por el deceso trascendente, sino por el artículo. “¡Como puede ser que un diario como este publique una reivindicación de este dictador, fascista, asesino!” clamaba, mientras un entorno bastante favorable le ofrecía contención y acuerdo.
La esquirla de esa resolución –abordar in extenso y con respetuosa sobriedad la muerte de un jefe de Estado con liderazgo popular indiscutible- se desplegó, y las discusiones en el seno del área se atizaron. Una zona del pensamiento progresista evaluaba la religión como atraso e ignorancia, la Revolución Islámica como un paso atrás para el Oriente Medio y la admisión del estilo de lucha de ese pueblo como un dañino ejemplo emitido desde nuestro Sur hacia argentinos y latinoamericanos. Tras observar que la discusión carecía de horizonte este periodista solicitó cambio de sección y enfocó su labor en política internacional sobre el otro medio en el cual trabajaba en simultáneo, el diario de las Madres.
Allí pudo ofrecer, también, inusuales versiones de lo que vendría, muy especialmente la primera invasión a Irak (Tormenta del Desierto), entre otros sucesos desfigurados por los medios concentrados. Hoy, cuando la Multipolaridad se ha convertido en una realidad creciente, pese a las censuras conocidas, es un poco más fácil hacerse entender. Pero por aquél entonces, la idea de partido como superador de movimiento nacional y el concepto de ateísmo como única postura razonable para afrontar los anhelos masivos, seguía campeando en los más variados terrenos. Una mirada sobre el mapa constitutivo de la OCS y de los BRICS, de su variedad filosófica, puede explicar por qué en esta secuencia se menciona con fervor la maduración alcanzada y por qué los emergentes contienen su historia como No Alineados (NOAL) pero no son lo mismo.
Dos precisiones. La situación narrada no involucra, ni mucho menos, a todos los integrantes de la maravillosa redacción de Sur, ni los tironeos con la periodista evocada se reiteraron con otros escribas. El recuerdo es hermoso y el conjunto del periódico, envuelto en un proceso de cambios integrales que dejarían larga secuela, no fue intolerante con las ideas nacional populares. Y: en ese mismo tramo, problemas equivalentes fueron afrontados por un gigante del oficio, Oscar Raúl Cardoso, en Clarín. Eso lo llevó a adoptar decisiones semejantes, realizando sus propios materiales y desde allí ofreciendo niveles de comprensión a tantos compañeros que intentamos seguirlo sin mayor suceso. Por si hiciera falta, vale recordar su advertencia de evitar humillaciones contra el temperamental pueblo ruso.
IRÁN, ¿VIOLENTO O PACIFISTA? Pero adentrémonos en el presente, qué tanto.
Irán, que presentó su solicitud de ingreso en la OCS en 2008, inició el proceso de incorporación en septiembre de 2021. En la cumbre anterior, celebrada en septiembre de 2022 en la ciudad uzbeka de Samarcanda, Irán suscribió un memorando de compromiso para obtener el rango de Estado miembro de la OCS. ¿Qué dice el documento? Vale darse tiempo, y prestar atención.
Los países de la OCS consideran inaceptable la intervención en los asuntos internos de los Estados bajo el pretexto de la lucha contra el terrorismo y el extremismo, según la declaración publicada el 4 de julio. “Los Estados miembros destacan la inadmisibilidad de la injerencia en los asuntos internos de los Estados bajo el pretexto de combatir el terrorismo y el extremismo, así como la inaceptabilidad de utilizar grupos terroristas, extremistas y radicales para beneficio personal”, señala.
La declaración indica que “los Estados miembros consideran importante intensificar los esfuerzos conjuntos de la comunidad internacional para contrarrestar los intentos de involucrar a los jóvenes en las actividades de los grupos terroristas, separatistas y extremistas”. Además, subraya, esos países “se esforzarán por desarrollar unos principios y enfoques comunes para formar una lista única de las organizaciones terroristas cuyas actividades están prohibidas en los Estados miembros de la OCS”.
Machaca. “Los Estados miembros destacan la actuación eficaz de la Estructura Antiterrorista Regional de la OCS en la promoción de la cooperación entre los organismos competentes en la lucha contra el terrorismo, el separatismo y el extremismo, incluido en el marco de la implementación de un programa correspondiente para 2022-2024”. Enfatiza además “la importancia de implementar las medidas prácticas encaminadas a ampliar las capacidades (de la organización) para reforzar la cooperación práctica en estas áreas”.
Como sabe el lector de esta secuencia la OCS evalúa esencial reforzar la seguridad y la estabilidad en la región y sus miembros saben de dónde surge el riesgo. De tal modo, Irán, calificado como el gran peligro internacional por Occidente, es evaluado como portador de la paz en la nueva configuración. “Los Estados miembros, reafirmando su compromiso con la paz, el desarrollo conjunto y las relaciones equitativas con respeto mutuo, amistad y buena vecindad, continuarán el diálogo constructivo, la profundización de la cooperación multifacética y el incremento de los esfuerzos para fortalecer la seguridad y la estabilidad en aras del desarrollo sostenible dentro del espacio de la OCS”, puntúa el texto consensuado.
A ver si se absorbe a pleno la mirada expuesta. En contraposición con la algarada recurrente del bloque anglosajón y su Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que declara a Irán como una amenaza para la paz mundial, la OCS la admite precisamente por su lucha pacificadora. Lo señala la canción: Me dijeron que en el Reino del Revés, nada el pájaro y vuela el pez. Que los gatos no hacen miau y dicen yes, porque estudian mucho inglés.
En la declaración, la OCS denuncia que los sistemas de defensa antimisiles que algunos países o bloques despliegan de forma ilimitada tienen un impacto negativo en la seguridad y la estabilidad mundial, en alusión a los Estados Unidos y sus aliados. Remarca que es inadmisible que algunos Estados traten de garantizar su seguridad en detrimento de otros. No conforme, insiste: adoptará medidas proactivas “para impedir la propagación del terrorismo, cerrar sus canales de financiación, interceptar el reclutamiento de seguidores y el traslado de terroristas, luchar contra el extremismo, la radicalización de la juventud, la difusión de la ideología terrorista, así como eliminar las ‘células durmientes’ y los lugares en los que se ocultan los terroristas”.
Por eso las naciones congregadas en Nueva Delhi llaman a impedir “la propagación de la intolerancia religiosa, el nacionalismo agresivo, la discriminación racial, la xenofobia, el fascismo y el chauvinismo”. Más claro que una diáfana mañana en el Cáucaso. ¿Cómo se visualizará este camino desde el Monte del Mal Consejo?
LOS PUNTOS CENTRALES. A partir de esas definiciones, el material se aboca a los detalles. Hay que pensar en el futuro, y en el espacio. “Los Estados miembros abogan por mantener el espacio exterior libre de armas de cualquier tipo y constatan la importancia de seguir acatando estrictamente el régimen jurídico vigente que prevé el uso exclusivamente pacífico del espacio exterior”. Cabe recordar que desde hace al menos siete años varias compañías asentadas en los Estados Unidos pretenden imponer una suerte de privatización del más allá.
Los miembros de la OCS, entonces, subrayaron la importancia de elaborar un documento internacional jurídicamente vinculante que garantice el fortalecimiento de la transparencia, brinde garantías fiables de prevención de una carrera armamentista y permita excluir que un país sea el primero en emplazar armas en el espacio. Tenía que deshilacharse el Consenso de Washington para que los sueños de Ronald Reagan se evaporaran al entrar en contacto con la atmósfera.
Otros asuntos turbios fueron puestos sobre la mesa. La organización se manifiesta a favor del desarrollo de Afganistán como un Estado independiente. “Los Estados miembros sostienen que la normalización de la situación en Afganistán es uno de los más importantes factores del mantenimiento y fortalecimiento de la seguridad y la estabilidad en el espacio de la OCS y se pronuncian a favor de que Afganistán se desarrolle como un Estado independiente, neutral, único, democrático y pacífico, libre del terrorismo, de la guerra y de las drogas”.
Se indica también que los países de la OCS creen de gran trascendencia formar en Afganistán un Gobierno inclusivo con participación de los representantes de todos los grupos étnicos, religiosos y políticos de la sociedad afgana. “Los Estados miembros, al subrayar la importancia de la hospitalidad y la eficaz ayuda prestadas durante muchos años a los refugiados afganos, consideran importante que la comunidad internacional desarrolle enérgicos esfuerzos para contribuir a su digno, seguro y sostenido regreso a la patria. Dada la situación humanitaria surgida en Afganistán, los Estados miembros se pronuncian a favor de seguir prestando ayuda al pueblo afgano”, dice la declaración.
Y más complicaciones. La OCS insta a todos los países del orbe a que cumplan de modo integral la convención que prohíbe las armas bacteriológicas. “Los países miembros subrayan la necesidad de que se cumpla estrictamente la Convención para la Prohibición de las Armas Bacteriológicas y las Toxínicas [CABT], en particular mediante la aprobación de un protocolo anexo a la convención que contemple un mecanismo efectivo de inspección”. Como apunte, puede recordarse que los Estados Unidos han sido denunciados en 2022 por su red de laboratorios clandestinos en Ucrania, destinados a preparar armas bacteriológicas. Ese programa es financiado por un entramado de fondos, entre los que se destaca Rosemont Seneca, vinculado a Hunter Biden, el hijo del presidente norteamericano. Puede resultar de interés para el lector averiguar el significado del nombre escogido para el niño que con sus correrías ha ofrecido felicidad a una familia que padeció varios contratiempos.
Pese a ser caracterizados como autócratas y violentos, los líderes reunidos en la India se muestran redundantes en sus exigencias: también convocan al cumplimiento a rajatabla de los tratados que prohíben las armas químicas y contemplan la destrucción de los arsenales nucleares como un instrumento efectivo en el ámbito del desarme y la no proliferación. Por eso indican la necesidad de fortalecer el régimen global de no proliferación de las armas nucleares. “Los Estados miembros que forman parte del ‘Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares’ llaman a que se respeten estrictamente las disposiciones del Tratado; que se promuevan plenamente y de forma equilibrada todos sus objetivos y principios; que se refuerce el régimen internacional de no proliferación de las armas nucleares; y que se continúe el proceso de desarme nuclear”, señala el texto.
Para evitar confusiones, el documento agrega que los Estados miembros promueven “la cooperación equitativa y mutuamente beneficiosa en los usos pacíficos de la energía atómica”. Enfatiza que los mismos “abogan por las respuestas políticas y diplomáticas multilaterales a los retos mundiales y regionales y a las amenazas a la seguridad”, en tanto anticipa que “intensificarán la cooperación y promoverán enérgicamente el proceso multilateral de control de armamentos, desarme y no proliferación, incluidos los esfuerzos en la Conferencia de Desarme”.
UNA EXPANSIÓN FORMIDABLE. En la cumbre presidida por el primer ministro anfitrión, Narendra Modi, participaron por videoconferencia el presidente ruso Vladimir Putin, su amigo chino, Xi Jinping, el líder kazajo, Kasim-Yomart Tokaev, su par kirguís, Sadir Zhapárov, el primer ministro paquistaní, Shahbaz Sharif, el presidente tayiko, Emomalí Rajmón y el mandatario uzbeko, Shavkat Mirziyóyev. La figura, claro, fue el persa Ebrahim Raisi. Al igual que su colega sirio Bashar al-Assad en la Liga Arabe el 19 de mayo pasado (Jeddah), fue recibido con bombo, trompeta, gorro, bandera y vincha, por realizar una comparación no admitida en el Aprevide. Fundada en 2001, la Organización de Cooperación de Shanghái incluye hoy a nueve Estados miembros: China, la India, Kazajistán, Kirguistán, Pakistán, Rusia, Tayikistán, Uzbekistán e Irán. El organismo regional contiene la mitad de la población del planeta.
La mención de la coalición del turbante no es antojadiza; la del triste organismo bonaerense, sí.
Entre los factores que se desatan con la integración iraní, vale consignar la misma extensión geográfica de la asociación, lo cual dinamizará la Iniciativa de la Franja y la Ruta, el Corredor de Transporte Norte – Sur, la profundización del comercio en monedas locales –mientras Serguéi Yúrievich Gláziev y sus muchachos fatigan ecuaciones rumbo a la divisa común-, la creación de un Banco y un Fondo para el Desarrollo de los miembros, la articulación de una trama de puertos y de una ruta de transporte destinada a unir el Sudeste Asiático, China, Kazajstán, el Mar Caspio, Azerbaiyán, Georgia y Europa. También favorecerá puntos clave que ya están en proceso, como la interrelación de información financiera y la elaboración de semi conductores, sin dejar de lado el rol de vanguardia en materia energética: la producción petrolera y la generación de energía nuclear con fines pacíficos.
Nada lerdo, poco perezoso, el simpático y futbolero presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko –acá estoy yo-, se comunicó con sus colegas, los felicitó por las decisiones adoptadas y señaló que los próximos pasos deberían incluir la conjunción de la OCS, la entidad que integra –Unión Económica Euroasiática– y el BRICS. El volumen de semejante ensamble produjo gestos de ensoñación entre varios contertulios virtuales y, a gran distancia, debe haber originado un dramático movimiento de cejas en Joseph Biden.
El año venidero presidirá la OCS el jefe kazajo, Kasim-Yomart Tokaev. Como hemos visto en esta saga, Kazajistán es importante por muchas razones, además de su vasta producción de boxeadores recios. Por eso fue impactada temprano, en enero de 2022, y por eso pueblo, gobierno y aliados cerraron filas en su defensa.
Y AHORA, BRICS. Aunque las presiones atlantistas resultaron intensas, Sudáfrica confirmó que presidirá la reunión del grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en el mes de agosto. Actualmente ese país sucede a China en la titularidad del bloque. Al asumir la presidencia rotatoria impulsó el lema “BRICS y África: asociación para el crecimiento mutuamente acelerado, el desarrollo sostenible y el multilateralismo inclusivo”.
“Sudáfrica acogerá la decimoquinta cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los BRICS en agosto”, indicó el ministerio de Relaciones Exteriores del anfitrión, y anticipó que el cónclave contribuirá a “fortalecer las relaciones intra-BRICS y la cooperación de beneficio mutuo”. “Sudáfrica seguirá haciendo hincapié en una cooperación concreta que contribuya directa e indirectamente a las prioridades de una mejor Sudáfrica, una mejor África y un mundo mejor a través de su asociación con actores clave del Sur Global en temas relacionados con la gobernanza global y su reforma y el desarrollo” completó la cartera.
Otros asuntos estarán en debate: la cumbre analizará la expansión del grupo en respuesta al interés expresado por algunos países, como la Argentina, de ingresar. Hasta el momento, Brasil, China e India adelantaron su deseo de incorporar a la nación sur americana. Brasil, Rusia, India y China crearon en 2006 el grupo BRIC, al que se unió Sudáfrica en 2010 añadiendo al acrónimo la letra s. Los cinco países forman parte del Grupo de los Veinte (G20), al cual también pertenece nuestro país. Sin embargo, pese a evidenciar el peso específico de cada protagonista, la coalición de los industrializados viene resultando menos atractiva, inversora, productiva, infraestructural y financieramente, que el nucleamiento emergente, más dinámico y menos exigente en materia conceptual. De hecho, veintiséis países de Asia, África, América Latina y Oceanía han solicitado sumarse al grupo.
Según Goldman Sachs el potencial económico de Brasil, Rusia, India y China es tal que pueden convertirse en las cuatro economías dominantes hacia el año 2050. En línea, voceros del gobierno norteamericano admitieron su preocupación por el avance del proceso des dolarizador que implicaría la creación de una moneda común del espacio. Las consultas de quien escribe al respecto, indicaron que aún falta un trecho para esa concreción. La complejidad que implica definir e instalar una herramienta diferente de reserva e intercambio es lo suficientemente densa como para exigir un estudio detenido y un tiempo adecuado. Esta reunión sí potenciará el despliegue del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) que orienta la ex presidenta brasileña Dilma Roussef.
LA OTAN, UNIDIRECCIONAL. Una semana atrás, se concretó otra reunión. También, de enorme importancia. En Vinius, Lituania, fue posible agrupar a los integrantes de la OTAN. Allí, el antiguo artillero de Barack Obama, Joseph Biden, indicó oblicuamente que la guerra continuará y advirtió que Ucrania no está en condiciones de ingresar a la coalición porque todavía no ha desarrollado las “modificaciones necesarias” para obtener semejante privilegio. No explicó bien como podría Kiev concretar transformaciones estructurales en medio de una guerra que se lleva adelante en su territorio.
Se preocupó por aclarar que, de todos modos, “no estamos esperando a que termine ese proceso” para “reforzar la seguridad” del territorio que finge orientar el presidente Volodímir Oleksándrovich Zelenski. Es decir, ratificó que el rol asignado a los ucranianos: pelear (y morir) contra la Federación de Rusia en defensa de los intereses de las corporaciones financieras y armamentísticas que controlan la organización atlantista. A cambio de nada, salvo los destacados envíos de dinero para los funcionarios de Kiev. La misma cadena de televisión admitida como única referencia informativa en las pantallas argentinas describió la postura: “Biden ha insistido en que Ucrania no está preparada para entrar en la OTAN, y la semana pasada declaró a CNN en una entrevista exclusiva que la guerra de Rusia en Ucrania debe terminar antes de que la alianza pueda considerar la incorporación de Kiev a sus filas”.
Pero lo más destacado del cónclave resultó un sutil cambio en la reglamentación impuesta a la dócil y por tanto ruinosa Unión Europea. Hasta ahora, sus miembros debían destinar un 2 por ciento de sus presupuestos nacionales al área de Defensa; a partir de ahora, ese porcentaje encarna el piso. Deberá subir progresivamente para garantizar lo que se presenta como defensa de la democracia y los derechos humanos. Vale señalar que este mes Europa entró en recesión. La nueva vara solo puede hundir un poco más al Viejo Continente. Si hasta el inicio de la guerra Alemania resultó la locomotora productiva de la zona, ahora es líder en indicadores regresivos.
Dentro del esquema demonizador sin fundamento muy conocido, Biden denunció el “vil afán de territorio y poder” del presidente de Rusia, al tiempo que dijo sin rubor que la guerra de Ucrania ha unificado a las democracias del mundo. Enmarcó la alianza transatlántica como un “ancla para la estabilidad mundial” y defendió su fortaleza militar, a la que calificó de “baluarte de la seguridad y la estabilidad mundiales”. También observó que la prioridad de la OTAN es “garantizar una fuerza sostenible capaz de defender a Ucrania ahora y disuadir la agresión rusa en el futuro”, mediante el suministro continuado de asistencia en materia de seguridad y equipamiento militar moderno, el apoyo al desarrollo de la base industrial de Ucrania, la formación de las fuerzas, el intercambio de inteligencia y la cooperación, y el apoyo a las iniciativas de ciberdefensa, seguridad y resiliencia.
En un llamativo modo argumental, rechazó las críticas de una gran parte de la humanidad por enviar bombas de racimo al territorio en conflicto. “Es fácil cuestionar el uso de bombas de racimo” expresó, sin más. Este narrador está de acuerdo: efectivamente, es muy sencillo condenar semejante atrocidad. ¿Por qué no hacerlo?
Resulta innecesario incluir aquí las grises palabras del secretario general de la OTAN, el noruego (nunca hay que olvidar Nord Stream) Jens Stoltenberg. El hombre se dedicó a refritar las increíbles consideraciones de Biden, en un tono menor, desprovisto de toda convicción. Con los resultados de su accionar a la vista, con un continente ardiente de movilizaciones y protestas sociales, el futuro político del oriundo de Oslo es más frío que su ciudad natal. Tiempo atrás debería haber considerado seriamente la sugerencia de Les Luthiers: “Atrás invasores noruegos, olvidaos de vuestra avidez; quedaos en Oslo, no salgáis de Oslo, os lo decimos por última vez”.
La conclusión de la cumbre atlántica debería preocupar a todos los seres humanos, pues su unidireccionalidad belicista resulta muy evidente. Hay una pulsión en el modo acumulativo financiero que se percibe indetenible y trasciende incluso los pensamientos y las decisiones de sus peores dirigentes. Esta última observación no pretende exculpar a nadie, apenas busca situar el nivel de comprensión en su lugar adecuado.
Fíjese, lector, la distancia entre el arranque y el cierre de este artículo. Preste atención a la inversión de términos en la caracterización de los protagonistas: Irán y los Estados Unidos.
¿A qué instancias locales remite el contraste?
Fuente: Radio Grafica.