Los aviones de guerra israelíes continuaron sus operaciones en todo Irán el 13 de junio, apuntando a instalaciones nucleares iraníes, bases militares, lugares de almacenamiento de misiles y barrios residenciales como parte de la Operación “Coraje del León”.

Los medios de comunicación iraníes han confirmado que al menos 78 personas murieron y 329 resultaron heridas.

Teherán ha suspendido todos los vuelos nacionales e internacionales, según la autoridad de aviación civil, mientras los ataques israelíes continuaban el viernes por la mañana en varias ciudades, incluidas Tabriz, Kermanshah, Hamedan, Qasr-e Shirin y Kangavar.

«Con este crimen, [Israel] se ha preparado un destino amargo y doloroso, y lo enfrentará inevitablemente. Debe esperar un castigo severo, pues el poderoso brazo armado de la República Islámica de Irán no lo dejará en paz, si Dios quiere», declaró el líder supremo iraní, Alí ​​Jamenei, tras el inicio de la guerra entre Estados Unidos e Israel.

«El pueblo iraní y las autoridades del país no permanecerán en silencio ante este crimen, y la respuesta legítima y contundente de la República Islámica de Irán hará que el enemigo se arrepienta de sus insensatas acciones», declaró el presidente iraní, Masoud Pezeshkian, en un mensaje el viernes.

Se informa que drones iraníes han sido derribados en los cielos de varios países árabes camino a Israel. El ejército iraní, según se informa, está preparando un importante ataque con misiles balísticos en represalia.

Se espera que el Consejo de Seguridad de la ONU se reúna más tarde el viernes a petición de Teherán, según diplomáticos anónimos que hablaron con Reuters .

En una entrevista telefónica con CNN, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reafirmó su apoyo a Israel y calificó los ataques nocturnos como «un ataque muy exitoso».

“Irán debería haberme escuchado cuando dije… saben que les di, no sé si lo saben, pero les di una advertencia de 60 días y hoy es el día 61”, dijo Trump.

Deberían sentarse a la mesa para llegar a un acuerdo antes de que sea demasiado tarde. Será demasiado tarde para ellos. Ya saben, la gente con la que trataba está muerta, los de línea dura… No murieron de gripe; no murieron de COVID-19 —añadió el presidente—.

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