Fuente: https://www.wsws.org/es/articles/2023/10/21/star-o21.html?pk_campaign=newsletter&pk_kwd=wsws Robert Stevens 21.10.23
El apoyo del líder del Partido Laborista, sir Keir Starmer, a los crímenes de guerra de Israel en Gaza ha provocado una avalancha de oposición por parte de millones de británicos.
El miércoles pasado, Starmer declaró a la emisora de radio LBC: “Israel tiene derecho a hacer todo lo que pueda para recuperar a esos rehenes sanos y salvos; por lo tanto, tengo muy claro que Israel debe tener, tiene ese derecho a defenderse y Hamás es responsable”. El presentador Nick Ferrari preguntó: “¿Es apropiado un asedio? ¿Cortar la electricidad? ¿Cortar el agua?” Starmer respondió: “Creo que Israel sí tiene ese derecho”.
Tras el bombardeo israelí del hospital baptista Al-Ahli Arabi el lunes, Starmer tuiteó a las 9:35 p. m. esa misma noche: “Las escenas de cientos de muertos en el hospital baptista Al-Ahli Arabi de Gaza son absolutamente devastadoras y no pueden justificarse. El derecho internacional debe respetarse. Hay que proteger los hospitales y las vidas de los civiles”.
La declaración superficial de Starmer, que ni siquiera mencionaba a Israel ni su ataque brutal, recibió un torrente de comentarios hostiles, con cerca de 12.000 mensajes en respuesta directa, en su inmensa mayoría de apoyo a los palestinos. Los comentarios incluían: “Hipócrita”, “Dimisión”, “Lágrimas de cocodrilo”, “Tú lo animaste”, “Tú lo promoviste”, “Te pusiste en el lado equivocado de la historia”, “Tú y Rishi Sunak son igualmente responsables”, “Tiene las manos manchadas de sangre”, “Es un facilitador del genocidio y de los crímenes de guerra. Sin duda debería ser arrastrado a los tribunales penales internacionales y juzgado como un criminal”.
Algunas de estas respuestas fueron retuiteadas varias decenas de miles de veces, con un total de más de 6,6 millones de visualizaciones del tuit de Starmer y de las respuestas en contra en menos de 24 horas.
Durante la sesión de preguntas al primer ministro Rishi Sunak del miércoles en el Parlamento, tras derramar unas cuantas lágrimas de cocodrilo por las muertes en el atentado del hospital, Starmer secundó nuevamente la declaración gubernamental de Sunak de que no había que “apresurarse a juzgar” quién había causado la explosión en el hospital, y se limitó a preguntar si Sunak tenía alguna información actualizada sobre el asunto.
Un tuit de Starmer tras la sesión no mencionaba el atentado en el hospital: “En este momento de crisis grave, Westminster debe hablar con una sola voz. Contra el terrorismo. En apoyo del derecho de Israel a la autodefensa”.
El hecho de que Starmer redoble su apoyo a los crímenes de guerra israelíes amenaza ahora directamente su liderazgo en el Partido Laborista y pone en entredicho la elección de un Gobierno laborista el próximo año, ampliamente pronosticado hace tan solo unas semanas.
Las consecuencias políticas inmediatas son devastadoras. Tal es la crisis que los laboristas podrían perder pronto el control de uno de sus bastiones municipales, Leicester, por primera vez en 16 años. Los laboristas han controlado el ayuntamiento de esta ciudad de East Midlands, de más de 357.000 habitantes, durante 43 de los últimos 50 años. The Telegraph informó: “La semana pasada, siete de los concejales musulmanes de la ciudad publicaron una carta ‘distanciándose inequívocamente’ de los comentarios de sir Keir e instándole a disculparse”. Una “fuente privilegiada” afirmó que los representantes laboristas estaban “recibiendo enormes presiones” de los electores para que renunciaran al partido por la postura del líder laborista”. La fuente dijo: “Nunca he visto tanto desdén del público votante musulmán local hacia el Partido Laborista como en esta semana… Esto ha ido más allá de lo difícil”.
Leicester solo sería el principio. Entre los más de 6.300 concejales laboristas de Inglaterra, Escocia y Gales tiene 500 que se identifican como musulmanes.
En Walsall, a sólo 80 kilómetros de Leicester, en West Midlands, nueve concejales musulmanes firmaron el 11 de octubre una declaración en la que manifestaban su oposición a que “el líder del Partido Laborista no rechace el castigo colectivo de Israel a los civiles de Gaza”.
Los laboristas han gozado históricamente de un apoyo abrumador entre los musulmanes, que constituyen una proporción significativa de la población británica. Las cifras identificadas como “musulmanas” aumentaron del 4,9 por ciento de la población (2,7 millones) en el censo de 2011 al 6,5 por ciento (3,9 millones) en 2021. Muchos viven en las principales ciudades donde se concentra el apoyo electoral laborista. Según un análisis de Survation, el 86 por ciento de los musulmanes afirmó haber votado laborista en las últimas elecciones generales, en 2019.
Según The Telegraph, “hay 31 circunscripciones de diputados laboristas con comunidades predominantemente musulmanas, de las cuales 17 están representadas por miembros ministeriales de la Cámara de los Comunes”. Entre los diputados que podrían verse amenazados en las próximas elecciones se encuentran Angela Rayner, líder adjunta del partido, y Wes Streeting, secretario de Salud alternativo. Shabana Mahmood, Lucy Powell, Liz Kendall y Jonathan Ashworth, todos ellos miembros del gabinete alternativo, también representan tales escaños”.
Varios concejales laboristas, no todos musulmanes, ya han dimitido.
Dos concejales de Oxford dimitieron la semana pasada, denunciando la “horrible retórica” de Starmer. Asima Shaikh, del distrito londinense de Finsbury Park, también dimitió. Amna Abdullatif, concejala del distrito de Ardwick, en Manchester, dimitió declarando que no tenía “más remedio que renunciar a su puesto de diputada laborista y abandonar el Partido Laborista debido a los horribles comentarios de Keir Starmer y otros miembros de su gabinete sobre el derecho de Israel a privar de combustible, agua, alimentos y electricidad a los 2,2 millones de palestinos atrapados en Gaza, avalando así un crimen de guerra”.
También han dimitido el concejal de Gloucester Usman Bhaimia, Jessie Hoskin, que representaba a Cainscross en el Concejo de distrito de Stroud, Mairéad Healy, del distrito de Romsey en el Concejo de Cambridge, y dos representantes laboristas en Nottinghamshire, Russell Whiting en el Concejo de Gedling y Nadia Farhat en el Concejo de Nottingham.
Según The Telegraph, “David Lammy, secretario de Asuntos Exteriores alternativo, mantuvo el lunes por la noche una videollamada con los líderes de los ayuntamientos laboristas de todo el Reino Unido en un intento de sofocar la rebelión. Pero se dice que las conversaciones fueron mal, con los participantes advirtiendo que sir Keir tenía días para cambiar su enfoque o enfrentarse a más dimisiones”.
La deserción de los concejales laboristas queda eclipsada por la escala de hostilidad suscitada por Starmer y sus cómplices criminales políticos. En otra indicación de la oposición masiva, miles de concejales musulmanes, imanes, médicos, abogados y otros profesionales han firmado una carta abierta a Starmer, en la que señalan la “inquebrantable determinación de Israel de arrasar Gaza, con el sufrimiento inmenso y la pérdida de vidas. Su apoyo público a estas acciones suscita preocupación, incluyendo el apoyo a crímenes de guerras internacionales”.
Y añade: “Su declaración de la noche del 14/10/2023 [en la que Starmer defendió la medida de Israel de negar agua, electricidad y ayuda humanitaria a los residentes asediados de Gaza] ha exacerbado estas preocupaciones, aparentemente haciendo caso omiso de la posibilidad real y grave de una limpieza étnica en Gaza”.
Y concluye: “Si estas preocupaciones no se abordan adecuadamente, su posición como líder del Partido Laborista se hará insostenible para la comunidad musulmana. Nos entristece profundamente comunicarle que, en tales circunstancias, los musulmanes no votarán al Partido Laborista en las próximas elecciones generales en caso de que usted siga siendo el líder”.
Cientos de miles de personas han salido a la calle para oponerse al genocidio israelí y en defensa de los palestinos, solo para ser denunciados como “partidarios del terrorismo” y amenazados con detenciones masivas por el Gobierno conservador. Esto no ha hecho más que reforzar el odio de millones de personas hacia los conservadores. Ahora, más de seis millones de personas han participado activamente en un debate sobre los crímenes de guerra de los laboristas, en exigencias del fin de la carrera política de Starmer y en llamamientos a romper con el partido. Lubaba Khalid, responsable de etnias negras, asiáticas y minoritarias de la Ejecutiva Nacional de los Jóvenes Laboristas, dijo que el partido “ya no es un espacio seguro para los palestinos y los musulmanes”.
Los partidos políticos que defienden el dominio capitalista en Reino Unido, con las manos chorreando de sangre, se han desacreditado irrevocablemente ante los ojos de millones de personas. El país está cada vez más cerca de una erupción de oposición social y radicalización que producirá un reajuste político fundamental en la clase obrera sobre un eje antiimperialista y socialista.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 19 de octubre de 2023)