Adalberto Santana 10 de noviembre de 2025 Hora: 06:19

Donald Trump, en su criminal política hacia los países del Caribe, y con la justificación de su doble moral en el combate al narcotráfico regional, ha generado una serie de ataques y atentados a embarcaciones y asesinatos de más de 70 tripulantes frente a las costas de Colombia, Venezuela y México. Foto: EFE
El Caribe y Centroamérica son áreas geográficas de nuestro continente americano, donde se ubican diversos países como Cuba, República Dominicana, Haití, Jamaica, y otros pequeños territorios insulares, así como también los países continentales como los de Centroamérica (entre los que figuran algunos estados del sur y sureste de los Estados Unidos Mexicanos, Belice, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá). Áreas que en su conjunto y por su mismo emplazamiento es muy propensas a padecer fenómenos naturales como los llamados huracanes.
Ese tipo de fenómenos atmosféricos en este año de 2025, mostraron su presencia y afectación en los meses de octubre y noviembre. Periodo que en las regiones tropicales son muy proclives a su surgimiento generar daños en las estructuras físicas de los países de la región. Tal como es el reciente caso del huracán Melissa. En estos dos meses de octubre y noviembre se han desarrollado en la Cuenca del Caribe esa serie de fenómenos naturales, generando distintos desastres en esos países que componen el área Circumcaribe en nuestra América. Los vientos de extraordinaria fuerzas naturales giran en enormes círculos, recientemente afectaron el oriente de Cuba, Jamaica y Haití.
Sin embargo, una noticia alentadora en medio de esos desastres naturales, ha sido el apoyo que ha brindado el gobierno de Venezuela, quien rápidamente a diferencia de otros países latinoamericanos y del mundo, destinó el traslado del Barco del Alba, llevando más de 5 mil toneladas en ayuda a los damnificados del oriente de Cuba. Asimismo también otro barco venezolano en igual sentido solidario, llevará más de tres mil toneladas a la nación caribeña fuertemente afectada por los estragos del huracán Melissa. Ese fenómeno natural, también a afectado a otras naciones caribeñas como Jamaica y a Haití. Este último país, considerado el más pobre y vulnerable de América Latina.
Sin embargo, en esa misma área del Caribe uno de los países más afectados política y económicamente ha sido Cuba, nación que por su carácter socialista y revolucionario, por más de sesena años ha padecido el criminal bloqueo económico de la mayor potencia del orbe, precisamente por los sucesivos gobiernos de los Estados Unidos de América, empezando dicho bloqueo económico con el de gobierno demócrata de John Fitzgerald Kennedy y ahora reforzado e incrementado con una serie de criminales medidas por el republicano, Donald Trump. Así, también Venezuela, ha sufrido los embates de las cañoneras imperiales cuando frente a sus costas del Caribe, Trump ha ordenado el emplazamiento de más de 10 mil marines en diversos submarinos y buques de guerra estadounidenses, entre ellos el portaviones nuclear: USS Gerald R. Ford, los destructores de misiles guiados USS Gravely, el USS Jasson Dunham y el USS Sampson, operativos que Trump justificar como operaciones para combatir el “narcoterrorismo”, que según el mismo mandatario estadounidense están vinculados a Venezuela. Cuando de sobra se conoce que la mayor entrada de drogas y narcóticos que consumen los más de 39 millones de estadounidenses penetran por su frontera sur de los mismos EU. Al mismo tiempo que Trump no menciona para nada que las grandes ganancias que genera el narcotráfico en su país, se lavan en los grandes bancos estadounidenses, especialmente los ubicados en el Condado de Dade, en la Florida, cuyo principal representante en el gobierno de los EU, es su secretario de Estado, Marco Rubio.
Así, este último mandatario estadounidense, en su criminal política hacia los países del Caribe, y con la justificación de su doble moral en el combate al narcotráfico regional, ha generado una serie de ataques y atentados a embarcaciones y asesinatos de más de 70 tripulantes frente a las costas de Colombia, Venezuela y México, que su gobierno llegó a considerar sin prueba alguna, que transportaban drogas con destino a su país. Al respecto el presidente colombiano Gustavo Petro y otros mandatarios de la región latinoamericana y caribeña han cuestionado esos criminales ataques a embarcaciones de pescadores colombianos y venezolanos.
Tal como se expresó durante la IV Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y de la Unión Europea (CELAC-UE), que se realizó en la segunda semana de de noviembre de 2025, en la ciudad colombiana y caribeña de San Marta. En la declaración de 52 puntos, de ese cónclave expresaron 32 de los 33 países de la CELAC el “mantener la región como zona de paz” y reafirmaron de igual manera que al “multilateralismo como herramienta esencial para enfrentar los desafíos globales”.
Además de las expresiones individuales de varios líderes de los dos bloques contra el operativo militar de Donald Trump en la región, la Declaración Final del encuentro expresó la oposición de la CELAC y la UE “a la amenaza o al uso de la fuerza y a cualquier acción que no sea conforme con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas”.
Sin duda la política militarista y asesina de Trump, contrasta con la pretensión de haber querido obtener el Premio Nobel de la Paz e incluso con el pretendido pronunciamiento de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), por haber querido también otorgarle el reconocimiento de la Paz al mismo Trump. Triste y nefasto personaje político de la Casa Blanca, quien más merece el título de verdugo de los pueblos y naciones que se han opuesto a sus políticas guerristas y criminales que en su mandato han violentado la paz del mundo. Sin duda el huracán, ciclón o tifón más dañino de los tiempos actuales en el mundo, ha sido el actual ocupante de la Casa Blanca. Lo peor de todo ello es que todavía nos esperan tres largos años que le restan en la presidencia de los Estados Unidos a Donald Trump.
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