Fuente: Justicia Alimentaria 29.10.21
CELEBRAMOS EL VETO A LA PUBLICIDAD INFANTIL, UN LOGRO QUE LLEVA DETRÁS MUCHOS AÑOS DE TRABAJO
Celebramos el anuncio del Ministro de Consumo de iniciar un proceso de regulación y limitación de la publicidad de alimentos no saludables para público infantil, ya que cambia totalmente el paradigma de la salud alimentaria apostando por un sistema regulatorio público tal y como reclamamos y se abandona el sistema de la autoregulación empresarial con el que el país contaba.
A través de la incidencia política y con campañas como ‘Defiéndeme’ y ‘Dame Veneno’, llevamos años trabajando para eliminar la publicidad de alimentos insanos para la salud de la población infantil, ya que la mayoría de la publicidad alimentaria es de productos no saludables, contribuyendo al desarrollo de obesidad y el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y cáncer en el futuro.
El 82 % de los anuncios de alimentación procesada destinados a niños y niñas publicitan productos con un contenido elevado de sal, grasas o azúcares refinado. Sin embargo, hasta ahora, que la opción de regulación está encima de la mesa, el Estado español no ha contado con ningún tipo de regulación pública y solamente contaba con un código voluntario llamado PAOS, escrito por las grandes empresas de alimentación y que diversos estudios públicos habían demostrado su ineficacia.
¿Sabías que la población infantil ve una media de 95 anuncios al cabo del día, más de 34.000 anuncios al año?
¿Y sabías que el 45 % de los niños y niñas del Estado padece obesidad o sobrepeso?
Las cifras de obesidad infantil en el Estado español son exorbitantes, siendo ya uno de los peores países de Europa en tasa de sobrepeso y obesidad infantil, afectando ya al 45 % de los niños y niñas. Este aumento de obesidad está directamente relacionado con el aumento de consumo de alimentos procesados con alto porcentaje de azúcar, grasas y sal, especialmente los destinados a la población infantil. En España, el 70% de lo que consumimos es alimentación procesada, y cuando hablamos de consumo en la infancia aún es superior.