Hermano de Assange: “Plan de CIA de secuestrar a Julian continúa…

Fuente: https://www.wsws.org/es/articles/2021/11/01/ship-n01.html?pk_campaign=newsletter&pk_kwd=wsws                      Richard PhillipsOscar Grenfell

El hermano de Assange, Gabriel Shipton, habla con el WSWS: “El plan de la CIA de secuestrar a Julian continúa bajo un barniz de legalidad”

El World Socialist Web Site ha hablado esta semana con Gabriel Shipton, cineasta y hermano de Julian Assange. El fundador de Wikileaks está otra vez ante un tribunal británico que decidirá si se lo envía a los Estados Unidos por el “crimen” de exponer las guerras ilegales de EEUU, abusos de los derechos humanos, operaciones de espionaje masivo y conspiraciones diplomáticas globales que afectan la vida de millones de personas.

Gabriel Shipton

Shipton ha acabado recientemente un largometraje documental titulado Ithaka, que será presentado a nivel mundial en el Festival de Cine de Sydney el mes que viene y estará disponible en enero de 2022. Dirigido por Ben Lawrence, la película narra los esfuerzos del padre de Assange, John Shipton, por concienciar acerca de los apuros de su hijo, construir apoyo público y presionar para acabar con esta persecución por parte de los EEUU y por su libertad.

La película da una imagen conmovedora de la inmensa factura que la persecución de Assange de una década de duración le ha pasado al propio fundador de WikiLeaks, y a sus seres queridos, incluyendo a su prometida Stella Moris, sus dos hijos pequeños y John Shipton. Hablan poderosamente del carácter ilegal de la acusación de los EEUU, y sus duras implicaciones para la libertad de prensa y los derechos democráticos.

La conversación ha sido editada para abreviarla. El WSWS empezaba por preguntarle a Gabriel Shipton cuándo tuvo la ocasión de visitar a su hermano por última vez, quien sigue encarcelado en la Prisión Belmarsh de Londres, no por haber sido condenado por algún delito, sino para facilitar el esfuerzo por extraditarlo a EEUU.

Gabriel Shipton: La última vez que vi a Julian fue en octubre de 2020. Después de eso la prisión entró en cuarentena por COVID, por diez meses al final, durante la cual no se permitieron visitas. Encima de los protocolos por el COVID, es la prisión de máxima seguridad Belmarsh.

Hay que pasar por tres o cuatro portales para entrar, te cachean, te buscan hasta en la boca, te escanean las huellas dactilares de los pulgares a cada paso. Las visitas eran muy cortas por el COVID, las redujeron a 45 minutos. No nos tocábamos. A Julian le gusta abrazar, así que ahí estaba ese momento incómodo al terminar cada visita cuando el guardia dice “No se toquen”. Normalmente, lo abrazaba para despedirme, pero esa vez no pudimos.

Ithaka

Ha mejorado ahora, pero creo que por 12 meses no se le permitió tocar a nadie, ni a Stella ni a otros visitantes. Los dos meses pasados sus hijos pueden visitarlo, puede abrazarlos, así que ha mejorado.

Pero es una prisión de máxima seguridad. Creo que Julian es uno de los dos detenidos en prisión preventiva allí, así que no es para prisión preventiva. Creo que el 30 por ciento de la gente allí está condenada por crímenes violentos. Con ellos está Julian, y para eso se hizo esa prisión, para los criminales más violentos del Reino Unido. Él es inocente, no ha sido condenado. Es apenas una de tantas irregularidades en el caso de Julian.

WSWS: ¿Cómo te ha impactado a ti la persecución de Assange?

GS: Fui a la prisión en 2019 cuando llevaron a Julian de la embajada de Ecuador en Londres a Belmarsh. Hasta entonces yo no me había implicado en la defensa de Julian ni en nada que tuviera que ver con WikiLeaks. Pero entonces lo fui a ver en 2019, nunca antes lo había visto así. Lo habían tenido vigilado por riesgo de suicidio, lo cual yo ignoraba entonces, pero me quedé pensando en que pudiera ser que no lo volviera a ver nunca. Así me sentí. Que esto podía ser el final. Ese día volví a casa y le mandé un mensaje de texto a Daniel, su hijo adulto, y le escribí, “Ve a ver a tu papá. Esta puede ser tu última oportunidad”.

En ese momento decidí que tenía que hacer algo y me uní a la campaña, empecé a defenderlo, a hablar, a conceder entrevistas, y esa fue la génesis de este documental. Soy cineasta y estuvimos pensando, “¿Cómo podemos contar una faceta diferente de esta historia?, ¿cómo podemos contar una versión personal que emocione al público, en vez de la manera usual en la que la gente se compromete con Julian y su trabajo?” Al final llegamos a la idea de seguir la travesía de John y su lucha por defender a su hijo.

Hubo tres suicidios en Belmarsh el año pasado, así que vivimos con este miedo de que Julian se una a ellos. [El programador de computadoras y hombre de negocios] John McAfee iba a ser extraditado de España a los EEUU, y cuando se probó su extradición, se suicidó. Eso es algo que está ahí siempre en tu pensamiento. Es un miedo constante.

Stella Moris (Fuente de la foto: Ithaka)

Stella, John y yo estamos haciendo esto a tiempo completo ahora, así que en términos de nuestras vidas, ese es básicamente nuestro trabajo a tiempo completo. Así que esa es otra cosa con la que tenemos que lidiar. Pero es solo la realidad. Simplemente haces cuanto puedes. Vi un hueco en los EEUU por la defensa de Julian, así que me puse a hacerla. Ves esas cosillas, oportunidades para defender a Julian y su libertad, y simplemente sales y lo haces. Y John y Stella igual, así trabajamos.

WSWS: Tu película es uno de los pocos documentales o películas objetivos y empáticos que se hayan hecho sobre Julian, incluso en Australia. ¿Puedes hablar sobre los desafíos que has tenido ante ti, y por qué se han hecho tan pocas películas sobre esta historia extraordinaria?

GS: Nos topamos con problemas con esta película. Fuimos totalmente independientes durante mucho tiempo en el proceso. Toda la propaganda negativa y el asesinato del personaje lo empapa todo de tal forma que mucha gente en la industria y los medios tradicionales de distribución no quieren ser vistos como participantes en la defensa de Julian.

Ahora tenemos a las entidades de la pantalla locales a bordo, pero no se comprometieron hasta que vieron un fragmento de la película. Es muy difícil hacer que algo arranque de verdad.

Si miras una plataforma como Netflix, tenía a [la destacada representante del Partido Demócrata] Susan Rice en su administración hasta hace muy poquito. Biden resultó elegido así que se fue de Netflix y se fue a la Casa Blanca. Obama consiguió un contrato de $400 de Netflix. Estas empresas, las grandes corporaciones, son puertas giratorias. No es diferente en Australia con los medios corporativos.

Sabes quiénes son los enemigos de Julian, contra qué estamos, es el Estado de seguridad de EEUU, que tiene sus tentáculos por todas partes. Cuando vas contra su narrativa, tienes que buscar métodos alternativos para poder sacar tu producto.

WSWS: ¿Cuál ha sido la respuesta en Australia? ¿Has contactado a los festivales de cine?

John Shipton en Londres (Fuente de la foto: Ithaka)

GS: Australia está bien en ese sentido. Gran parte de la población está con Julian. Íbamos a mostrarla en el Festival de Cine Internacional de Melbourne, antes de que pasara a ser en línea por el COVID, así como el Festival de Cine de Sydney. Los otros aquí estaban interesados y estábamos trabajando para conseguir participar en un festival internacional.

WSWS: ¿Puedes comentar sobre el papel del gobierno australiano y su negativa a defender a Assange aunque es ciudadano y periodista australiano?

GS: Tratan a Julian como a un mochilero que perdió el pasaporte. Le dan la mínima asistencia con la que puedan salirse con la suya. Los están presionando cada vez más ahora para que hagan algo de verdad. Apenas haría falta que el primer ministro cogiera el teléfono, llamara a Biden y le planteara que supuestamente somos los mejores amigos de EEUU, que por qué no pueden enviar a Julian a casa.

Pero Australia está obligada con los EEUU. No somos tan independientes como nos gusta creer que somos respecto a estas cosas. Creo que el gobierno australiano simplemente le sigue la corriente a los EEUU respecto a la persecución de Julian.

WSWS: La película muestra el viaje que tú y John Shipton hicisteis a los EEUU este año, más o menos cuando Biden estaba asumiendo la presidencia. ¿Cuáles fueron tus experiencias al intentar cabildear a la nueva administración?

GS: En la película estuvimos allí por enero, en el cambio de administraciones y el gobierno entrante está haciendo políticas y planifica lo que va a hacer. Estábamos intentando sacar partido de ello antes de que la nueva administración hubiera asumido ya formalmente.

Sí que tuvimos algunos contactos con el área de los derechos humanos de la administración Biden. Les hicimos llegar una carta, y la respuesta que recibimos fue “Por favor esperen hasta la toma del mando. Hay posibilidades de una reunión, pero esta tendría lugar después de ese momento”. No hemos vuelto a recibir ninguna respuesta de esa gente.

Volvimos a los EEUU en junio e hicimos una gira por 15 ciudades por EEUU, unos 20 eventos presenciales, mítines, acciones. La respuesta sobre el terreno fue notable, hablamos con miles de personas, las informamos y activamos los grupos de simpatizantes, juntando a la gente. Generamos algunos medios, así que pudimos volver a poner el tema de Julian en los principales medios en ese momento. Y ello tuvo algunas consecuencias. Vimos la investigación recientemente por parte de reporteros de Yahoo News con más de 30 fuentes del interior de la comunidad de inteligencia que confirmaban lo que más o menos ya sabíamos, que había complots para secuestrar y asesinar a Julian.

John Shipton hablando ante los medios en las inmediaciones de la Prisión Belmarsh (Fuente de la foto: Ithaka)

Bajo Trump, tenías personas como Mike Pompeo que decían, “La CIA va a poner a WikiLeaks en la mira, es un servicio de inteligencia no estatal hostil”, y otros, todos contentos porque constara que planificaban la acusación de Julian, cómo básicamente iban a tirarlo todo contra WikiLeaks.

Desde que vino Biden, es muy diferente. Cuando se le pregunta a alguien de la administración qué está pasando con el caso de Julian, se lo rebotan a otro. Cuando le preguntaron al Secretario de Estado Blinken sobre Julian en Francia, dijo, “Tenemos un Departamento de Justicia independiente, es su responsabilidad”. El portavoz de la Casa Blanca Jen Psaki hizo otro tanto.

Lo que estamos viendo ahora es una manera diferente de operar de la administración. No quieren jaleo; no quieren un gran frenesí mediático alrededor de ello. Pero la acusación sigue. No se ha retirado. Puedes volver la mirada a la revelación de la CIA, tenían un plan para secuestrar y asesinar a Julian en 2017. Eso se puso en pie. Bajo un barniz de legalidad, fue secuestrado de la embajada ecuatoriana donde tenía asilo político.

Efectivamente ingeniaron la manera de poder aún así secuestrarlo y llevárselo como rehén pero hacerlo con ese barniz de legalidad. El Reportero sobre Tortura de la ONU, Niels Melzer, lo llamó asesinato en cámara lenta ante nuestra propia mirada. No se diferencia de los planes de la CIA. Está continuando, solo que de una manera diferente, bajo la administración Biden.

WSWS: Y Biden puede que no quiera hablar sobre Assange ahora, pero en 2010 cuando era el vicepresidente en la administración Obama, denunció a Julian como un “terrorista de alta tecnología” por exponer los crímenes de guerra del gobierno estadounidense como periodista.

GS. Así es. Biden y [el líder de la minoría republicana del senado] Mitch McConnell llamaron a Julian terrorista de alta tecnología. Dijeron exactamente lo mismo, repitiendo como loros lo que el otro decía. Y se habló de poner a Julian en el marco de la Ley Patriótica, como un terrorista, para que se lo pudiera atacar con un dron o para que se le pudiera disparar en el lugar. Desde los medios del sistema se pidió que asesinaran a Julian. Es un círculo.

Que Pompeo diga que WikiLeaks es un “servicio de inteligencia no estatal hostil” es lo mismo. Hablé con Julian sobre eso en 2017, y dijo, “Es la primera vez que tenemos un equipo de la CIA a tiempo completo tras nosotros”. Era esa definición que quería decir que la CIA podía poner todo un equipo tras Julian sin ningún control del congreso y que podían utilizar con WikiLeaks las mismas medidas que usaron contra los servicios de inteligencia de Irán o Rusia.

El consenso en Washington DC sobre matar a Julian o ir tras WikiLeaks no es nuevo, llevan muchísimo tiempo intentándolo.

WSWS: Uno de los momentos fuertes de la película es cuando la extradición de Assange es bloqueada por un tribunal británico en enero, pero por motivos estrechos de salud. Hay una evidente sensación de alivio e incluso sorpresa en su familia. Pero luego a los pocos días la misma jueza británica negó una solicitud de libertad bajo fianza, y ahora hay recursos presentados por EEUU, con todo el peligro de que proceda la extradición. ¿Puedes hablarnos de esto y de las audiencias que están teniendo lugar esta semana?

GS: Es una montaña rusa de emociones. Lo ves en la película, está ese momento en el que nos quedamos de piedra, agobiados y no podíamos creer que la extradición hubiera sido negada. Y después se vuelve a la misma rutina un par de días después, y luego a esta nueva audiencia.

EEUU había planteado inicialmente cinco puntos de recurso, pero el tribunal solo le permitió proceder con tres. Recurrieron eso y ahora se les permite impugnar también los otros dos.

Uno de esos otros dos son sus intentos por socavar el testimonio del profesor Kopelman, el psiquiatra que encontró que Julian podría suicidarse si lo extraditaban a los EEUU. Así que, de nuevo, esta audiencia va a centrarse en Julian, su bienestar mental, su persona. Clare Dobbin, una de las fiscales, dijo que Julian estaba “fingiendo estar enfermo” en una de las audiencias anteriores. Eso es lo que nos esperamos que ocurra, mantener el foco en Julian, en él personalmente y alejar la atención de los crímenes contra la humanidad reales y la corrupción que él expuso. Esa viene siendo la táctica desde 2010. Jugaron a marcar al hombre, no a buscar la pelota.

WSWS: Es extraordinario que el caso esté procediendo siquiera. Se ha revelado ahora que el gobierno estadounidense, que está intentando extraditarlo, conspiró para matar a Assange. Uno de los testigos clave de la acusación, el estafador islandés y pedófilo convicto Siggi Thordarson, ha admitido que mintió a cambio de inmunidad de ser enjuiciado en EEUU. ¿Por qué crees que el poder judicial británico está siguiendo adelante con eso, cuando por derecho todo el caso estadounidense tendría que haber sido desestimado?

GS: Se parece un poquito a la cuestión de por qué el gobierno australiano no ha hecho más. Lo que pasa con esto es que es casi como otra revelación de WikiLeaks, cómo Julian ha sido perseguido constantemente y todas estas instituciones se ha mostrado que son corruptas.

Empezó cuando el servicio fiscal sueco, llamado entonces Servicio Fiscal de la Corona, el poder judicial británico, el Departamento de Justicia estadounidense, y el FBI le ofrecieron inmunidad a Thordarson a cambio de su testimonio. Para mí es otra revelación, hasta qué punto están dispuestos a llegar.

Me gusta la metáfora de David y Goliat. Hay un gigante ciego que lucha contra un hombre encerrado en una celda en una cárcel, y este gigante simplemente está derribando todas estas instituciones. Al final se va a destruir a sí mismo. Está mostrando que todas estas instituciones son corruptas. Cuando más avanza esto, más fe perderá la gente en el sistema democrático bajo el que vivimos.

Si te fijas en el caso de Daniel Ellsberg de los años 1970 cuando se supo que sus psiquiatras estaban siendo espiados por el gobierno estadounidense y que mandaban agentes disfrazados de fontaneros para allanar su casa, todo ello formó parte del juicio político a Richard Nixon. No me sorprendería que viéramos algo parecido con el caso de Julian, que al final veamos a alguien de las más altas esferas obligado a rendir cuentas.

(Publicado originalmente en inglés el 28 de octubre de 2021)

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