El falaz informe de los mercenarios “independientes” que hacen política con la manipulación de los DDHH, impacta con fuerza y es recogido de manera destacada en los medios de comunicación del Reino de España, públicos y privados, conservadores (la mayoría) o “progresistas”, impresos o digitales, de prensa, radio y televisión. También en las redes manejadas corporativamente.

Llega la información a través de las agencias internacionales de Occidente, y de inmediato los medios la recogen y la posicionan en primera plana. Son los heraldos del poder. O actúan como tales. Una desgracia desde el punto de vista de la ética informativa.

Diarios digitales, que se suponen de izquierda y a quienes por afecto de lector cotidiano prefiero no nombrar, o los consabidos periódicos tradicionales de la derecha, como El País (con todos sus disfraces y máscaras superpuestas), ABC, o El Mundo, por citar algunos de los más conocidos, coinciden en resaltar esa noticia. Sale también con cierto énfasis declamativo en el telediario del principal canal de la televisión del Estado.

Medios todos ellos que a continuación, una vez dado el golpe, vuelven la vista y siguen a otra cosa. Porque su tarea pareciera ser la de difundir el mensaje del poder y nada más. Su verdad ya está dicha. El verdadero fondo de la cuestión no interesa.

No importa que Venezuela haya desmontado, casi de inmediato, el malparido informe al que me refiero. Las razones de peso y los contundentes argumentos expuestos en las recientes comparecencias ante las prensa del Canciller Jorge Arreaza y el Fiscal General Tareck William Saab, que se pueden ver a través de YouTube, forman parte del contraataque venezolano. Como también, y sobre todo, el documento que el Presidente Nicolás Maduro le acaba de presentar al mundo, titulado “La Verdad de Venezuela contra la Infamia. Datos y testimonios de un país bajo asedio.”, de imprescindible lectura para los hombres y mujeres de buena voluntad.

Ninguno de los grandes medios le ha dado cabida, en la misma escala y proporción, a esta contraofensiva argumental y muy bien documentada de Venezuela. Aquella acusación imperial, transformada en noticia del día, fue destacada con trompetas por los heraldos del poder. Ahora, cualquier información veraz que venga de la Venezuela asediada, habrá que buscarla con acuciosidad para, si acaso, encontrarla escondida entre las páginas secundarias y redactada con ambigüedad y alevosía, entre el universo de noticias de las agencias internacionales.

No dejo de agradecer, sin embargo, a rebelion.org, con quien mantengo importantes diferencias como lector, por haber reproducido en sus páginas este informe completo.

(Publicado en Correo del Orinoco el 1 de octubre de 2020)