Fuente: https://www.wsws.org/es/articles/2023/08/09/ec65-a09.html?pk_campaign=newsletter&pk_kwd=wsws Trévon Austin 09.08.23
Autoridades mexicanas y texanas confirmaron el hallazgo de un cuerpo no identificado atorado en la barrera flotante instalada por el gobernador Greg Abbott el mes pasado en el Río Bravo, entre la ciudad estadounidense de Eagle Pass en Texas y la ciudad mexicana de Piedras Negras en Coahuila.
El miércoles, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México (SRE) emitió un comunicado informando que autoridades del Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS) notificaron al Consulado de México en Eagle Pass que alrededor de las 14:35 horas encontraron el cuerpo de una persona sin vida atorado en la parte sur de las boyas que fueron colocadas en el río Bravo.
Hasta ahora, las autoridades no han podido determinar la identidad o la nacionalidad del fallecido. La SRE indicó que tampoco se ha determinado causa de muerte.
Sin embargo, el jefe del DPS, Steve McCraw, afirmó en un comunicado el jueves que ‘información preliminar sugiere que esta persona se ahogó río arriba de la barrera acuática para después flotar hacia las boyas’.
Aún de ser cierto, el estado de Texas le pertenece una inmensa responsabilidad por la muerte y la miseria que los migrantes enfrentan a lo largo de la frontera entre Texas y México. De hecho, Texas escogió la ubicación donde se instaló la barrera precisamente porque ahí se encuentra un tramo relativamente poco profundo del río Bravo, lo cual lo convierte en un punto preferido por muchos inmigrantes para cruzar el río. Ya se han reportado previamente lesiones y muertes de migrantes que han intentado eludir a las boyas, así como en otros tramos del río donde Texas ha instalado barriles envueltos en alambre de púas a manera de trampas.
Poco después del primer hallazgo, el periódico texano Dallas Morning News informó del descubrimiento de un segundo cuerpo sin vida cerca de las boyas. De acuerdo al reportaje, el cuerpo fue identificado por su madre, basado en sus tatuajes, como un joven hondureño de 20 años. Sin embargo, las autoridades reportaron no poder confirmar esta identificación debido al estado avanzado de descomposición del cadáver.
La SRE reiteró la postura del Gobierno de México sobre que la colocación de boyas alambradas por parte de las autoridades de Texas es ‘una violación a nuestra soberanía.’
‘Externamos nuestra preocupación sobre el impacto a los derechos humanos y seguridad personal de los migrantes que tendrán estas políticas estatales, que van en sentido opuesto a la estrecha colaboración entre nuestro país y el Gobierno federal de los Estados Unidos,’ dijo el comunicado de prensa .
Un portavoz del Gobernador Abbott dijo que el ‘Gobierno mexicano está completamente equivocado’. El primer cuerpo reportado flotó hacia las boyas y el segundo cuerpo ‘fue encontrado kilómetros arriba de las barreras acuáticas’, dijo Andrew Mahaleris, portavoz de Abbott.
‘Además, el DPS monitorea continuamente las barreras en busca de cualquier persona intentando cruzar y no ha observado a nadie intentando cruzar desde su instalación’, dijo Mahaleris.
El área del río Bravo entre las ciudades de Eagle Pass y Piedras Negras se ha convertido en punto favorito para cruzarlo a pie, puesto que es lo suficientemente bajo para poder vadearlo. Sin embargo, es común que los migrantes acaben siendo arrastrados por las engañosas corrientes, que pueden tomarlos por sorpresa y hacerles perder el equilibrio.
La barrera acuática, que se extiende 300 metros a lo largo del río, consta de una serie de esferas naranjas conectada por una red de malla. La barrera fue colocada y diseñada estratégicamente para evitar que esta pueda ser escalada o que se pueda nadar por debajo de ella.
El mes pasado, el Departamento de Justicia de los EE.UU. presentó una demanda contra el estado de Texas alegando que la ubicación de la boya así como otros obstáculos colocados en el río son ilegales mientras no posean la aprobación del gobierno federal.
Abbott ha defendido sus políticas, afirmando que Texas tiene el derecho constitucional de proteger sus fronteras. En una ‘Carta al presidente Joe Biden,’ Abbott declaró que la inacción del Gobierno federal fue lo que lo orilló a tomar estas medidas.
‘Si realmente le importan las vidas humanas, comience por hacer que se cumplan las leyes federales de inmigración,’ dice la carta. ‘Sólo así podrá ayudarme a evitar que los migrantes arriesguen sus vidas en las aguas del río Bravo. Igualmente, así estará ayudándome a salvar a los texanos, y de hecho a todos los estadounidenses, de las drogas mortales como el fentanilo, de la violencia de los cárteles y de los horrores de la trata de personas. Para acabar con el riesgo de que los migrantes se lastimen al cruzar la frontera ilegalmente, es necesario que haga cumplir plenamente las leyes de los Estados Unidos las cuales prohíben la inmigración ilegal. Mientras eso no ocurra, el estado de Texas utilizará plenamente su autoridad constitucional para enfrentar la crisis que usted mismo ha causado. Nos vemos en la corte, Sr. Presidente.’
Mientras tanto, un juez federal anuló las restricciones temporales impuestas a los solicitantes de asilo por la administración de Biden, dictaminando que los planes del gobierno federal para reducir los cruces en la frontera se encuentran en violación de las leyes federales.
El 25 de julio, el juez de distrito Jon S. Tigar falló en contra del sistema impuesto por la administración de Biden hace dos meses que penaliza a los migrantes que cruzaran la frontera ‘ilegalmente.’
En su fallo, Tigar se alineó con grupos de defensa que lo habían instado a rechazar estas restricciones, argumentando que ponían en peligro a las migrantes y violaban la ley federal, la cual establece que cualquier persona en suelo estadounidense tiene derecho a solicitar asilo, sin importar el cómo haya llegado.
Los abogados de la administración de Biden habían previamente comunicado a Tigar en documentos judiciales que la anulación de las restricciones podría tener un ‘impacto caótico’ en la frontera y que temían que los migrantes se abarrotarían en ellas, saturando a la patrulla fronteriza.
Tigar concedió la solicitud del gobierno de retrasar la entrada en vigor de su sentencia durante 14 días para darle tiempo a los funcionarios de apelar el fallo.
Las reglas temporales fueron impuestas en mayo cuando se dio por finalizada la política de la pandemia conocida como ‘Título 42’, la cual permitía a los agentes fronterizos la expulsión rápida de los solicitantes de asilo sin requerir una audiencia.
Dichas reglas establecen que los migrantes no son elegibles para el asilo si cruzaron la frontera sin antes haber buscado asilo en otro país. Los solicitantes de asilo pueden pedir el ingreso legal a los EE.UU. a través de una aplicación móvil o si un residente estadounidense patrocina su ingreso a través de un sistema conocido como ‘parole’ (literalmente, libertad condicional). Los migrantes igualmente pueden solicitar ser exentos de las restricciones si padecen de un problema de salud grave o si sufren de una amenaza inminente a su bienestar.
Los funcionarios de la administración de Biden señalan que estas reglas contribuyeron en junio a una reducción en los cruces fronterizos ilegales de casi el 42 por ciento, junio siendo el primer mes completo en que la política estuvo en vigor. La patrulla fronteriza realizó 99.545 arrestos durante ese mes, la cifra mensual más baja desde que Biden asumió el poder.
La decisión del martes de Tigar refleja sus fallos anteriores durante la administración de Trump, quien igualmente instituyó restricciones similares a los solicitantes de asilo.
En 2018, Tigar prohibió temporalmente a la administración de Trump que negara el asilo a los migrantes que hayan cruzado ilegalmente la frontera sur. La Corte de Apelaciones de los EE.UU. del Noveno Circuito y la Corte Suprema de Justicia se negaron a mantener esta decisión. Tigar también rechazó una regla del 2019 que prohibía a los migrantes buscar asilo si no lo habían solicitado previamente en otro país en su camino hacia la frontera entre EE.UU. y México.
Las batallas legales entre los dos partidos capitalistas de los EE.UU. demuestran que la hostilidad hacia los inmigrantes es una política consciente de clase. Ninguno de los dos lados está preocupado por el bienestar de aquellos que huyen de la violencia y la pobreza, la cual es a su vez, causada por el imperialismo estadounidense. Al contrario, la discusión se centra sobre cual es el nivel aceptable de violencia para poder ‘asegurar la frontera’. La garantía de los derechos y la seguridad de los trabajadores migrantes solo se puede lograr a través de la movilización de la clase trabajadora a nivel internacional, aboliendo el capitalismo junto con el sistema obsoleto que divide al mundo en Estados-nación.
(Publicado originalmente en inglés el 6 de agosto de 2023)