Fuente: https://haitinominustah.wordpress.com/2022/11/08/haiti-un-pais-negociado/ 08.11.22
TelesurTV, 31/10/22 – En esta edición de El Punto en la i, Madelein García entrevista a Camille Chalmers, economista y profesor de la Universidad Estatal de Haití, sobre la situación actual en Haití, la realidad de las bandas armadas y de los resultados de las últimas intervenciones «humanitarias» en Haití.
El gobierno de facto de Ariel Henry quien asumió el poder luego del asesinato del presidente Jovenel Moise, solicitó a la ONU la intervención internacional para pacificar el país sumergido en la violencia de los paramilitares. Pues resulta que atendiendo esta petición la ONU aprobó sanciones en contra de esos grupos armados en Haití con el argumento, de detener en todo el territorio nacional, la crisis humanitaria provocada, entre otras cosas, por la inseguridad que genera la actuación delictiva de las bandas armadas y sus patrocinadores.
El plan Imperial de dominación en la región caribeña es organizar una invasión militar en Haití y por supuesto sabemos que están utilizando varios argumentos. Uno de los argumentos es la cuestión de la crisis humanitaria y otro argumento es la cuestión de Las Pandillas. Sabemos que las pandillas son controladas por las mismas fuerzas dominantes, por la extrema derecha y por los estados unidos.
Solo pretenden que nuevamente retorne a Haití una misión militar internacional para pacificar el país la cual seria una agresión más a la que ha sido sometido durante décadas el pueblo de Haití. Más de trece años de ocupación de la MINUSTAH en Haití costó a la ONU más de 7 mil millones de dólares, dinero que pudo ser invertido en Haití y que por el contrario sirvió para financiar la injerencia. La MINUSTAH fueron violadoras de los Derechos básicos del pueblo de Haití. Violaron el derecho a la educación, violaron los derechos humanos e hicieron una cantidad de violaciones contra las mujeres, niñas y niños, aparte introdujeron el cólera que resultó en 30.000 40,000 muertos y más de 800.000 infectados, fue una catástrofe nacional en términos económicos y sociales. Así que hoy no es posible aceptar repetir los mismos errores.