Haga la suma: Netanyahu+Narco Rubio+Zelensky= Un cordero sacrificado.

El Sudamericano

«Reunión de Pastores, cordero muerto», dice el viejo refrán.

El tal mártir Kirk obligó a su hija de 15 años a dar a luz después de haber sido abusada sexualmente.

«La Torá, la ley judía, describe el holocausto como «olah», que significa «ofrenda ígnea». La «olah» era una ofrenda importante en el antiguo Israel, donde se realizaba en el altar del Tabernáculo, y luego en el Templo de Jerusalén.»

«Holocausto», la palabra sionista para «limpieza étnica» y politicidio, significa (en realidad) «Sacrificio». La palabra se explica sola, el dolor y la tragedia humana debe ser explicada en cada tiempo histórico. La historia no es un péndulo, así como el tiempo no es bipolar. El tiempo se despliega ante los sujetos multidimensionalmente, tanto como la realidad que la sociedad intenta explicarse. La comprensión maniquea es promovida por la educación escolástica que promueven los regímenes burgueses desde hace siglos. Nuestro tiempo es una espiral acelerada hacia la incertidumbre absoluta. El capital y la clase que lo encarna, solo puede planificar su supervivencia, es decir muerte, guerra y destrucción. Ésto es lo que quería decir Engels en la pluma de Rosa Luxemburg cuando dijo: Socialismo o Barbarie.

No son las ideas las que construyen la realidad, sino que es la realidad la que le da forma a las ideas. Y el sacrificio ritual es la «idea» más antigua de la política. La guerra social, aunque nadie la elija, aun cuando nadie la prefiera, es la única constante capaz de explicar la realidad de la sociedad divida en clases sociales. Es (también) una guerra permanente «por la realidad». Ellos los dueños de todo, no pueden con su propia realidad sádica y perversa. Trump es un avatar de Palantir, Narco Rubio es el Malinche-Calígula cocainómano de Netanyahu… quien diría, ¿no le parece? que la Verdad es la Mentira, y la Guerra es la Paz…

Los Nazis también tuvieron su ‘Charly’ Kirk, se llamó Horst Wessel: su muerte en 1930 fue profusamente utilizada por la propaganda del partido nazi durante los siguientes años, que lo elevó a la categoría de mártir.

Berlín 1933:

«Una sección de las SA llega a Bülow Platz. Es la tropa que comandaba Horst Wessel, el proxeneta, “poeta”. Reverenciado héroe y “mártir” 23 de los nazis. Un golpe de talón, media vuelta, y están alineados frente a la Casa Karl Liebknecht.»

«Se adelantan tres hombres. Llevan la bandera con la esvástica. Una orden del jefe y los tres hombres avanzan hacia la Central de PC. Pasan por la puerta donde se encuentran dos schupos [policía política], y unos momentos después los vemos en el techo. Un momento más tarde, sobre el gran tejado que tan a menudo adornara la bandera roja con una hoz y un martillo, flota ahora la esvástica.» (Juan Rústico, La tragedia del proletariado alemán)

 

 

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