Hacia nueva legitimidad palestina: el deber de reconstruir la representación nacional

Editorial de la Unión Palestina de América Latina –                           UPAL

El colapso político y moral de la Autoridad Nacional Palestina frente al régimen de ocupación israelí y su hegemonía imperial —respaldada por Estados Unidos— ha dejado al descubierto una dolorosa verdad: la estructura que debía representar los intereses del pueblo palestino se ha convertido en un instrumento que los traiciona. Ante este panorama, se impone con urgencia histórica la tarea de reconstruir la representación nacional sobre bases genuinamente patrióticas, democráticas y unificadoras.


La reafirmación del Compromiso con la Carta Nacional Palestina de 1968 y con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) como el único y legítimo representante del pueblo palestino constituye el punto de partida indispensable. La OLP fue reconocida por la ONU y por la mayoría de los Estados del mundo como la voz auténtica de un pueblo que lucha por su liberación. Hoy, sin embargo, su papel ha sido erosionado por décadas de divisiones, acuerdos vacíos y subordinación a intereses ajenos al proyecto nacional.
En ese sentido, la propuesta —impulsada desde el reciente encuentro de El Cairo y respaldada por voces como la del Dr. Mustafá Barghouti— de conformar una Comisión Nacional Unificadora representa una esperanza real de rescate. Esta comisión debe integrar a todas las fuerzas políticas y sociales, sin exclusión ni hegemonías, así como a representantes del exilio, de los presos, de las mujeres, de la juventud y de los campos de refugiados. Solo desde una visión colectiva, plural y comprometida con el interés nacional podrá emerger una nueva legitimidad palestina.
El objetivo inmediato de dicha comisión debe ser la reorganización del frente nacional: nombrar un portavoz oficial, conformar equipos especializados en los temas de presos, refugiados, servicios esenciales, tierras confiscadas y la situación de los palestinos dentro del territorio de 1948, y convertirse en la voz unificada del pueblo palestino frente a los medios y foros internacionales.
Un cuerpo que hable con claridad, firmeza y dignidad —en contraste con el silencio cómplice y la sumisión de la actual Autoridad—.
Las lecciones de la historia son claras: cuando los pueblos enfrentan la fragmentación y la amenaza existencial, la unidad basada en la legitimidad popular se convierte en el arma más poderosa. Palestina no puede esperar más. La reconstrucción de la OLP sobre fundamentos nacionales, democráticos y participativos es una necesidad impostergable.
UPAL llama a todas las organizaciones, comunidades y líderes palestinos —dentro y fuera de la tierra ocupada— a respaldar la convocatoria de esta Comisión Nacional Unificadora y a participar activamente en su reunión fundacional. Solo así el pueblo palestino podrá recuperar la dirección de su destino, enarbolando una vez más la bandera de la liberación y el retorno, sin tutelas, sin divisiones y sin traiciones.
Unión Palestina de América Latina – UPAL
28 de octubre de 2025

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