La Administración Nacional de Seguridad Nuclear de Estados Unidos (NNSA, por sus siglas en inglés) habría fabricado recientemente su primer núcleo de plutonio desde 1989 con el objetivo declarado de renovar todas sus ojivas. El Departamento de Defensa planea incorporarlo a la ojiva W87-1 del misil balístico intercontinental Sentinel y su producción se incrementará a 80 núcleos de plutonio por año a mediados de 2030, lo que sería el pistoletazo de salida para una carrera armamentística nuclear.

¿Fin de la moratoria de los ensayos nucleares?

Estados Unidos se retiró del Tratado sobre Misiles Antibalísticos (ABM) en 2002 y del Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF) en 2019. Este acuerdo de desarme fue el primero firmado en la Guerra Fría y habría ayudado a mantener los misiles de corto y mediano alcance fuera de Europa durante décadas. 

Rusia también ha suspendido su participación en el acuerdo Nuevo START (Tratado de Reducción de Armas Estratégicas) pactado por ambos países en 2010. Este acuerdo expira en 2026 y limitaba el número de armas nucleares estratégicas, con un máximo de 1.550 cabezas nucleares y 700 sistemas balísticos para cada una de las dos potencias, en tierra, mar o aire, siendo previsible la no renovación de este tratado.

La nueva doctrina nuclear de Estados Unidos

Según el New York Times, el presidente Joe Biden aprobó en marzo un plan estratégico nuclear altamente clasificado llamado “Guía de empleo nuclear”. El plan “tiene como objetivo, por primera vez, preparar a Estados Unidos para posibles desafíos nucleares coordinados por parte de China, Rusia y Corea del Norte y, por primera vez, reorienta la estrategia de disuasión estadounidense para centrarse en el arsenal nuclear de China en rápida expansión” y, según el periódico estadounidense, “este cambio se produce cuando el Pentágono estima que las reservas de China rivalizarán en tamaño y diversidad con las de Estados Unidos y Rusia durante la próxima década”.

Así, según estimaciones del Pentágono, la fuerza nuclear de China aumentaría a 1.000 cabezas nucleares en 2030 y a 1.500 en 2035; con lo que el arsenal nuclear chino igualaría el número de cabezas nucleares que poseen actualmente tanto Estados Unidos como Rusia y firmaría parte de la nueva tríada nuclear, poniendo así al arsenal nuclear estadounidense en una clara posición de inferioridad respecto del eje ruso-chino en caso de una conflagración nuclear.

¿El Pentágono está buscando una guerra nuclear?

En un artículo publicado en el Instituto Quincy titulado “Reflexión sobre la guerra nuclear”, “La nueva estrategia nuclear de Biden y el superfusible que la activa”, el Dr. Theodore Postol del MIT afirma:

“Ahora es posible, al menos según las estrategias de lucha en una guerra nuclear, que Estados Unidos ataque los más de 300 misiles balísticos intercontinentales basados ​​en silos que China ha estado construyendo desde aproximadamente 2020 con la abundante cantidad de ojivas Trident II W-76 de 100 kt disponibles. La rápida expansión de la capacidad de destrucción de objetivos duros de 100 kt del W-76 también hace posible que Estados Unidos ataque simultáneamente los aproximadamente 300 misiles balísticos intercontinentales basados ​​en silos rusos”.

Así, “las superojivas que ahora se están cargando en los misiles estadounidenses estarían específicamente diseñadas para un ataque nuclear simultáneo, de primer golpe y relámpago contra Rusia, China y Corea del Norte, para eliminar su capacidad de represalia y así ganar una Tercera Guerra Mundial y luego tomar el control del mundo entero”, para luego proceder a la implementación del Nuevo Orden Mundial siguiendo la doctrina de Zbigniew Brzezinski :

“Ha llegado la era del reequilibrio del poder global, un poder que debe transferirse a un nuevo orden político global basado en un vínculo económico trilateral entre Japón, Europa y Estados Unidos”.

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Pájaros, no bombas: luchemos por un mundo de paz, no de guerra 

Germán Gorraiz López es analista político. Es colaborador habitual de Global Research.