
Entrevistas
Gabriela Fernández, presentadora de “Con Filo”, programa de la Televisión Cubana
“Negar el bloqueo contra Cuba es una especie de terraplanismo político”
Pedro Jorge Velázquez, líder del proyecto comunicacional cubano “El Necio”
“En Miami no solo es imposible decir algo en favor de la Revolución, sino incluso que Cuba tiene playas bonitas”
Johana Tablada, subdirectora de EEUU del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba
“Un levantamiento del bloqueo contra Cuba convendría los propios EEUU”
Omaima Alkhawaja y Yousef Abual Rob, estudiantes de Palestina con beca en Cuba
«La solidaridad de Cuba con Palestina tiene una larga historia, no empezó con el actual genocidio»
Omar Stainer Rivera, autor del libro «La Casa Blanca contra las Batas Blancas»
“Cuba envió más de 50 brigadas médicas durante la Covid, algo que no lo hizo ningún otro país”
Lecciones de manipulación
¿Hablar de pobreza en Cuba sin mencionar a EEUU? Como hablar de genocidio en Palestina sin mencionar a Israel
Caso Cuba: ¿Deben retirar a EEUU la sede de los Juegos de Los Ángeles?
Clúster tecnológico BRICS en Cuba: ¿espejismo o golpe mortal al bloqueo de EEUU?
Rosa María Payá: peón en la OEA para el bloqueo total del sistema de salud de Cuba
Fin de la cooperación europea y sanciones a Cuba: Deutsche Welle y su maloliente propaganda de guerra
Doble Rasero
Elián González, 25 años después: el porqué del silencio
Cacerías universitarias, apagones y fraudes electorales: la prensa y su doble rasero
Régimen totalitario: ¿Cuba o EEUU?
Otros contenidos
Parlamento cubano: 55% de mujeres
Marco Rubio y su obsesión por acabar con las brigadas médicas cubanas
Esclavitud moderna
Editorial: La situación sanitaria en Cuba y la ONG de Marco Rubio
La Organización Panamericana de la Salud indica que Cuba vive una “situación de emergencia” y menciona la carencia de todo tipo de insumos y medicamentos, como los antibióticos.
Es la consecuencia de la falta de ingresos en divisa de la Isla y, principalmente, de la cancelación o disminución de los convenios médicos internacionales que, durante años, han servido para mantener el sistema público de salud de la Isla.
Detrás de ello está la acción directa del Gobierno de EEUU que, en marzo, daba un paso más. El secretario de Estado Marco Rubio anunciaba la prohibición de entrada a EEUU a quienes firmen acuerdos médicos con Cuba, así como a sus familias. Y para dejar claras sus amenazas, se reunía con los gobiernos de varios países del Caribe donde existen brigadas cubanas de la salud.
Pero sobre este nuevo capítulo de la guerra económica contra un país cuyas otras fuentes de ingreso han sido también devastadas por la Casa Blanca -el turismo, las remesas, las inversiones-, apenas leemos notas en la prensa corporativa. Y si leemos algo, es la versión de una organización que apoya y aplaude esta política: Prisoners Defenders. Su presidente, Javier Larrondo, declaraba entonces a la agencia “EFE que la decisión” de Marco Rubio “le parece `acertada’” y la “celebraba”.
Pero ¿por qué una agencia pública española como EFE no entrevistó a una sola de las 60 organizaciones solidarias que, en el Estado español, denuncian cada día esta guerra contra la salud pública cubana?
Porque la prensa corporativa censura toda voz disidente al discurso anticubano. Mientras sigue presentando como una “ONG de derechos humanos” a Prisoners Defenders, que trató de llevar a la cárcel a un periodista de CUBAINFORMACIÓN por publicar un reportaje de denuncia sobre sus actividades, pidiendo para él seis años de cárcel y una delirante indemnización.
Pero Washington no solo tiene sus ONG subalternas. Además, cuenta con un clúster pagado de medios digitales de “temática cubana”, que repiten y justifican su relato. La cooperación médica “es uno de los negocios más lucrativos de La Habana”, decía “Diario de Cuba”. ¿Negocio? ¿Qué negocio? El personal cubano cooperante, en el exterior, multiplica el salario que recibe en la Isla y contribuye, de manera consciente, a mantener la salud pública en su país. La narrativa del “negocio” es escrita por los servicios de inteligencia de EEUU, que jamás han presentado la menor prueba. Ni una sola.
Decenas de medios y organizaciones anticastristas son sostenidas (el pago de sus sedes, de su personal, de sus viajes) por fondos gubernamentales de EEUU. La información es pública. Pero, ¿por qué no es pública la referente a Prisoners Defenders? ¿Por qué sus fuentes de financiación son oscuras? ¿Por qué su presidente afirmó, ante un juez español, que “no estaba autorizado” a dar información sobre ello?
Dos apuntes que nos conducen a una hipótesis evidente: uno, Prisoners Defenders trabaja en estrecha conexión con organizaciones de Miami como la Fundación Nacional Cubano Americana y Outreach Aid to the Americas, cuyas acciones contra Cuba están financiadas, de manera probada, con grants del Gobierno de EEUU; y dos, la USAID (Agencia para el Desarrollo Internacional de EEUU) tiene un programa específico de subvenciones para las ONG que ataquen la cooperación médica cubana.
Por ello, preguntamos una vez más a su presidente, Javier Larrondo: ¿su organización recibe fondos, de manera directa o triangulada, de alguna de las agencias vinculadas al Gobierno de EEUU, para sus acciones contra los convenios médicos de Cuba?
Hay miles de personas en la Isla que, desde hace varios años, sufren el drama de la falta de medicamentos, o que han tenido que retrasar operaciones quirúrgicas por falta de insumos en los hospitales. Y quieren saberlo.
Asociaciones y colectivos de solidaridad pueden solicitar ejemplares
(hasta 5000 unidades) para su reparto gratuito,
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