En la conspiración contra el presidente Gustavo Petro, y contra las esperanzas de cambio del pueblo colombiano, las derechas de los diferentes pelambres agreden en todos los escenarios, y ahora lo hacen en los estadios.
No les basta con las multimillonarias estructuras mediáticas que tienen a su servicio, desde las que bombardean a diario, con mentiras y calumnias, las mentes de las audiencias, secuestradas por la manipulación.
Ni el despiadado y delincuencial sabotaje a las reformas sociales que los senadores y representantes de los partidos del establecimiento oligárquico se niegan a discutir, en vulgar filibusterismo parlamentario: no asisten a las sesiones, pero eso sí, cobran puntualmente sus gigantescos sueldos de 43 millones de pesos mensuales, que salen del bolsillo del pueblo colombiano. Ladrones de cuello blanco.
Tampoco les son suficientes las calles a las que recurren cada vez que les da la gana para incitar al odio, quemar imágenes del Presidente y llamar, impunemente, al magnicidio.
En su bestial campaña de desestabilización recurren ahora a los estadios, como sucedió en Pereira y en Barranquilla.
Cobardes en Barranquilla
Este jueves 16 de noviembre utilizaron la casa del nefasto clan Char, los dueños del equipo Atlético Junior, al que usan como trapo electorero engaña hinchas para perpetuarse en el poder en Barranquilla. Allí, un grupúsculo de extremistas fachos montó un show grotesco contra el Presidente y agredieron de manera cobarde a su hija menor, una niña de 15 años de edad que asistía al Estadio Metropolitano a observar el partido de la Selección Colombia frente a la de Brasil.
Para esa agresión trataron de usar todo lo que rodeó el repudiable secuestro del papá del futbolista Luis Díaz, secuestro infame que estaba dirigido por sus perpetradores y por quienes los utilizaron a joder el Gobierno del presidente Petro. Ese era el objetivo de fondo, en plena campaña electoral.
Ahora muchos no reconocen que gracias al Gobierno y a su política de paz, Manuel Díaz fue liberado sano y salvo por los criminales que cometieron el hecho. Incendiarios de la ultraderecha difundieron incluso mensajes que revelaban perversos deseos de que ocurriera una tragedia.
La oligarquía y sus mensajeros tratan de capitalizar todo en el marco del golpe de Estado que urden día a día: fascistas despiadados dispuestos a todas las formas de violencia.
Y para ello no dudan en usurpar los espacios del deporte, por las pasiones que éste genera en multitudes, aunque una parte de él –como ocurre con el fútbol profesional, varios equipos de la Liga Colombiana y la Fifa–, es manejado por negociantes voraces y corruptos.
En el partido que le ganó Colombia a Brasil 2 a 1, los ignorantes y mediocres que fungen como “comentaristas” de tv y emisoras de radio estaban en la línea de meter cizaña, en consonancia con los corifeos del uribismo en el Metropolitano.
¡Pretenden imponer la vulgaridad vociferante de la lumpen burguesía neo paraca colombiana, varios de cuyos más lamentables especímenes se paseaban por el estadio muy orondos!
De Santiago a Pereira
En los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile, culminados el 5 de noviembre, hacían fuerza para que nuestro país no superara la actuación alcanzada en los Juegos celebradas en Lima en 2019, y hablaban de “debacle”, también para joder al Gobierno Petro.
Pero en Santiago se quedaron con los crespos hechos, porque allí finalmente Colombia tuvo una participación histórica, que superó la de Lima, con 29 medallas de oro y 101 en total, la más alta en unos Panamericanos. Ocupó el sexto lugar en la tabla general, al lado de las potencias olímpicas del continente.
Y ni qué decir del grotesco show que montaron contra la ministra del Deporte, Astrid Rodríguez, en la jornada inaugural de los Juegos Atléticos Nacionales en el Estadio Hernán Ramírez de Pereira, el sábado 11 de noviembre.
Allí usaron el sabotaje con el sonido que distorsionó terriblemente su voz al hablar en la inauguración del certamen, y quisieron presentarla como si ella estuviera ebria, cuando en realidad la funcionaria ni fuma ni bebe licores.
(El respaldo del Gobierno, a través del Ministerio del Deporte, al evento ha sido determinante y fundamental. Lo mismo que su compromiso de financiación de los Panamericanos que se cumplirán en Colombia en el año 2027).
Todo lo tratarán de usar en lo sucesivo contra el Gobierno del Cambio. Saben de la importancia del deporte para las multitudes y de los elementos simbólicos que lo rodean.
Además, insistimos, buscan proteger los negocios multimillonarios que se mueven detrás del deporte, especialmente del fútbol profesional, ante la lucha a fondo contra la corrupción y las mafias en todos los ámbitos declarada por la Presidencia de la República.
Así que tenemos que salirle al paso a la guerra que nos han declarado la derecha y la extrema derecha, el uribismo fascista, sus mandaderos y cómplices de múltiples pelajes. Todos, a defender, sin ambages ni mezquindades, el Gobierno que elegimos en 2022.
Y a éste, lo llamamos a la difusión masiva de todo lo positivo que viene haciendo, con el viraje hacia una información alternativa eficaz y oportuna. En ello venimos insistiendo de tiempo atrás, porque el cambio también debe ser comunicacional.