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La Fundación para la Justicia, una organización creada por el actor George Clooney, ha desatado una caza de brujas contra los periodistas que trabajan en los medios de comunicación rusos, a los que califica como “propagandistas”.
El tinglado ha estado presionando para obtener órdenes de detención secretas para los periodistas que trabajan en ese tipo de medios. Su campaña alienta a los países de la Unión Europea a sancionar a los periodistas rusos que dan una cobertura diferente del papel de Rusia en Ucrania, como si promovieran “propaganda de guerra”.
El actor y su esposa, la abogada Amal Clooney, crearon la Fundación en 2016 con el objetivo de “luchar contra la injusticia sistémica contra las poblaciones vulnerables” del mundo, según dicen sus estatutos.
Desde 2022 el Proyecto Docket de la Fundación ha presionado para detener a los llamados “propagandistas rusos”, alegando que los medios de comunicación de Moscú son cómplices de la “incitación al genocidio” en Ucrania. La directora legal de Docket, Anna Neistat, dijo que su equipo “documenta los crímenes rusos” y presenta casos a fiscales de diferentes países.
Neistat, que anteriormente trabajó para Amnistía Internacional y Human Rights Warch, dijo el jueves a la emisora pública estadounidense Voice of America que no quería identificar a los “propagandistas” por su nombre porque su equipo quiere que los fiscales emitan órdenes de detención. “No queremos que estas personas sepan acerca de las órdenes judiciales. Al contrario, queremos que se vayan a otros países y allí los detengan”, afirmó con un desparpajo total.
Según la ONU, Israel ha asesinado en Gaza a más de 122 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación (*), pero a Clooney lo que le preocupa es Rusia.
(*) https://news.un.org/es/story/2024/02/1527462