Raji Sourani
Issam Younis
Shawan Jabarin

Mientras se disparan las necesidades humanitarias, el ejército israelí ha reanudado su práctica de desplazamientos forzosos masivos. Desde el 18 de marzo, las órdenes ilegales de evacuación y las «zonas prohibidas» que Israel ha creado y ampliado a lo largo del perímetro de Gaza y en la zona central se han extendido hasta cubrir dos tercios de la Franja de Gaza.
En tres días, se han visto desplazados más de 100,000 palestinos sólo de Rafah. El número de niños muertos el 18 de marzo de 2025 ha supuesto una de las mayores cifras de víctimas mortales en un solo día del año pasado, con 180 niños muertos.
Sudáfrica ha invertido loablemente un importante capital político y diplomático en su apoyo activo a los derechos de los palestinos, su liderazgo mundial en el intento de detener el evidente genocidio con la creación de coaliciones para defender y hacer cumplir el Derecho internacional y en haber llevado el caso contra Israel ante el Tribunal Internacional de Justicia.
El tribunal ha dictado tres órdenes de medidas provisionales exigiendo a Israel que cese su conducta genocida en Gaza y procese a los responsables.
Desde la última orden, el tribunal ha emitido una opinión consultiva en la que confirma que la ocupación israelí es intrínsecamente ilegal, reconociendo que su presencia en Palestina constituye una violación de la prohibición de la segregación racial y el apartheid, conclusiones refrendadas posteriormente por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
A pesar de ello, Israel ha persistido en sus violaciones. Los palestinos de Gaza deben enfrentarse ahora a las consecuencias mortales de la decisión del secretario general de Naciones Unidas de retirar a todo el personal de la ONU de Gaza, tras los letales ataques de Israel. Históricamente, este tipo de medidas de la ONU han presagiado la terminación de campañas genocidas similares en Srebrenica y Ruanda. Gaza está entrando ahora en su hora más obscura.
Al mismo tiempo, Israel ha aprobado una ley que prohíbe al Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (OOPS) -el mayor distribuidor de ayuda en Gaza- operar en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este.
La agencia, que es la columna vertebral de la respuesta humanitaria en Gaza, está ahora al borde del abismo. Israel ha legislado además para impedir las operaciones en la Palestina ocupada de cualquier organización humanitaria cuyo personal haya apoyado o respaldado actos considerados hostiles a Israel, castigando en la práctica a cualquiera que defienda los derechos humanos básicos y la dignidad. Israel está erradicando todos los posibles salvavidas de los palestinos.
El marco del Derecho internacional se está desmantelando rápidamente. Está flaqueando la capacidad y pericia de la ONU a la hora de cumplir su mandato en apoyo de los palestinos sometidos a una ocupación ilegal. Debemos asegurarnos de que se utilizan todas las vías disponibles para intentar detener el genocidio. Debe solicitarse a la Corte Internacional de Justicia que dicte nuevas medidas provisionales de conformidad con su estatuto.
Unos 211 miembros de organizaciones sudafricanas, el Consejo Palestino de Organizaciones de Derechos Humanos y la Red Palestina de Organizaciones No Gubernamentales han pedido que Sudáfrica solicite al tribunal que indique ahora otras medidas provisionales, entre las que se incluyen ordenar que Israel cese inmediatamente sus operaciones militares en la Franja de Gaza y Cisjordania; que Israel facilite el acceso sin trabas a Gaza de los funcionarios de la ONU y de otros organismos que proporcionan ayuda humanitaria; la entrada sin trabas de materiales y equipos de reconstrucción; la retirada de la legislación discriminatoria contra la UNRWA, las organizaciones internacionales de ayuda, los medios de comunicación y las organizaciones de derechos humanos; y que Israel libere a todos los detenidos de Gaza y facilite su regreso inmediato a Gaza.
Estas son exigencias urgentes y mínimas. La solidaridad de Sudáfrica ha sido crucial para mantener viva la esperanza en Palestina, y se encuentra en una posición única para actuar ante el TIJ en defensa del pueblo palestino de Gaza.
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