Fuente: https://kaosenlared.net/video-y-galeria-de-fotos-francia-cronica-de-los-encuentros-resistantes-en-larzac/ 14 de agosto de 2023
[Vídeo y galería de fotos] Francia: Crónica de los encuentros “Résistantes” en Larzac
Los encuentros Résistantes en Larzac del 03 al 06 de agosto, con el apoyo logístico de 800 voluntarios, esperaban acoger a 5.000 participantes inscritos. Finalmente fueron 7.500 los que acudieron, tanto de Francia como de países cercanos y más lejanos. En esta inmensa meseta, barrida por un violento viento que alternaba tímidos rayos de sol con chubascos helados, se reunieron cerca de 200 colectivos para aglutinar a 600 luchas medioambientales y sociales. Estos colectivos estaban motivados sobre todo por la decisión del gobierno de disolver el movimiento Soulèvements de la Terre, (Levantamientos de la tierra) y por su determinación de seguir su acción.
Bajo este nombre de Résistantes, (resistentes) tres organizaciones : el colectivo Terres de Luttes, la Confédération paysanne y los Faucheurs et Faucheuses d’OGM (Segadores voluntarios en contra los Organismos Modificados Genéticamente), decidieron organizar los encuentros (Rencontres des luttes locales et globales), de cuatro días de duración, en terrenos cedidos por los agricultores locales. Se celebraron 175 debates, talleres, conferencias y proyecciones sobre temas como “el derecho a luchar”, “la acción directa”, “las luchas campesinas”, “la piratería de las instituciones”. Todo ello acompañado de conciertos y bailes.
La historia le pasa el testigo al presente
De hecho, la meseta del Larzac es toda una página en la historia de fuertes movilizaciones que siguen alimentando el imaginario de las luchas sociales y ecológicas. El objetivo aquí era seguir los pasos de las batallas libradas en esta meseta, empezando por la lucha inicial, hace 50 años. Después de que el 28 de marzo de 1972 un numero de 103 campesinos juraran no vender nunca sus tierras al ejército, el cual quería ampliar la extension de su campamento militar. Este fue el primer paso para cimentar la lucha, que continuó durante los 10 años siguientes. Entonces se crean los comités Larzac en toda Francia, que actúan como portavoces de la opinión pública, y se establecen vínculos con los trabajadores, en particular con los militantes de la empresa Lip, los obreros en huelga de la fábrica de relojes que se unen a las acciones de la meseta. La solidaridad crecía y el dinero entraba a raudales para construir ilegalmente las granjas, financiados principalmente por personas que se negaban a pagar impuestos, e incluso los curas locales participaban escondiendo el dinero recaudado en sus iglesias. Estos 10 años de intensa lucha estuvieron salpicados de derrotas y reveses, pero en 1981 se produjo una victoria histórica tras el triunfo electoral de Mitterand, que les había prometido su apoyo durante su campaña. Y después, la gran manifestación antiglobalización de 2003 en torno a Les faucheurs volontaires contra los OMG y la Confédération paysanne, una manifestación que reunió a más de 200.000 personas.
En cierto modo, la lucha contra el campo militar de Larzac en los años 70 prefiguró las ZAD, especialmente la ZAD de Nantes, con sus 50 años de lucha ininterrumpida y al final, victoriosa. El encuentro entre los militantes ecologistas de hoy y los militantes históricos del Larzac tuvo lugar el invierno pasado, pero también mucho antes, con la violenta represión de los Gilets Jaunes (Chalecos amarillos), la de los movimientos de oposición a la reforma de las pensiones y, más recientemente, la del Soulèvement de la Terre en Sainte Soline (manifestación contra las “megabassines” el 25 de marzo en los Deux-Sèvres).
Su disolución oficial, por parte del gobierno, muestra hasta qué punto nuestros movimientos son cada vez más reprimidos, y cada vez más severamente impedidos.
Y ésa es la razón esencial de este encuentro, preservar e incluso abrir aún más la posibilidad de que todos los movimientos de oposición a la dictadura emergente actúen juntos. Es absolutamente necesario preservar esta posibilidad de crear vínculos sin trabas para poder hacer frente juntos y juntas a la amenaza general de la catástrofe ecológica en curso, y tenemos que actuar muy rápidamente.
Organización de los encuentros
Así pues, no es casualidad que en 2023, los herederos de las viejas y nuevas luchas convergieran en la meseta del Larzac, y que el reto consistiera también en domesticar de nuevo el Larzac para que varios miles de personas pudieran reunirse en buenas condiciones. Unas 800 voluntarias y voluntarios se encargaron de la logística, la seguridad (sin servicio de seguridad)1, la gestión de conflictos2, el suministro de agua y alimentos, la preparación de las comidas, la limpieza de los baños secos… Un sinfín de tareas realizadas en equipo, autogestionadas y con buen humor.
Volviendo a la seguridad, tema favorito de los partidarios del orden establecido y de las jerarquías de dominación, un sistema de prevención de la opresión sistémica, Festivités fight sexism (FFS), se desplegó para recordarnos que el “orden burgués” sigue entre nosotros. Dia y noche, sus miembros organizaron vigilancias y lamentaron haber tenido que intervenir en toda una serie de violencias sexistas y sexuales, como la misoginia, la transfobia, la homofobia, la queerfobia… El racismo, desafortunadamente, también estuvo presente.
Tambien desde el 10 de julio, el centro logístico estuvo fabricando todo el mobiliario necesario para el evento, incluidas 60 duchas y 80 aseos. Todo estaba pensado para que el campamento fuese agradable. Los aseos y duchas se mantenían limpios gracias al centenar de voluntarios y voluntarias que se ocupaban de ello y que además suministraban todo el material necesario. También habia que vaciar regularmente el centenar de contenedores instalados por todas partes. El resultado fue increíble ¡ para una concentración de este tamaño: no he visto ni un solo papel tirado. !
En cuanto al riesgo de incendio, un voluntario llevaba tres meses estudiando meticulosamente el lugar para que su plan contra-incendios puediera ser validado por la Prefectura. En efecto, el riesgo era elevado, dado que los participantes pisaban unos rastrojos tan secos, que el más mínimo error podría haber provocado un incendio. Se instalaron puntos de agua y extintores por todas partes. Voluntarios y voluntarias formados organizaron patrullas las 24 horas del día y se instalaron ceniceros para los fumadores. Gracias a toda esta atención y esfuerzo, todo salió bien, a pesar de las violentas ráfagas de viento.
Alimentar a 7.500 personas durante 4 días también fue todo un reto, empezando por el pan. La Internacional de Boulangers (panaderos) Móviles (IBM), estaba formada por 30 personas, (la mayoría de las cuales habían recibido formación directamente en el puesto de trabajo), se encargó de ello. Los panaderos voluntarios horneaban en tres grandes hornos de leña que parecían mini remolques. Durante los cuatro días de Resistentes, con turnos que empezaban a las 4 de la mañana, produjeron casi 1,5 toneladas de pan elaborado con harinas ecológicas y locales.
De todas las actividades autogestionadas, las cantinas fueron de las más espectaculares. Procedentes del suroeste de Francia y poniendo en común sus fuerzas y equipos, expresaban su rechazo a recurrir a las grandes industrias. No fue fácil, pero muchos agricultores, sobre todo del departamento de Aveyron, pusieron en común sus recursos río arriba, en un fantástico acuerdo que resultó incluso más eficaz que el establecido con el proveedor Biocoop, al que se le encargaron 1,2 toneladas suplementarias de verdura. Un camión frigorífico de 50 m³, que a veces sufria cortes de electricidad, albergaba los alimentos más frágiles. Cinco toneladas de cebollas, zanahorias, remolachas y pepinos reposaban en cientos de cajas de madera. Las verduras de raíz se sumergían en viejas bañeras que a su vez hacían de fregaderos tamaño XXL, antes de aterrizar en las mesas para ser troceadas. Luego, en doce marmitas gigantes casi tan grandes como barriles, se cocinarán todas esas verduras sobre un fuego de leña.
Balance y perspectivas tras los cuatro días del encuentro
Como hemos visto, no cabe duda de que este lugar emblemático era la elección adecuada para esta convergencia de luchas, ya fueran ecológicas o sociales, pero ¿qué hemos aprendido?
El tiempo lo dirá, pero en cualquier caso, ya podemos decir que los grandes objetivos de este encuentro se han alcanzado. Éstos eran :
– Reunir a la esfera militante que gravita en torno a las luchas sin estar necesariamente muy implicada en ellas, y animarla a hacerlo por medios claros y numerosos.
– Dar a conocer el movimiento de luchas locales en toda Francia y dar a conocer su amplitud y su fuerza, con vistas al reclutamiento y la credibilidad.
– Reunir redes de luchas de las que no se hablan o se habla muy poco, luchas locales aisladas y organizaciones globales que luchan por temas afines, que verían así que como su caso dista mucho de ser único y que pueden encontrar apoyo en el exterior.
– Acelerar las dinámicas de cooperación interluchas: los Encuentros pondrán a disposición capacidades y competencias logísticas, de comunicación, organizativas y financieras, para que las coaliciones de lucha puedan organizar momentos de estructuración, apoyo mutuo, planificación y reclutamiento.
– Poner las luchas, los próximos plazos y las próximas grandes batallas mundiales en la agenda de los medios de comunicación y de muchos aliados para el inicio del curso 2023.
– Estructurar una red sostenible de voluntarios capaces de apoyar las luchas y sus redes a largo plazo en toda Francia.
– Dedicar un tiempo de alegría para celebrar nuestras victorias pasadas y permita presagiar docenas de ellas por venir.
Las reuniones se cerraron con la presentación de una apretada agenda militante para el próximo otoño: 60 organizaciones ya habían escrito en una gran pizarra decenas de futuras movilizaciones, “masivas y decididas, como un gesto de burla para quienes creen que pueden frenar a un movimiento y a una cólera tan legítima, con decretos, muros de antidisturbios y acoso judicial”.
Conclusiones provisionales
El aspecto extremadamente positivo de estas reuniones fue su aspecto aglutinador. Por ejemplo, organizaciones antinucleares divididas se reconciliaron y van a unir sus fuerzas, organizaciones que luchan contra proyectos de macrogranjas, de macro-proyectos eólicos y placas solares, de mega-autopistas se unieron, seguidas de organizaciones que luchan contra el acaparamiento de agua, etc, etc.. Además, aunque la heterogeneidad de estos grupos pueda parecer desconcertante en un primer momento, también puede permitir el abrir el diálogo y aportar elementos de reflexión muy necesarios para emprender acciones colectivas en los meses y años venideros.Y así fue como en estos encuentros, entre los militantes como los que todavía no lo son, muchos quisieron hacer de estos cuatro días de reunión un momento necesario de introspección. Una pausa para reflexionar sobre cómo se organizan las luchas y qué formas de acción han de adoptar. La violenta represión policial del pasado mes de marzo en Sainte-Soline ha dejado huella. Aunque nadie quiere criticar públicamente a los responsables de Soulèvements de la Terre, que estaban detrás de la convocatoria de manifestaciones en la región de Deux-Sèvres, surgen dudas, sobre todo acerca de la capacidad de resistencia de las organizaciones a gran escala frente a los golpes del poder estatal.
De ahí la necesidad de plantear alejarse de las grandes organizaciones nacionales centralizadas, ya que estas estan en sí limitadas. En consecuencia, debemos desarrollar la coordinación a un nivel más regional. Replicar las herramientas puestas en marcha por Soulèvements o Terres de Lutte a este nivel regional es sin duda la clave del futuro del movimiento. También es una forma de volver a situar las luchas locales en el centro de las movilizaciones nacionales.
Si bien podemos felicitarnos por este gran paso adelante y de la buena marcha de estas jornadas por los objetivos alcanzados, sin querer ser aguafiestas, queda por ver si esta determinación y esta buena voluntad bastarán para hacer frente a los retos que plantea el deterioro acelerado de nuestras condiciones de vida en todos los aspectos. Nuestras luchas locales y regionales son indispensables, a menudo se traducen en victorias puntuales cuando logramos unirnos, y lo que es más, repercuten en la sensibilización de nuestro entorno social. Pero, todo y teniendo en cuenta estos importantes avances y la necesidad de preseverar, aún quedan dos cuestiones fundamentales por responder, partiendo de este hecho indiscutible: a pesar de nuestros actuales éxitos locales, el deterioro ecológico y social en el mundo y en todos sus aspectos sigue acelerándose peligrosamente.
La primera cuestión es mirarnos a nosotros mismos sin complacencia : ¿estamos a la altura de los desafíos que nos plantea un capitalismo bulímico, en vías de colapso y, por tanto, cada vez más agresivo y criminal, destruyendo nuestras sociedades y los ecosistemas que nos cobijan en su afán desarrollista ?
Si siempre estamos a la defensiva, aunque ganemos batallas, seguiremos retrocediendo. Necesitamos ampliar la perspectiva para ganar no sólo algunas batallas, sino derrotar esta dinámica estructural bulímica del crecer o morir, este mal que se acentúa cada vez más aquí y en todas partes y que nos conduce al abismo: el Capital ahora arropado hipócritamente de verde y que se nutre de sus propios desastres.
La segunda cuestión, basada en esta constatación radical e indiscutible, es de primer orden.
¿Cómo poner en marcha una estrategia a la altura de esta necesidad vital?
Y es esta pregunta la que nos lleva a ahondar en la historia para conocer mejor la experiencia de nuestros predecesores, aquellos que intentaron emanciparse con todos su corazones y todos sus cuerpos. Una cosa es cierta: la superación del capitalismo requiere el desarrollo de una inteligencia colectiva. Una inteligencia capaz de desarrollar una estrategia de luchas y alternativas conjuntas, envueltas en una cultura y una ética diferentes y en la diversidad, con un horizonte o imaginario emancipador común (Castoriadis). Así es como la burguesía logró superar el feudalismo, reemplazandolo.
Este tema fundamental debería haber sido objeto de un gran taller durante estas reuniones, sobre todo en este ambiente en el que muchas personas estaban ansiosos por encontrar elementos para actuar de la mejor manera posible. De hecho, estaba previsto un taller sobre Comunalismo, una propuesta de ecología política que, como los zapatistas y los kurdos de Rojava, aboga por el derrocamiento del capitalismo mediante el establecimiento de la autogestión y la autonomía política. Pero, por alguna razón, este taller se canceló. Algunos otros talleres tocaron la cuestión, como el de Municipalismo o el de Promoción local, pero se quedaron en lo superficial. Nos toca aprender de la experiencia vivida y tomar nota, para que en la próxima ocasión actuemos como ponentes por la RESC ( Red de Ecología Social y Comunalismo)
Para la RESC, Floreal M. Romero
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