Haití Libre y Soberana
Publicado por: Eddy Trofort, Radio Telemonopole, 26/3/25
El 17 de abril se conmemora el bicentenario de la indemnización impuesta por Francia a la joven nación haitiana en 1825. Se espera que el presidente francés haga una declaración oficial sobre la deuda de independencia pagada por Haití a Francia en el siglo XIX. Esta deuda, impuesta a la primera república negra libre del mundo a cambio del reconocimiento de su independencia, sigue siendo una herida abierta en la historia de las relaciones franco-haitianas.
La comunidad haitiana de Francia se moviliza para exigir justicia, mientras muchos observadores y economistas consideran que esta carga financiera ha contribuido en gran medida a la catastrófica situación económica que hoy vive Haití. Haití está experimentando niveles de inseguridad sin precedentes, lo que obliga a más de un millón de personas a reubicarse en el área metropolitana de Puerto Príncipe. La coalición de pandillas llamada “Viviendo Juntos” ocupa más del 90% de la capital. Agua fétida, desorden en muchas esquinas, una ciudad desierta: ésta es la imagen que presenta Puerto Príncipe al llegar este bicentenario de la independencia.
Durante su visita a Francia en febrero pasado, Leslie Voltaire, entonces coordinador del Consejo Presidencial de Transición, indicó en una entrevista a France 24 y Radio France Internationale que el propio presidente francés, Emmanuel Macron, había abordado el tema prometiendo hacer una declaración oficial en la fecha que marca el bicentenario de esta compensación.
En 1804, después de una revolución heroica liderada por esclavos insurgentes, Haití proclamó su independencia de la Francia napoleónica. Sin embargo, en 1825, bajo la amenaza de una flota militar francesa lista para invadir la isla, el presidente haitiano Jean-Pierre Boyer se vio obligado a firmar la Ordenanza de Carlos X, por la cual Haití se comprometía a pagar 150 millones de francos oro (equivalentes a 21 mil millones de dólares actuales) en compensación a los antiguos colonos por la pérdida de sus “propiedades”, es decir… esclavos liberados.
Esta suma exorbitante, reducida posteriormente a 90 millones de francos , estranguló la economía haitiana durante más de un siglo (hasta 1947 ). Para pagar, Haití tuvo que pedir préstamos a los bancos franceses, poniendo en peligro su desarrollo y hundiendo al país en una espiral de pobreza de la que nunca se ha recuperado.
Una deuda ilegítima e inmoral
Muchos historiadores y economistas, incluido Thomas Piketty, han denunciado esta deuda como “saqueo organizado”. En 2003, el presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide exigió la devolución de estos fondos, considerándolos una extorsión colonial. Francia nunca ha aceptado esta petición, aunque el asunto ha vuelto a resurgir en el debate público en los últimos años.
La diáspora haitiana se moviliza
A medida que se acerca la declaración presidencial francesa, la Comunidad Haitiana de Francia organiza manifestaciones y debates para recordar este crimen económico. Las asociaciones exigen: el reconocimiento oficial de la injusticia cometida por el Estado francés, reparaciones financieras o inversiones masivas en Haití para compensar este daño histórico y la anulación de la deuda actual de Haití, todavía gravada por préstamos internacionales.
Aunque el gobierno francés ha planteado en los últimos años la cuestión de la “responsabilidad moral”, no ha ofrecido ninguna compensación concreta. Por lo tanto, la declaración del 17 de abril será analizada con atención: ¿marcará un punto de inflexión o seguirá siendo un simple gesto simbólico?
Aunque la cuestión sigue abierta, los historiadores son unánimes sobre la sombra de la deuda independentista que aún pesa sobre Haití, el país más pobre de América. La mitad de la población vive con menos de 2 dólares al día, sin contar la hambruna que amenaza a más de 6 millones de personas.
Eddy Trofort