NUEVA YORK – APS.dz.-  Presionar a las organizaciones internacionales, especialmente a la Unión Europea (UE), es una «vieja tradición» del régimen marroquí, que cuenta con «un grupo bien organizado de amigos» que gravitan en torno al Parlamento Europeo (PE) en su nombre a cambio de dinero y otros beneficios, según el ex enviado de la ONU para el Sáhara Occidental, Francesco Bastagli.

En el marco de un programa dedicado al escándalo de corrupción que sacude al Parlamento Europeo desde que estalló el 9 de diciembre, el telediario estadounidense Democracy Now invitó al antiguo representante especial para el Sáhara Occidental (2005-2007) a intervenir sobre una serie de puntos relacionados con la cuestión saharaui, que desde hace tiempo está en el centro de «un gran lobby marroquí».

Según el Sr. Francesco Bastagli, existe en Europa «una especie de grupo de amigos que gravita en torno al Parlamento Europeo (en beneficio sobre todo de Marruecos), y son los propios parlamentarios quienes canalizan desde hace tiempo los intereses ilícitos de sus patrocinadores, para apoyar sus agendas en el seno de la institución europea».

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Este grupo de amigos también «facilita la identificación de parlamentarios que podrían ser – debido a la naturaleza de sus funciones y responsabilidades en el Parlamento – de mayor utilidad para sus clientes y crea oportunidades para que estos parlamentarios sean abordados a través de reuniones sociales, misiones de visita y similares».

Se trata, por tanto, en su opinión, de «un sistema bien articulado», que incluye también «el control del comportamiento de los parlamentarios que han sido sobornados, para garantizar que votan o se comportan o ejercen presión de acuerdo con lo que se espera de ellos».

De hecho, en lo que respecta a su agenda, Marruecos tiene «una larga tradición de presencia muy ofensiva, tanto en sus relaciones bilaterales con países clave como en los foros internacionales, como la ONU y la UE», señaló el diplomático italiano.

En los ámbitos económico y comercial, el esfuerzo de lobby de los amigos de Marruecos es «extremadamente importante», prosigue el antiguo enviado personal de Kofi Annan, recordando que Rabat ha intentado repetidamente incluir el territorio ocupado del Sáhara Occidental – (un territorio separado y distinto de Marruecos, había concluido el tribunal europeo) – en sus acuerdos agrícolas y pesqueros con la UE.

El Sáhara Occidental en el centro del «Maroccogate

En cuanto a la cuestión saharaui, el lobby marroquí no sólo es activo en la UE, sino también en la ONU, ya que a nivel de la ONU, el conflicto del Sáhara Occidental se considera como una cuestión de descolonización inacabada, señala el ponente.

Según él, gracias a estos esfuerzos de presión y al apoyo de miembros influyentes del Consejo de Seguridad, entre ellos España, Marruecos siempre ha conseguido impedir que la ONU haga cumplir su obligación de organizar un referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental.

También fue invitada a intervenir en este informativo Ana Gomes, diputada al Parlamento Europeo (2004-2019). El diplomático portugués retirado se centró en una ONG de derechos humanos llamada «Lucha contra la Impunidad», creada por el ex eurodiputado Pier Antonio Panzeri, imputado en el escándalo de corrupción que ha sacudido la Eurocámara.

Se trata de «una red que funciona en el Parlamento Europeo desde hace mucho tiempo» y que, según ella, fue creada por Marruecos. Revela que «personas cercanas a Panzeri, fundador de esta ONG destinada a encubrir esta red de corrupción, fueron detenidas porque lo sabían y llevaban mucho tiempo recibiendo dinero de Marruecos».

Esto no sorprendió a la ex eurodiputada, ya que, según ella, durante las tres legislaturas que estuvo en el Parlamento Europeo, con Panzeri en el mismo grupo político, «tuvimos varias disputas, especialmente sobre el Sáhara Occidental».

«Durante todo este tiempo, intentó proteger los intereses de Marruecos, impidiendo que nos centráramos en los derechos humanos en el Reino y, por supuesto, en los derechos humanos del pueblo del Sáhara Occidental, especialmente el derecho a la autodeterminación», declara el ex diplomático, Francesco Bastagli.

Nada más llegar al Parlamento Europeo en 2004, la Sra. Gomes constató la existencia, en el seno de la institución, de «una red que intenta ignorar los discursos que esgrimen los argumentos de la legalidad internacional y los derechos humanos, e incluso el aspecto de seguridad del conflicto del Sáhara Occidental».

Advierte de «los riesgos extremos para la seguridad a los que se enfrenta Europa, en particular, pero también África y el mundo, si no se ayuda a resolver la cuestión del Sáhara Occidental».