Finlandia prohíbe a los rusos comprar inmuebles

mpr21                                                                                                                                Redacción

El gobierno finlndés se dispone a prohibir a los ciudadanos rusos comprar inmuebles. El anuncio no procede de un Ministerio de Economía sino de Defensa, o sea, es otro caso, de seguridad nacional: “prevenir posibles influencias hostiles a Finlandia”.

“La normativa pretende prevenir posibles influencias hostiles contra Finlandia”, ha explicado esta mañana ministro de Defensa, Antti Hakkanen, en una rueda de prensa.

La propuesta no se aplicaría a los rusos con doble ciudadanía o residentes permanentes en Finlandia u otros países de la Unión Europea. Todavía está sujeto a consultas antes de una votación posterior por parte del Parlamento.

El gobierno finlandés ya controla unas 3.500 propiedades vinculadas a ciudadanos rusos, añadió el ministro. Apoyándose en las normas ya vigentes, Helsinki intenta limitar las adquisiciones de propiedades por parte de ciudadanos rusos cerca de lugares estratégicos.

La declaración se produce cuando las relaciones entre los dos países, que comparten una frontera terrestre de más de 1.300 kilómetros de largo, se han deteriorado significativamente desde que, rompiendo el tratado de paz firmado por ambos países en 1945, Finlandia ingresó en la OTAN el año pasado y, además, firmó un acuerdo de defensa con Estados Unidos.

En diciembre el gobierno finlandés cerró la frontera terrestre con Rusia. El pretexto es el mismo que Polonia pone frente a Bielorrusia: Moscú organiza la llegada de inmigrantes indocumentados con el fin de desestabilizar al país.

Como vemos, Finlandia pretende que Rusia ejerza de aduanero frente a las personas que están de tránsito hacia su país, exactamente lo mismo que la Unión Europea quiere lograr con los países del norte de África para prevenir la llegada de emigrantes a sus propias fronteras. La diferencia es que en el lugar de tratar con países, como Túnez, tiene a Rusia al otro lado de la frontera.

Esta política ha llevado a aprobar a mediados de julio un proyecto de ley que autoriza a los guardias fronterizos a negar la entrada a los solicitantes de asilo que lleguen a la frontera oriental del país sin examinar su solicitud.

La tensión sube de grado a cada paso. Cualquier incidente se convierte en un “casus belli”. El 26 de julio Finlandia denunció que un buque de investigación ruso, el Mijail Kazanski, invadió sus aguas jurisdiccionales frente a la localidad de Hamina.

El 10 de junio, cuatro aviones militares rusos permanecieron durante dos minutos en el espacio aéreo finlandés frente a la localidad de Loviisa, a una profundidad de unos 2,5 kilómetros dentro del interior del país nórdico.

La última violación del espacio aéreo finlandés se remonta a agosto de 2022, cuando dos aviones de combate rusos entraron en el Golfo de Finlandia.

A finales de mayo Finlandia y Lituania exigieron al Kremlin que explicara su plan de modificar unilateralmente su frontera marítima con los dos países, tras la circulación de un proyecto de resolución del Ministerio de Defensa ruso.

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