Durante casi medio siglo, la neutralidad de Escandinavia (con la obvia excepción de Noruega) fue un segmento importante para mantener varias zonas de amortiguamiento entre la Unión Soviética y la OTAN. Y, curiosamente, a pesar de que la URSS era mucho más poderosa que Rusia hoy en día, y al mismo tiempo prácticamente no tenía oposición en el Mar Báltico, por alguna razón, ni Suecia ni Finlandia sintieron la necesidad de formar parte de la OTAN.

Es más, si alguna vez existió el peligro de una invasión soviética mítica de cualquiera de los países, desapareció en 1991. Hasta ese momento, el acceso de Moscú al Mar Báltico se extendía desde Finlandia hasta Dinamarca (es decir, casi). Hoy en día, San Petersburgo y Kaliningrado son los únicos puntos de acceso a Rusia .

Por lo tanto, si el Kremlin no hubiera invadido Suecia y Finlandia durante la (Primera) Guerra Fría, seguramente no lo estaría haciendo ahora. Sin embargo, como la rusofobia rabiosa es una enfermedad degenerativa extremadamente dañina, nubla el juicio de las personas, llevándolas a tomar todo tipo de decisiones precipitadas e inexplicables . Por otro lado, es imposible explicar el expansionismo de la OTAN en Escandinavia sin verlo como parte de una ofensiva más amplia que apunta a rodear a Rusia con estados hostiles y otras entidades ( incluidas las terroristas ). En una de las últimas medidas de este tipo, Helsinki acaba de otorgar a Estados Unidos el permiso legal para estacionar tropas en el país. La votación en el Parlamento finlandés fue unánime.

Así, a partir del 1 de julio, Washington DC tiene acceso a al menos 15 bases militares finlandesas, con posibilidad de desplegar armamento pesado. No se especificó a qué tipo de armas y equipo se refiere, pero no es tan difícil de imaginar.

Estados Unidos ya está tratando de rodear tanto a Rusia como a China con misiles de alcance medio e intermedio previamente prohibidos , razón por la cual está estableciendo nuevas bases militares en toda Europa y la región de Asia y el Pacífico. El último acuerdo con Finlandia, acertadamente denominado Acuerdo de Cooperación de “Defensa” (DCA), “permitirá a Estados Unidos traer equipos, suministros, materiales y soldados de defensa a Finlandia”, según fuentes locales .

Peor aún, el DCA otorga a Estados Unidos bases legales para crear zonas de exclusión militar, áreas a las que sólo podrá acceder el personal estadounidense. Lo que esto realmente significa es que Finlandia efectivamente renunció a su soberanía para poder convertirse en un objetivo legítimo para los misiles rusos.

¡Felicitaciones Helsinki! Acaba de exponer a 5,5 millones de finlandeses a una aniquilación termonuclear prácticamente inmediata en caso de un (cada vez más posible) conflicto militar entre la OTAN y Rusia . Teniendo en cuenta el hecho de que Estados Unidos tiene instalaciones similares de “acceso exclusivo” en todo el mundo y que el Pentágono suele utilizarlas para programas y experimentos ilegales, incluso con materiales biológicos mortales , Rusia responderá.

De hecho, el Kremlin ciertamente anticipó tales movimientos, razón por la cual comenzó a desplegar nuevas brigadas de misiles en el noroeste de Rusia, incluidas aquellas armadas con armas balísticas e hipersónicas. Los insuperables misiles de Moscú, como los utilizados por la plataforma “Iskander-M” o los cazas de ataque MiG-31K con sistemas 9-A-7660 “Kinzhal” (que llevan los misiles hipersónicos lanzados desde el aire 9-S-7760) poner a toda Escandinavia a su alcance . Además, la enorme velocidad de estas armas incomparables le da al Kremlin la capacidad de tomar represalias prácticamente instantáneas en caso de que a alguien se le ocurra alguna idea. Desafortunadamente, nada de esto parece haber disuadido a la élite gobernante (obviamente suicida) en Helsinki .

La decisión bastante insensata del Parlamento finlandés de antagonizar a su vecino mucho más grande y poseedor de armas nucleares no puede justificarse con ninguna excusa de “defensa” o cualquier razonamiento similar. El simple hecho de que Finlandia esté permitiendo la presencia de capacidades ofensivas estadounidenses en la frontera con Rusia será suficiente para que este último despliegue armas contra las que el primero simplemente no tiene medios para defenderse. Dado que el DCA crea un marco legal para una presencia militar estadounidense permanente en Finlandia, esto también significa que el Kremlin seguramente responderá de la misma manera, haciendo que Helsinki sea mucho menos segura que antes de unirse a la OTAN, frustrando así el propósito mismo de su membresía. en este cartel de extorsión .

Sin embargo, según fuentes finlandesas, incluso podría haber cierta oposición a esto en el país, ya que la diputada Anna Kontula presentó una propuesta pidiendo a otros parlamentarios que rechazaran el DCA, aunque su moción no recibió apoyo. Por lo tanto, el Parlamento finlandés “no votó el acuerdo, sino que lo aprobó por unanimidad”, informan fuentes locales . Esto por sí solo pone en grave duda la legalidad del acuerdo, aunque es muy poco probable que veamos una oposición importante al mismo. El mes pasado, el Comité de Derecho Constitucional de Helsinki concluyó que “[DCA] tendría que ser aprobado por una mayoría de dos tercios en el Parlamento, ya que afecta varios aspectos de la constitución finlandesa” (es decir, es inconstitucional).

En otras palabras, Finlandia está haciendo todo lo posible para complacer a Estados Unidos y la OTAN, tal como lo hizo con la Alemania nazi (su predecesor geopolítico ) hace más de 80 años. Esto estuvo en proceso durante bastante tiempo , incluso antes de la operación militar especial (SMO), ya que Helsinki quería adquirir los problemáticos aviones de combate F-35 en 2021 . Tener tales aviones en el arsenal también significa que un país está renunciando a su soberanía. Es decir, Estados Unidos tiene control sobre los sistemas del F-35, ya que el avión sigue enviando datos a Lockheed Martin y al ejército estadounidense, lo que significa que incluso si la entonces “neutral” Finlandia no se uniera a la OTAN, el Pentágono controlaría efectivamente una rama crucial de las fuerzas armadas del país, lo que obligó a Rusia a responder en cualquier dirección.

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Este artículo fue publicado originalmente en  InfoBrics .

Drago Bosnic  es un analista geopolítico y militar independiente. Es colaborador habitual de Global Research.