Feminismos. Tamara Clavería: La imagen histórica de las gitanas es que »somos ladronas por naturaleza»

Fuente: https://www.resumenlatinoamericano.org/2023/04/11/feminismos-tamara-claveria-la-imagen-historica-de-las-gitanas-es-que-somos-ladronas-por-naturaleza/                           

La Asociación de mujeres gitanas de Euskadi (AMUGE) lleva años denunciando casos de acoso y trato humillante a las gitanas en establecimientos y comercios. Su presidenta, Tamara Clavería, asevera que si las paran en las tiendas no es porque hayan hecho algo, “sino por la imagen histórica según la cual [las gitanas] somos ladronas por naturaleza”.

En los últimos meses, AMUGE ha denunciado dos casos de antigitanismo en el comercio de Bilbao a un total de siete mujeres gitanas. Junto con la asociación de juventud gitana Romi Berriak, AMUGE está acompañando a las víctimas de los dos casos de persecución y discriminación contra este colectivo.

En una entrevista con Efeminista, Clavería enmarca estos sucesos, que tuvieron lugar a finales de enero, dentro de un racismo estructural hacia las personas gitanas que tiene más de seiscientos años de historia.

“El antigitanismo es una forma específica de racismo, una ideología basada en la superioridad racial, una forma de deshumanización y de racismo institucional alimentado por una discriminación histórica, que se manifiesta, entre otras cosas, por la violencia, el discurso del odio, la explotación y la discriminación en su forma más flagrante”, recoge la Fundación Secretariado Gitano en su web.

Antigitanismo de género en el comercio

Manuela Vega Manzanares, una de las víctimas del primer caso, relata a Efeminista cómo a finales de enero entró en una tienda junto con sus primas, todas ellas de entre 17 y 21 años, cuando uno de los dependientes “comenzó a seguirnos y acosarnos descaradamente”.

“El varón reconoció que era por el hecho de ser gitanas. Y se intentaron justificar con que les intentaron robar el día anterior”, agrega. Cuando las jóvenes pidieron explicaciones, las acusaron de estar montando un circo.

Vega también señala que nadie presente en la tienda alzó la voz para ver qué pasaba. “Nos sentimos más señaladas incluso por la gente que estaba en la tienda”, lamenta.

En este sentido, la actual presidenta de AMUGE explica que “en el comercio, hay tres cuestiones con las mujeres y niñas gitanas. Una es la política de la empresa de perseguir a las personas racializadas, y más a las gitanas porque tenemos esa fama. Luego está la mirada racista del personal de la tienda. Y hay una tercera, que es la sociedad inquisidora y acusadora”.

Miedo y ansiedad

Vega reconoce haber sentido miedo y ansiedad tras los hechos y declara que desde entonces ninguna de ellas ha vuelto a pisar un comercio. Tampoco lo han vuelto a hacer las dos víctimas del segundo caso que relata Clavería porque “tras la gravedad de lo ocurrido prefieren no dar la cara”.

En esta ocasión, según comparte la presidenta de AMUGE, después de que el personal de seguridad persiguiera a estas dos hermanas en una conocida tienda de Bilbao, ellas decidieron seguir la tarde en otro establecimiento, en el que poco después entró la policía y les ordenó desvestirse en los probadores para cachearlas.

“Tuvieron que quedarse en ropa interior. Imagínate la humillación que ha supuesto para ellas y para el pueblo gitano”, añade.

Investigación pionera

En uno de estos casos, las afectadas interpusieron una denuncia penal que ya ha sido archivada. Clavería explica que, aunque el pasado año se incluyó el antigitanismo como delito de odio en el Código Penal, no se reconoce el acoso que sufren y el impacto que tiene en su salud mental. “¿Te tienen que dar una paliza para que las cosas cambien?”, se pregunta.

En 2021, AMUGE llevó a cabo una investigación pionera, subvencionada por la Diputación de Vizcaya, en la que mediante la técnica de la prueba empírica concluyeron que en 16 de los 20 establecimientos, que la entidad visitó en la provincia, se registraron comportamientos y actuaciones del personal basados en prejuicios antigitanos.

Tamara Clavería concluye que se trata de un acoso que se da de forma sistémica sólo por el hecho de ser gitanas y asegura que a pesar de los carpetazos de la justicia “no va a haber ni una agresión sin respuesta”.

Antigitanismo en cifras

El “Estudio sobre discriminación por origen racial o étnico: la percepción de las potenciales víctimas”, elaborado en 2020 por el Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica (CEDRE), refleja que, de todos los grupos poblacionales encuestados, la población gitana es uno de los que afirma haber sufrido mayores niveles de discriminación en los últimos doce meses (43 %), incluidas las formas de discriminación interseccional que afectan de manera específica a las mujeres gitanas.

Asimismo, por ámbitos, la población gitana es la que refiere las tasas más elevadas de discriminación en el acceso a la vivienda (31 %), el rechazo del vecindario (8 %), el acceso a establecimientos o espacios públicos, y de acceso a bienes y servicios (31 %), así como el acceso al empleo (30 %).

Este estudio también arroja datos alarmantes sobre las tasas de infradenuncia que se dan en el seno de la comunidad gitana. De todas las personas gitanas que afirmaron haber sufrido discriminación en los últimos 12 meses, tan sólo el 11,5 % contestaron haber presentado alguna queja, reclamación o denuncia, frente al 18,2 % del total de los grupos encuestados.

En cuanto a la población gitana en España, la Asociación Nacional Unión del Pueblo Romaní estima que las personas gitanas ascienden a 730.100. Sin embargo, la Fundación FOESSA considera que, en la actualidad, la cifra real está entre las 800.000 y 1.500.000 personas.

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