Domingueros de mierda. A vuestra puta casa (5)
Dicen que nadie quiere quedarse en casa. Es mentira. Y por eso vienen aquí a dar la caca; a saborear la ciudad. Los turistas engullendo pinchos en los numerosos antros esparcidos por el territorio y los domingueros zampando hamburguesas, perritos calientes o alitas de pollo en McDonald’s, Burger King y demás bodrios.
Es imposible relajarse o descansar, tanto casi como caminar entre la muchedumbre. Todo está petado de turistas y domingueros.
No es sólo en Semana Grande, llevamos décadas así y esto va a peor. Mañana serán las regatas, al otro el Zinemaldia y después Santo Tomás o lo que toque.
Mientras tanto, alcaldes y concejales atienden las exigencias de los especuladores, o sacándose fotos para que veamos cuántos eventos programan. Alguien dijo que «quien quiere busca oportunidades y quien no quiere busca excusas». ¡Escoria!
Nos han jodido bien con la hostelería que les da cuartel. (6)
Beneficios para los patrones y explotación laboral para las empleadas-os.
El sector hostelero se frota las manos con sus precios chollo y nosotras nos morimos de asco. ¡Cerrar los garitos! No se nos ha perdido nada en sus putos bares
Contra la multitud que desborda nuestros pueblos y ciudades.
Venga, vamos a joderles.
[5] «Domingueros de mierda. A vuestra puta casa». Pegata en Xàbia (Alacant), también vista por aquí.
[6] No tenemos nada contra quienes pasan desapercibidas o viajan sin mo-lestar preocupándose por el entorno. Esas personas nos caen mejor.
Así como cerca de ese 10% (igual un porcentaje menor) de bares normales a los que aún puedes entrar sin sentirte un pendejo colaboracionista.