Más de 30 relatores y otros expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas afirmaron este jueves que las graves violaciones cometidas por Israel contra los palestinos en el contexto de su asedio en la Franja de Gaza apuntan a un genocidio en ciernes e instaron a la comunidad internacional a adoptar medidas diplomáticas, políticas y económicas para prevenir más crímenes de Tel Aviv.

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En un comunicado publicado en el sitio web de ONU, los expertos aseguraron que el régimen sionista ha demostrado intención abierta de destruir al pueblo palestino bajo ocupación.

Manifestaron que existe evidencia sobre ese propósito, pues se han formulado llamados a destruir los territorios palestinos, se ha utilizado armamento poderoso -incluso prohibido-, y se ha incitado a una segunda Nakba, dijeron en alusión a la expulsión forzosa por Israel, a través del uso de la violencia, de más de 700.000 palestinos de sus territorios en 1948.

Luego de recordar que semanas atrás dieron la alerta sobre un eventual genocidio, los expertos mostraron preocupación porque numerosos Gobiernos han hecho oído sordo a ella y otros, incluso, apoyaron tácitamente la estrategia de tierra arrasada y limpieza étnica de Israel.

Asimismo, mostraron alarma por el hecho de que el sistema internacional ha fracasado para imponer un inmediato alto al fuego y un posterior cese de hostilidades, dando pie a la continuidad de los bombardeos y a que más de dos millones de civiles hagan frente a un verdadero infierno.

Además de que el asedio israelí ya dejó más de 11.400 palestinos asesinados -el 70 por ciento de ellos niños, mujeres y adultos mayores-, los expertos de ONU denunciaron que en medio de esta escalada Tel Aviv arreció el bloqueo que desde hace 16 años le impuso a Gaza.

Añadieron que durante semanas bloqueó la llegada de combustible, electricidad, agua y alimentos, imponiendo un castigo colectivo mientras desoyó reclamos de la comunidad internacional para permitir el ingreso a Gaza de ayuda humanitaria crítica.

Afirmaron que Israel no puede justificar violaciones tan atroces de los DD.HH. invocando la autodefensa. Dejaron claro que «sigue siendo la potencia ocupante en el territorio palestino ocupado, que también incluye la Franja de Gaza, y por lo tanto no puede librar una guerra contra la población bajo su ocupación beligerante».

Exigieron a Israel respetar el derecho internacional humanitario y «el estatus civil de personas e infraestructuras que no pueden ser atacadas directamente ni sufrir de manera desproporcionada».

Por otra parte, aseveraron que hay otra escalada de violencia en marcha -cometida por militares y colonos israelíes armados- en Cisjordania, donde los ocupantes asesinaron a más de 190 palestinos y causaron lesiones a más de 2.700.

Entre otras urgencias, pidieron que altos funcionarios de Tel Aviv, así como otras figuras públicas, dejen a un lado «la retórica claramente genocida y deshumanizante» en que se pide «la ‘destrucción total’ y el ‘borrado’ de Gaza, la necesidad de ‘acabar con todos’, y obligar a los palestinos de Cisjordania y Jerusalén oriental a entrar en Jordania».

Entre sus recomendaciones, llamaron a poner fin a la ocupación israelí y que Tel Aviv permita: 1) la llegada sin obstáculos de ayuda humanitaria a Gaza. 2) la liberación de miles de palestinos detenidos arbitrariamente, y 3) la apertura de corredores humanitarios hacia Cisjordania, Jerusalén oriental e Israel, para evacuar a personas en condiciones de vulnerabilidad.

No menos importantes fueron otras propuestas: 1) que Hamás libere a los rehenes tomados el 7 de octubre, 2) el despliegue en Gaza de una fuerza protectora bajo supervisión de la ONU, 3) implementar un embargo de armas a las partes en conflicto y 4) colaboración de las partes para proseguir la investigación abierta en marzo de 2021 sobre los crímenes cometidos por la potencia ocupante en los territorios palestinos ocupados.