Hola.
La enorme mayoría de los decretos ley desde 1996 hasta que acabó 2022 llegaron al BOE al día siguiente de su aprobación. Tiene sentido. Solo se pueden usar, dice la Constitución, en caso de “extraordinaria y urgente necesidad”. Pero hay ocasiones en los que no hay tanta urgencia y el texto tarda en llegar al boletín.
Hoy nos fijamos en esos casos y te traemos una historia no contada de nuestro proceso legislativo.
Pasó, por ejemplo, con la ampliación del permiso de paternidad. Tardó seis días desde su aprobación hasta que llegó al BOE, para desesperación de muchas personas a punto de tener un hijo esos días. Encima, para descubrir, cuando fue publicado, que no entraría en vigor hasta casi un mes después. Así que esos padres de niños nacidos entre que se anunció a bombo y platillo y su entrada en vigor se quedaron sin las semanas extra. Y encima se enteraron con retraso.
Un pequeño spoiler: los retrasos son habituales en las ayudas sociales, sobre todo las más complejas. Parece que hay prisa por anunciarlas pero menos por publicarlas. |