Por Wisam Zoghbour, para Diálogos del Sur Global, desde Gaza
Los crímenes de genocidio en la Franja de Gaza han entrado con fuerza en su noveno mes, con el más reciente ocurriendo a plena luz del día en el campo de refugiados de Nuseirat y Deir al-Balah, en el centro de la Franja de Gaza, que resultó en la muerte de más de 200 palestinos y heridas a otros más de 400. Esto ocurrió pocos días después de la perpetración de un crimen de guerra en el campo de refugiados de Jabalia, en el norte de la Franja de Gaza, que dejó cientos de víctimas entre muertos y heridos, y el descubrimiento de varias fosas comunes, además de su destrucción.
Muertos y heridos yacen por las calles y callejones del campo de refugiados de Nuseirat, donde la masacre sionista ocurrió al mediodía del sábado 8 de junio de 2024, cuando las fuerzas de ocupación sionistas decidieron liberar a cuatro prisioneros sionistas de doble nacionalidad retenidos por la resistencia palestina, resultando en cientos de muertos y heridos, en medio del sonido de balas y explosiones de las bombas de las fuerzas invasoras sionistas, en una escena de terror real, no de fantasía.
Los baños de sangre en la Franja de Gaza no han cesado, ocurriendo conjuntamente con otros crímenes ya clasificados como genocidio, como imponer hambre, sed, destrucción y sabotaje, cuya cesación la Corte Internacional de Justicia ya ha exigido, mientras el Tribunal Penal Internacional los describió como crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Su fiscal, Karim Khan, solicitó la emisión de órdenes de arresto contra el primer ministro del gobierno de ocupación sionista, Benjamin Netanyahu, contra su ministro de guerra, Yoav Gallant, entre otros.
Estos crímenes y otros no habrían ocurrido sin la asociación de Estados Unidos con el Estado ocupante en su agresión y guerra abierta contra nuestro pueblo palestino y su completo apoyo al Estado ocupante en el campo de batalla y en las arenas internacionales, especialmente en el Consejo de Seguridad de la ONU. Además, a pesar de que el Estado ocupante desafía la ley y las resoluciones internacionales, la continua inercia internacional y la política de doble rasero adoptada por la comunidad internacional contribuyen a la perpetuación de estos crímenes.
El mundo ya no se preocupa por los baños de sangre y los crímenes de genocidio cometidos por el Estado ocupante y las bandas nazis sionistas contra el pueblo palestino, sus derechos y su dignidad nacional. Por el contrario, decenas de países dan la espalda a los crímenes de genocidio en la Franja de Gaza sin mover un dedo, como si esto no les incumbiera. La administración estadounidense también extendió su mano contra el pueblo palestino, hoy, en el campo de Nuseirat, participando en el crimen del Estado ocupante de matar y herir a más de 600 palestinos para liberar a cuatro prisioneros sionistas retenidos por la resistencia palestina durante más de ocho meses en la Franja de Gaza.
El uso de un gran número de fuerzas invasoras, esfuerzos de inteligencia y cobertura aérea, terrestre y marítima, con la participación de fuerzas estadounidenses a través del muelle flotante frente a las costas del centro de la Franja de Gaza, para liberar a cuatro prisioneros sionistas y la muerte de un miembro de las fuerzas invasoras a manos de la resistencia palestina, además del ataque insano a civiles desarmados para encubrir su crimen atroz, confirma que la ocupación fracasó miserablemente en obtener cualquier tipo de victoria, a pesar de haber liberado a cuatro prisioneros. Esto es un intento desesperado de imponer sus condiciones en cualquier acuerdo de alto el fuego tras su fracaso en quebrar la voluntad y la resistencia del pueblo palestino y forzarlo a partir.
El Estado ocupante continúa desafiando el derecho internacional humanitario y la Carta de Derechos Humanos, cometiendo crímenes de genocidio contra el pueblo palestino, matando a más de 37 mil, hiriendo a más de 83 mil y destruyendo más del 60% de la Franja de Gaza. Esto exige que toda la estructura política, militar y judicial del régimen sionista sea responsabilizada, pues es una entidad deshonesta que viola la ley internacional y las resoluciones de legitimidad internacional. Es necesario llevar a los líderes de su ejército, sus políticos y su consejo de guerra a la justicia internacional, imponer sanciones, boicotearlos e interrumpir el suministro de armas y municiones a su ejército hasta que se someta a la ley internacional.
Wisam Zoghbour, director de la oficina de la revista Al-Hurriya en la Franja de Gaza y miembro de la Secretaría General del Sindicato de Periodistas Palestinos
Edición: Alexandre Rocha
Revista Diálogos do Sul Global